Yixing apoyó la frente contra la puerta, poniéndose ansioso. ¿Cómo podría dejar a Junmyeon así? —¡No! No hasta que me digas por qué faltaste al trabajo esta semana —. Yixing siguió tocando y llamando la puerta. Dijo cosas como que, si Junmyeon estaba herido, si deberían ir al hospital. Esperaba que Junmyeon confiara en él y abriera la puerta. Yixing solo quería acompañarlo.

Eventualmente Junmyeon se rindió y abrió la puerta ligeramente. Yixing agarró la manija y empujó la puerta, entrando. Se quito los zapatos y puso su mochila en el suelo. Nervioso, siguió a Junmyeon hasta la sala de estar. Junmyeon tomo asiento en uno de los sillones, Yixing se sentó en el sofá cercano. Al echar un vistazo alrededor, Yixing notó que no había muchos muebles o decoración, solo los sillones y el televisor que colgaba en la pared. Pero en un rincón noto que había ¿un corral para perros? De cualquier manera, dentro había algo de heno, cuencos y cajas, pero no ningún animal alrededor.

Al principio esperó pacientemente a que Junmyeon hablara. El silencio permaneció por un rato. Por lo tanto, Yixing decidió dar el primer paso. —Junmyeon, ¿qué paso? ¿Estás bien?

Junmyeon soltó un suspiro. Todavía no miraba a Yixing. —¿Por qué quieres saber?

—Porque me preocupo por ti.

Resoplando, Junmyeon preguntó: —¿Por qué te importaría?

Obviamente porque Yixing todavía estaba enamorado de él, y nada le haría más feliz que verlo bien. Sin embargo, Junmyeon nunca preguntó si aún le gustaba a Yixing, y Yixing nunca levantó el tema por miedo a que Junmyeon se alejara.

—¿Por qué somos amigos? Los amigos se preocupan el uno por el otro. Y yo me preocupo por ti.

—¿Lo somos realmente?

—¡Si! Yo pienso que si... ¿y tú?

Hubo otro silencio en donde Junmyeon siguió pensando mientras Yixing lo miraba atentamente. Hasta que finalmente Junmyeon levanto la cabeza, encontrando la mirada de Yixing y entrecerrando los ojos.

—Todo lo que te cuente ahora, se quedará aquí. Si tan solo una palabra sale, eres hombre muerto.

Yixing nunca creyó en las amenazas de Junmyeon, sin importar lo intimidante que podía sonar. No obstante, al parecer Junmyeon le diría algo significativo y personal. Y Yixing podría ser un poquito despistado, pero nunca traicionaría su confianza. Ey, hasta ahora no le había dicho a nadie que Junmyeon fue Junhee. —Junmyeon, nunca le contaría a alguien si tu no quieres que lo haga. Lo prometo —. Extendió su dedo meñique, pero Junmyeon no pareció captar la indirecta, o tal vez lo ignoró deliberadamente.

Junmyeon cerró los ojos y habló finalmente. —Sabes, cuando cumplí once años me regalaron un pequeño conejo. Como que crecimos juntos, él mucho más rápido por supuesto. La semana pasada cayó enfermó, supongo que debido a la vejez y todo eso, pero... Él murió.

Yixing jadeó. Le sorprendió saber que Junmyeon había tenido una mascota ya que nunca lo había mencionado, ni siquiera mientras alimentaban a los gatos y perros callejeros. Ahora entendía quien debió haber sido el ocupante del corral. Y al parecer Junmyeon había apreciado al animalito tanto que tuvo que faltarse al trabajo. Una parte del corazón de Yixing se rompió al oír que el conejito había muerto. De alguna manera intentó imaginar cómo se sentiría. Jean-Henri podría ser tan solo una tarántula, pero Yixing estaría tan triste si su amigo muriera. Se puso de pie. Quiso ir i darle un abrazo a Junmyeon, sin embargo, eso no sonaba como una bueno idea. En su lugar fue a arrodillarse junto a él.

—Lamento mucho escuchar eso, Junmyeon.

Junmyeon no dijo nada, solo lo miro inexpresivamente.

—¿Cómo se llamaba?

Flechado 「Sulay」Where stories live. Discover now