Los veranos han ido y venido,
Canículas físicas y emocionales,
Sus reclamos son como soplido
Que va a arrojar hojas autumnales.
Siempre acontece lo mismo,
El clima es la historia de México,
Se repite y obedece el truismo
Que nunca inhibe al anoréxico.
Es como si le conociera, y a la vez no.
Nos hemos visto antes, centenario.
Una amistad a medias, covariante rho.
Sin noción de cantes, bicentenario.
Olvidado como la neblina matutina,
O como el smog de la tarde regia,
Yo olvido cómo se ha roto su mina
Que apuntaba para ser egregia.
Reformado cual juarista vencedor,
O como protestante en la puerta,
Yo conformo al fiel conservador
Que se conforma con dudosa perta.
Me siento como indefenso con ella,
Como si no sintiera mi cenestesia,
No recuerdo a quien es mi estrella
Porque olvido constante amnesia.
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El Reino de Samaria
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