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era temprano, muy temprano, ambos habían terminado de ducharse y de vestirse, el mayor vestía normal para ir a su facultad mientras que el menor llevaba puesto el uniforme de la escuela.

caminó hasta la entrada y dejó su mochila junto a la de hyunjin, luego regresó a la cocina, donde este se encontraba, preparando el desayuno de ambos y el almuerzo también.

-seungmin, mi cielo, si ya estás listo puedes sentarte, ya estoy por servir. -habló hwang frente a la estufa, apagando el fuego.

-hm... ¿puedo beber leche? -preguntó el más pequeño, abriendo el refrigerador para examinarlo.

-¿por qué preguntas? claro que sí. -el más alto servía la comida en dos platos y también en dos cajitas. -¿quieres que te alcance un vaso?

-por favor, hyung -dijo mientras sacaba el cartón de leche de almendras del refrigerador, lo puso sobre la barra y recibió el vaso con ambas manos, agradeciendo.

luego de servirse y regresar el cartón a su lugar, caminó hasta la mesa y se sentó. hwang lo esperaba para comenzar.

-bien, ¿a qué hora saldrás de la escuela hoy? -preguntó el mayor, echando un ojo a su teléfono mientras bebía de su café.

-a las tres, pero hoy solo trabajaré medio turno, así que estaré aquí a más tardar las cinco o seis. -seungmin se llevó un bocado de su desayuno a la boca.

-ah, perfecto, hoy salgo muy temprano de las clases, creo que a las doce o algo así. -explicó antes de repetir la acción de kim.

-¿y del trabajo, hyung?

-a las siete, mi amor.

-está bien, voy a extrañarte.

hwang soltó su teléfono y tomó la mano de su pequeño por encima de la mesa, entrelazando sus dedos. sabía lo difícil que era para su novio estar lejos por mucho tiempo, por ello trataba de darse tiempos en el trabajo para llamarlo o incluso visitarlo en sus horas de comida.

vivían juntos, sí, pero deseaban verse a cada segundo.

terminaron de alimentarse y fueron a cepillar sus dientes, jugando tontamente dentro del baño, burlándose del contrario por la espuma en sus bocas y riendo a carcajadas luego de escupirla y beber agua.

nunca estarían cansados del otro.

al igual que otros días, las horas fueron largas para seungmin, fingir una personalidad "adulta" -cuando en realidad eso no tenia nada que ver con sus gustos, pero igual tenia que actuar- le hacia sentir mal tanto en la escuela como en el trabajo, aún así conseguía ser bueno en sus tareas, y su esfuerzo era notorio, pero ponía aún más dedicación cuando su novio le repetía cuan orgulloso estaba de él.

luego de sus clases y media jornada de trabajo en una farmacia llegó a casa, colocando cuidadosamente su mochila en la entrada y quitándose los zapatos y los tres abrigos que llevaba consigo.

entró a su habitación y se cambió, se puso la pijama pues ese día ya no saldría mas, entonces miró sus juguetes, todos aquellos que él mismo había comprado o que hyunjin le había regalado.

su novio lo apoyaba mas que nadie.

suspiró sintiéndose aliviado, aquello le generaba mucha paz, y aunque extrañase mucho a su hyung en ese momento, pudo darse el tiempo para jugar.

se dejó llevar y pasó casi dos horas divirtiéndose, entonces recordó que tenia tarea y apurado la terminó justo antes de que el mayor llegara.

guardó sus libros con calma, se miró al espejo y se acomodó el cabello.

no escuchó cuando hyunjin entró a la casa, así que lo notó hasta que este entró a la habitación, con las manos detrás de la espalda, sonriendo.

-ya llegué, cielo.

-¡hyunjin! -estuvo a punto de correr hasta él, pero el mas alto le pidió que se detuviera.

-espera, pequeño, tengo algo para ti. -sonrió nuevamente, llevaba las gafas puestas. retiró las manos de su espalda y las puso frente a él, dejando ver que en estas escondía un par de calcetines con orejitas de perro.

los ojos de seungmin se abrieron cuanto pudo al igual que su boquita, exteriorizando sonidos puros de felicidad. había estado ansiando tenerlos desde hacía mucho tiempo atrás y hyunjin lo sabía bien.

-venia de camino a casa y los vi, así que trataré de conseguirte cosas de canes más seguido, ¿bien? -dijo hwang, sintiéndose satisfecho ante la reacción de su novio.

tomó los calcetines con sus manitas y los apretó, luego se lanzó a abrazar al mayor, agradeciendo repetidas veces mientras besaba su mejilla una y otra vez.

estaba feliz, estaba verdaderamente feliz de tener a hwang hyunjin, el chico mas dulce del enorme universo, como su novio.

t e a  ; hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora