65

873 153 147
                                    



Había llegado el día. Se asomó por la ventana y ni rastro de los armarios vigilantes. En otra circunstancia se hubiese alegrado, pero sabía que iba a tener que ir despidiéndose de su preciosa cara.

Esperó en silencio sentado tras la ventana, vigilando la calle como una vieja de pueblo, hasta que él apareció.

Escuchó cómo los pasos estaban cada vez más cerca de su casa, hasta que oyó como aporreaban la puerta, para después, llamar al timbre como si nada.

─ ¡Junho, ve a abrir, que estoy cagando!

─ ¡Ya voy, mami!

Pero en realidad no iba a abrir la puerta por nada del mundo. No quería hacerlo.

Volvieron a llamar al timbre y de nuevo, su madre le insistió que abriese. Comenzó a ponerse nervioso, pero si no hacía algo, nada iba a cambiar, así que tomó el picaporte y abrió.

─ Muy buenas ─dijo bastante nervioso─... Cuánto tiempo sin verte, Yohan, qué guapo estás...

─ Eh... Sí. Sabes por qué he venido, ¿no?

─ ¡Uy! ─interrumpió la madre de Junho, que al parecer ya había salido del aseo─ ¿Y este chico tan bien plantado quién es, hijo? ¿Un amiguito o algo?

─ Es, ehm... Mi novio. Así que, si no te importa dejarnos solos...

─ ¡Claro que no! ─soltó la mujer recogiendo varias cosas y yendo hacia la puerta─ De hecho, si te quieres ir a vivir con él, no pasa nada, a ver si empiezas a ganarte la vida y dejamos de mantenerte, eh. Bueno, venga ¡hasta luego!

Sin más, se marchó de allí dejando a los dos chicos solos. Junho se paró a pensar que de verdad, sus padres querían que él se marchase ya, incluso a costa de molestar a otros.

─ ¡¿Cómo que tu novio, de qué vas?!

─ Ha sido la única forma de librarme de ella. Pasa, pasa. ¿Quieres algo de beber?

─ ¿A qué viene tanta amabilidad ahora? ─preguntó Yohan caminando por la casa como si nada, mientras veía a Junho desaparecer tras una puerta para volver con un vaso de algo que no lograba adivinar qué llevaba.

─ Ven, vamos a negociar tranquilamente las cosas.

Arrastró al mayor del brazo hasta una habitación que parecía ser el salón, le ordenó como si fuese un perro que se sentase en el sofá y casi le estampó el vaso.

─ A ver, mierda seca. Me suda el nardo no pagarte, ¿sabes? Así que, ven a por mí, cabrón.

Yohan no podía creer lo que estaba oyendo, ¿en serio le había dicho eso? Él no quería pegarle ni mucho menos, tan solo había sido una excusa para ir a verle.

─ No te voy a pegar, Junho.

─ ¿Cómo que no? ─respondió con los puños como si fuese a atacar.

─ He venido aquí solo porque me hacía ilusión verte después de tanto tiempo ─vio cómo su cara mostraba una expresión de sorpresa que, si bien era bastante cómica, no era de extrañar que la pusiera─. También porque me apetece jugar al Residente Vil que te regalé.

Eso último era mentira, pero quería suavizar un poco su confesión. No sabía si Junho seguía sintiendo en realidad algo por él o no después de tanto tiempo, mas la situación estaba siendo bastante extraña y sentía que su pulso aumentaba por momentos.

Sin mediar palabra, encendió la consola y le lanzó un mando.
Al cabo de un rato viendo cómo jugaba en un silencio incómodo, decidió marcharse, a pesar de que Yohan estuviese solo y él quedase como un mal anfitrión.

─ ¿A dónde vas? ─preguntó, agarrando su muñeca─ No te puedes ir, eso está mal.

─ ¿Me vas a venir, precisamente tú, a decirme qué está mal? Escucha, pensé que vendrías, me pegarías y todo quedaría aquí. Pero no, tienes que estar esclafado en mi sofá, jugando a mi juego, mientras bebes mi refresco favorito. ¿De qué vas?

─ Oye, que el refresco me lo has ofrecido tú... Además, eso no es lo importante ahora.

─ ¿Qué es lo importante entonces? ─Yohan le indicó que se sentase al lado suyo en el sofá y Junho, a regañadientes, lo hizo─ A ver, sorpréndeme.

El mayor se quedó mirándole fijamente con el semblante demasiado serio, como si quisiera matarle ahí mismo, de hecho, pudo darse cuenta de que cada vez estaba más cerca de su rostro, por lo que cerró los ojos de manera instintiva, esperando recibir algún puñetazo, pero lo único que notó fueron unos cálidos labios chocar contra los suyos.

No sabía lo que estaba pasando, o sea, sí lo sabía, pero no sabía porqué estaba pasando.
Decidió que ya había sido suficiente y se apartó de él, quedándose cabizbajo, incapaz de mirarle a los ojos.

─ ¿Qué ocurre, Junho?

─ ¿Por qué has hecho eso? No, esa no es la pregunta exacta... ¿Por qué has tenido que aparecer de nuevo en mi vida?

─ Me di cuenta de que te necesitaba cuando no te tenía. Fui un estúpido entonces y me arrepiento por ello... ¿Podrás perdonarme?

─ Sí... No sé, supongo.

Yohan se levantó del sofá dispuesto a irse, quizá no había sido una buena idea aquello, y mucho menos, acabar besándolo, pero no podía evitar hacerlo.

Comenzó a caminar pensando que Junho le detendría o, al menos, le diría algo, pero ahí seguía aún, con la cabeza agachada, inmóvil.

Desilusionado, abrió la puerta lentamente con la intención de marcharse y no volver a molestar a ese chico nunca más, aunque, de repente, sintió cómo alguien se aferraba a él por la espalda a modo de koala.

─ Perdón por como te he estado tratando estos últimos días ─dijo Junho casi sollozando y ocultando su rostro.

Yohan lo separó de él e intentó mirarle a los ojos, pero no hacía más que agachar la cabeza y evitar mirarle.

─ Escucha, Junho. Deja de llorar, ¿vale? ─respondió, limpiándole las lágrimas─ ¿Qué te parece si dejamos en el pasado todo lo ocurrido y empezamos de cero? Sin rencores ni deudas por videojuegos.

Finalmente, Junho levantó el rostro para mirarle. Por primera vez en mucho tiempo, se alegraba de tenerlo delante, sin ganas de querer darle un sartenazo en toda la cara.

─ ¡Me parece bien!











owo





















esto es lo más cursi que he escrito en toda mi vida, help.
perdón si ha quedado feo jfnajdlfjdmfjekfifywkfj.

a partir de ahora, tendréis un junhan bonito y sin cosas tristes. 😎🤟🏻

por cierto, he subido una mierda que se llama el caballero de la fregona ajsjdj sí, es un seungseok (seungyoun x wooseok), por si no sé, eso. perdón, soy tonta.

os tqm, tobesis. 👺💕

⌗ UNKNOWN ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora