Capitulo 1-HUMANO, ÁNGEL Y ÁNGEL CAÍDO.

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– ¿Como un Ángel puede ser desterrado del cielo?

Tendríamos que preguntarnos, ¿Por qué fui desterrado? ¿Qué error tan grave pude haber cometido para que eso ocurra? La respuesta a esa pregunta sería muy fácil de responder.

Por haber bajado a la tierra a salvar la vida de unos bebes, si, unos bebes, hijos de un grupo de amigos que conocí antes de llegar al cielo, cuando era un simple mortal.

A ellos los conocí personalmente cuando yo tenía 15 años, me había cambiado de escuela y fui a estudiar en una secundaria que se encontraba en la ciudad en la que haría mis últimos tres años de estudio antes de entrar a la universidad, pero también, se podría decir que los había visto muchas veces en sueños que tuve durante las últimas vacaciones, en los cuales, se podían ver sucesos de un futuro alegre y triste al mismo tiempo.

Rápidamente me vincule con ellos sin que sepan, que mi tiempo en la tierra, ya tenía fecha de caducidad, yo lo sabía, aunque no a ciencia cierta, el día exacto en el que me iba a morir. Yo tenía el presentimiento de que algo malo le iba a pasar a mis amigos, por lo que no me alejaba de ellos hasta que no los veía dentro de sus casas.

Después de que pasara 3 años con mis amigos, me gradué de la escuela y me puse a buscar un trabajo con horario flexible, porque todavía tenía que cuidar de ellos, lo cual, no era muy fácil, ya que la mayoría, fueron a diferentes universidades, por lo que debía viajar a diferentes lugares todo el tiempo, pero un día, cuando volvía a mi casa después de reunirme con todos ellos, sin ningún aviso, vino a buscarme la muerte, sin preguntas y sin problemas, me deje llevar por ella, quien tenía que hacer su trabajo, yo no la culpaba, aunque me lamentaba no poder seguir cuidando a mis amigos, quienes quedaron indefensos en este mundo tan siniestro que no perdona los errores.

Pensé que iba a acabar en el infierno, pero no, llegue frente a Miguel, uno de los arcángeles con más poder en el cielo, creía que esto era solo un sueño, sin embargo, era realmente él, yo cuando lo vi por primera vez pensé que era gigante, pero era todo lo contrario, quien se había hecho pequeño era yo, mi apariencia externa era la de un chico de no más de 8 años, inclusive había olvidado mi nombre, aunque no a mis amigos. Miguel, fue en un principio quien me guió para que aprenda todo lo que debía saber del cielo, me dio el nombre Azazel, el me dijo que yo era el décimo en recibir ese nombre, los demás que lo usaron habían muerto en guerras pasadas, le pregunte en ese momento si yo era digno de tener ese nombre, pero el dijo que me había observado cuando era humano y sabia que yo sería el mejor de todos los que tuvieron ese nombre, además de eso, el me recompenso dejándome ver a mis amigos desde una especie de pantalla con la que se podría ver a los humanos, una especie de aplicación de mapa, como la que usan los Smartphone actuales, aunque más avanzada y eficiente. Todos los días yo los observaba y me alegraba de sus logros, de cómo su amistad crecía, pero al mismo tiempo, de cómo ellos me olvidaban, quedando solo en su pasado.

Quería ir a visitarlos en la tierra, pero Miguel, que se encargaba de supervisar mi entrenamiento y el de los demás Ángeles, nos lo tenía prohibido, porque generaría grandes problemas la llegada de un Ángel a la tierra, algo así no sería perdonado por dios, ni por nadie, ningún súbdito, ni siquiera un dios, tenia permitida la presencia en la tierra, aunque yo no pude acatar esa regla por mucho más tiempo, algo malo se estaba moviendo entre las sombras.

Mientras soñaba, vi como se dispersaba esa presencia siniestra por la tierra y como iba acabando con las personas, en ese momento, pude ver que llevaba una lista con los nombres de las personas que debía matar y la fecha en que lo debía hacer, me aterre al ver que estaban los nombres de mis amigos, pero no podía apreciar el día que iría por ellos y desperté aterrado, sin poder dormir, fui a buscar la máquina para saber si estaban bien mis amigos, por suerte ellos estaban durmiendo en sus camas y pude volver yo también a la mía.

Pasaron muchos meses y nada ocurría, mis amigas quienes estaban en pareja con mis amigos, quedaron embarazadas, yo me ponía feliz por ellos, pero otra vez volvía mi miedo de que les ocurra algo malo a ellos y sus hijos queden a la deriva, yo no podía dejar que eso pasara.

Entrene mucho en el cielo, leí libros que contenían técnicas de alto nivel, además de algunas que estaban prohibidas desde la última guerra y que solo unos pocos de los que sobrevivieron sabían usar realmente, era todo muy interesante y estimulante, aunque mi apariencia en ese momento era la de un pequeño chico, yo me había vuelto un ser muy fuerte.

Cuando llego el día que yo tanto temía, estaba preparado para poder salvar a mis amigos, agarre mi ropa, me puse la armadura que le entregan a los Ángeles para que puedan defender el cielo si una guerra santa ocurre y emprendí viaje hacia la tierra de inmediato, pero no fue tan sencillo, ya que antes de llegar a la casa de mis amigos, tuve que salir del cielo de una forma que no era la oficial, la cual, consistía en saltar de una plataforma y atravesar unas nubes de tormenta llenas de rayos que sirven como barrera del cielo.

Cuando llegue, lo único que encontré fue una neblina espesa que recubría la casa en la que todos mis amigos convivían y una presencia maléfica se encontraba en su interior, era tan fuerte la maldad que salía de la casa que ni siquiera podía moverme de forma normal, todo mi cuerpo se paralizaba a cada paso que daba, esto no era bueno, debía apresurarme y encontrarlos.

Cuando entre a la casa ya era tarde, mis amigos ya estaban heridos de gravedad, sus hijos se encontraban en una cuna y la presencia que se movía entre las sombras se hizo presente, queriendo también acabar con los hijos de mis amigos. Yo no podía dejar que eso ocurra, por lo que decidí atacarlo con la espada que había obtenido en el cielo y logre herirlo, sin embargo, no lo pude matar porque pudo huir antes de que yo lo lograra.

Luego de que huyera, la niebla y la presencia que no me dejaba mover con tranquilidad se disperso y me pude acercar a mis amigos, quienes estaban agonizando en el suelo, ellos me pidieron con sus últimas palabras que proteja a sus hijos y que les de toda ese cariño que yo les había dado a ellos sin pedirles nada a cambio, mostrándome con su mano la foto que nos habíamos tomado el día de la graduación, ellos no me habían olvidado y aunque mi apariencia no era la misma, me reconocieron, eso me alegraba, pero al mismo tiempo me entristecía el hecho de no haber podido salvarlos. Todo acabo ahí, ese cuarto lleno de sangre, estaba destruido en su mayoría, lo único que se había salvado era el lugar donde se encontraba la cuna y estaban los bebes durmiendo.

Yo en mi mente me preguntaba ¿cómo podría cuidar a esos bebes, si soy un Ángel? Lo único que se me ocurrió en ese momento, fue llevarlos conmigo al cielo, no había mejor lugar que ese para cuidarlos, o eso era lo que pensaba.

Cuando llegue, Miguel me estaba esperando, quien estaba muy desilusionado conmigo y por ese motivo me dijo que debía recibir un castigo por haber ido a la tierra sin permiso, el cual, normalmente es quitarle al Ángel el derecho de estar en el cielo y hacer que su alma reencarne en un nuevo humano, con lo cual, los pocos recuerdos que tiene de su anterior vida se borrarían, pero como sabía que yo no lo hice por motivos egoístas, si no para salvar unas vidas inocentes, el dejo que me vaya con los bebes de regreso a la tierra, pero sin antes ponerme una mascara en el rostro, la cual debía llevar por el resto de mi existencia como símbolo de lo que hice, por lo cual, debía aceptar mi castigo, ademas el me dijo que le iba a decir a los demás que yo abandone el cielo de forma voluntaria, lo cual, justificaría mi partida y cubriría el motivo real por el que no estaría más aquí. 

Miguel, luego de despedirse de mí, me envió por un portal que me llevaría del otro lado de la barrera de nubes, algo que me sorprendió en mi partida, fue que mientras caía, me di cuenta de que no había perdido mis alas y solamente se volvieron negras, en ese momento mientras sonreía y caía del cielo cargando a los cuatro bebes, entendí que me había convertido en un Ángel caído y que ahora debía cuidar de ellos por el resto de sus vidas.

Final del capitulo.

Espero les guste este primer capitulo de mi novela, soy nuevo aquí, pero intentare subir por lo menos 1 o 2 capítulos por semana, así que espero le den una oportunidad a Azazel y a los personajes que componen esta historia.

RELATO 1: AZAZEL, UN ÁNGEL CAÍDO EN PROBLEMAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora