❝-No, número equivocado. Soy Minho, ¿Tú quién eres? ❞
A veces el peor engaño termina dejando muy buenos resultados.
ESTADO: CANCELADA. no borro los capítulos porque sé que os gusta leerlos.
☼ angst, fluff y una pizca de humor.
☼ Minsung como pareja...
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❝De conversaciones largas y camas ajenas.❞
–Eso explicaría por qué nunca nos vimos antes –Comentó el mayor, mientras dejaba que su vista se centrase en el perfil del joven chico.
Había conseguido tranquilizar su llanto, y lo había alejado un poco de toda la muchedumbre para distraerlo mientras conversaban. Era un chico agradable, un poco tímido, pero era cómodo estar con él. Han le había contado un poco de su vida, sobre sus amigos, y también le había dicho la zona en la que vivía; la cual estaba bastante alejada de la casa del mayor.
En esas pocas horas junto a él, Minho había podido apreciar como era el joven, si de físico se hablaba. Y es que, no mentiría, Lee aseguraba que hacía mucho no se sentía tan atraído por alguien, tan rápido. El menor desprendía ternura por cada poro de su cuerpo, causando que, a la mínima mueca que se dibujara en sus labios, unas ganas inmensas de mimarlo, y consentirlo, acecharan al rubio cenizo.
Le encantaba su carita; parecía esponjosa, y quería tocar sus mejillas, pero sabía lo raro que podría verse eso. También se había fijado en su físico, escondido bajo toda su ropa. En la primera palabra que pudo pensar al contemplarlo con detenimiento, fue: "frágil". Jisung era delgado, pequeñito, y encima se empeñaba en llevar camisetas que le quedaban una, quizás dos, tallas más grande.
Jisung le parecía lindo.
–¿Cuantos años tienes, Minho? –Indagó el pequeño, girando su cabeza para poder mirarlo, poniéndose tímido al encontrar los ojos del mayor fijos en él, produciendo que volviera a apartar la mirada. Nunca le había gustado mucho que lo observaran con detenimiento, le daba miedo que terminasen encontrando todas, y cada una, de las imperfecciones que poseía.
–Veinte –Respondió, dejando que una sonrisa gentil se hiciera paso entre sus labios.– Me da la sensación de que soy bastante mayor a ti, ¿Cuántos años tienes tú? –Indagó, tratando de que su tono de voz tuviera un matiz juguetón. Quería tapar cualquier indicio que demostrase el sincero interés por él, puesto que se acababan de conocer y podría llegar a asustarlo.
–Tengo dieciocho. –Se encogió de hombros, balanceando tímidamente las piernas, que no llegaban al suelo debido a la altura del muro en el que se encontraban sentados.
Minho casi se atraganta con su saliva. ¡¿Solo dieciocho años?! Es cierto que el chico parecía menor, pero creía que solo era de apariencia.
Taeyang se metió con un niño de dieciocho años. Qué.
–¡Pero si eres un nene! –Exclamó, sin pensarlo, sin ninguna mala intención. Sin embargo, el de cabello oscuro no pudo evitar hacer una muequecita; estaba cansado de que lo vieran como un niño.
