-tu también date la vuelta -dijo Arturo- he dicho que se den la vuelta

-hijo de puta -dijo Denver-

Arturo tomo a Denver del cuello e hizo que otro rehén me tomé a mi

-vengan, vengan, rápido moviendo -dijo- vamos, vamos, no tenemos todo el día, Mónica abre la puerta

-Mónica, Mónica, no le hagas ni puto caso, este tío de esta aprovechando de ti -dijo Denver- No abras la puerta!

-chis! Calladito o te llevas un tiró campeón -dijo Arturo a Denver-

Le pegué un puñetazo en el estómago al rehén que me sostenía y me solté

-arturo suéltalo -dije-

el me apunto y luego a Denver en la cabeza

-no tienes los cojones -dije- como no los tuviste para aceptar que no quería salir contigo y me despediste

-cierra la puta boca -dijo y me apunto- tu tambien quieres un tiró? Mónica abre la puerta

-dispara Arturo -dije- mátame!

-bien -dijo el- quieres que cuente hasta tres?

-si -dije-

-no se abre! -dijo Mónica-

-estos hijos de puta han debido bloquear las puerta, coño! -dijo Arturo- bien, Aria o Verona, cual te gusta más?

-deja de dar tanto rollo y aprieta el gatillo! -dije- no tienes los cojones Arturo!

El puso su mano en el gatillo y yo cerré los ojos

-he Sido yo! Yo bloqueé la puerta! -dijo Río apuntandole-

-atras -dijo Arturo-

-Arturo suelta el arma -dije-

-suelta la pistola -dijo Río-

-arturito, ya se que te gusta mucho el cine, pero esta película se te está yendo un poco -dijo Berlín-

-ni un paso más o le pegó un tiró -dijo Arturo- yo puede que no salga con vida de aqui, pero este no vuelve a reírse en su puta vida

Berlín le puso un arma en la cabeza y Nairobi se interpuso

-berlin, Berlín calma -dijo Nairobi-

Moscú y Helsinki aparecieron con más armas pero Nairobi los detuvo

-abridme la puerta! -dijo Arturo-

-vale, vale, vale -dijo Moscú bajando el arma- tranquilo, vamos a hablar como personas civilizadas, suéltale y si quieres salir, yo te ayudo

-abridme la puerta ya -dijo Arturo-

Nairobi miró a Berlín y sonrió

-aqui no se abre ninguna puerta -dijo Nairobi y ambos le apuntaron a Arturo-

-de verdad crees que no? Mira, voy a contar hasta cinco y luego le voy a pegar un tiro, yo no tengo nada que perder y me importa todo una mierda, Estamos? así que vosotros mismos, cinco, cuatro, tres, dos, uno...

Oímos un golpe y Arturo cayó al piso, Mónica le había dado con un palo
Denver le saco su arma y junto a Mónica le apuntó a Arturo

-hijo de puta! -dijo-

Para que se te caiga la vida a pedazos da igual que estés en un baño, en un atraco... O en la entrada de un penal. Ya ven, aquella tarde se nos iban a sincronizar las desgracias a tres mujeres. Raquel comprendió de pronto que se había enamorado hasta las trancas, del mayor atracador de España

DenverWhere stories live. Discover now