sms ☆ muke (crack!)

Prologue.

N/A: Los capitulos de ésta novela son convos, o sea, casi no tienen narración, pero la mayoría tiene un poquito, así que espero que les guste la novela, gracias por leer♥

 Michael se dejó caer dramáticamente al sillón preguntándose que hacer, Calum lo miró expectante, ni siquiera sabían porque habían acordado verse en la casita del árbol que tenían desde hace mucho.

―No sé porque hemos venido aquí. ―tiró su lata de coca al vacío.

―Posiblemente porque alguien ―enfatizó el chico de cabellos morados mirándolo― quiso venir aquí a disfrutar de "los viejos tiempos".

― ¡Hey! ―lo golpeó en el hombro―, no es tan aburrido después de todo, digo, tenemos un Xbox, juegos, pizza, más videojuegos, y ¡muchas latas de coca-cola! ―festejó Calum.

―Eso no nos conlleva a la felicidad. ―susurró Michael para él mismo, sin embargo su mejor amigo logró escucharlo.

― ¡Claro que sí! ¡Vamos! ¡Tenemos cinco cajas repletas de Coca-Cola! ¡Y videojuegos!―protestó.

―No me refiero a eso ―dijo Michael―, me refiero a que la felicidad se necesita saber por medio del amor verdadero.

Ajá, el amor verdadero. Michael y Calum habían estado intentando del todo para poder conseguir a su amor verdadero, a la chica que satisficiera toda su vida, sus necesidades y su corazón, creían ciegamente en la unión de corazones y en el matrimonio, y no, no eran unos religiosos obsesionados. Ambos vivían en el pequeño pueblo de Broome, en el sur de Australia, y ambos disfrutaban de una playa enorme sólo para sus habitantes, ¿algo bueno de vivir en las orillas? Síp, la playa. Volviendo al tema, los dos habían hecho todo para captar la atención de las chicas, y por todo nos referimos a: fingir ser misteriosos, chicos malos, se tiñeron el cabello, se volvieron nerds ―algo que a sus madres les pareció increíble― y ahora estaban intentando hacerse punks rebeldes. Pero lo único que conseguían de las chicas era un: “Eres simpático, pero sólo te quiero como amigo”.

―Lo sé, necesitamos encontrar a alguien que nos ame a nosotros. ―suspiró el moreno.

Su situación económica era estable, pero aún así no tenían el suficiente dinero para darse lujos de tener un bonito auto e incluso playeras bonitas, era imposible.

Calum repentinamente atrajo hacia ellos una revista para chicas, dónde el titulo visible era: ¿¡Cómo encontrar a tu amor verdadero!? Calum sonrío y Michael instantáneamente negó con su cabeza.

De ninguna manera.

Y por alguna razón ―también llamada destino―, terminó aceptando hacer el estúpido test.

―Bien, entonces… ¿por dónde comenzamos? ―preguntó Michael.

― ¿Comenzamos? No amigo, tú eres el más desesperado por una novia, yo todavía puedo esperar.

A Michael le dio igual y decidió comenzar el test.

―Primero tienes que apuntar tu edad en la calculadora de tu teléfono. ―le indicó Calum, y así lo hizo, colocó un “18” en su calculadora.

Calum negó con la cabeza, ahora retractándose de haber visto esa revista, pero al ver la cara de esperanza de su mejor amigo, no le quedó de otra más que seguir dando indicaciones.

―Multiplícalo por el número de hijos que deseas tener. ―le indicó esta vez más calmado.

― ¿Y sí quiero tener ochocientos setenta y siete punto tres? ―preguntó Michael sarcásticamente.

Calum sonrió, podría acelerar el proceso de esa manera.

―A ver qué pasa, hazlo. ―le pidió.