ONE SHOTS [Haikyuu]

nishinoya yuu

Dedicado a estre664400

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El día daba inicio a las clases en Karasuno, los estudiantes reían y hablaban por los pasillos de sus salones, mientras que otros solo permanecían en sus mesas esperando al profesor.

— Oye, hay viene Tsumuko...— susurro un chico codeando a su compañero de al lado.

Una chica abrio de golpe la puerta de su salon, llamando la atencion de todos sus compañeros, y con una gran sonrisa entraba dando pequeños saltitos hasta llegar a su mesa.

— ¡Hola Chicos! — saludo con su mano al grupo de amigos que estaba a su alrededor.

— Hey, Muko, estas lista para el exámen? —

— ¿Eh?, ¡¿HABIA EXAMEN!? —

Sus compañeros solo se quedaron mirando con una gotita en su cabeza, a pesar de ser la mas popular de la escuela, su actitud era muy...rara.

— ¡NONONO!¿ahora que hago?¡¿Deberia finjir que estoy enferma!?, Tal vez si salto por la ventana pueda ausentarme...

— Y-y que tal si te enseño? Creo que saltar por le ventana es peligroso jeje — interrumpio su compañero de al lado nervioso

— ¡Oh, gracias Tanjiro-kun! — asintio con una gran sonrisa, corriendo su mesa para juntarla con la otra y poder estudiar juntos.

Cuando Tsumuko Keigo llego a Karasuno, todos creían que seria la tipica chica popular timida, inocente, amable, y risueña. Lastima que en cuanto gano confianza se volvio extrovertida, burlona, gritona, a veces bipolar y muy sonrisitas. Que a pesar de no ser lo que sus compañeros esperaban, les gustaba tener una amiga tan unica como ella.

— ¡WOO, ahora entiendo, GRACIAS TANJIRO-KUN! — abrazo fuertemente a su compañero de banco, ganando algunas miradas de odio de parte de los hombres.

— D-de nada Tsumuko-chan...— murmuro sonrojado.

Antes de que ese lindo momento terminara, un aura asesina aparecio detras de los dos jovenes, que inmediatamente pegaron un saltito al sentirse intimidados.

— Etto...Noya-chin? Que ocurre? — pregunto Tsumuko extrañada.

El chico de mechon rubio mantenia su mirada baja hasta que tomo del cuello de la chaqueta a Tanjiro y lo lanzo lejos de donde se encontraba Tsumuko.

La joven pestañeo repetidas veces hasta fijarse que su compañero estaba de cabeza contra la puerta de entrada y sus ojos desorbitados, de seguro de tanto dar vueltas en el aire.