Capítulo 9."Un loco, Grecia"

Începe de la început
                                    

-¡Hiciste trampas!- Contesté en shock con mi mano derecha todavía simulando unas tijeras. ¿Un CEO que se hacía ver como un hombre de hielo acababa de ganarme al piedra, papel o tijeras? Imposible. YO SIEMPRE GANABA AL PIEDRA, PAPEL O TIJERAS.

Soy como la Reina eterna del piedra, papel o tijeras.

-No. Las habría hecho si no hubieses jugado, pero lanzaste esas tijeras perdedoras- Señaló con un movimiento de cabeza hacía mis manos. - aceptando el reto y mi piedra las aplastó.

Estaba pavoneándose de haberme ganado. ¡El capullo estaba PA.VO.NE.ÁN.DO.SE! ¿Entendéis? Solo faltaba que simulase una L de "Loser" con su mano derecha y pegándosela a la frente me gritase : "Perdedora".

La manera en la que alzó las cejas como diciendo "Te jodes." fue prácticamente lo mismo para mí.

-¡Lo hiciste de repente!- Chillé desquiciada.-¡No me dio tiempo a pensar!

Él se rió en mi cara y se dio la vuelta caminando hacía mi habitación.

-Yo no tengo la culpa de que seas un poco... lentita.

No acababa de llamarme lenta. No lo había hecho.

-¿Perdona?- Dije ofendida, caminando hacía el pasillo por donde el acaba de desparecer.- Dichoso tramposo a donde crees que...ups.-

Choqué contra el pecho de Jace nada más entrar en el pasillo. ¿Por qué había dado la vuelta?

Levante mi mirada hacía su cara pero su rostro no me miraba a mí, miraba a una de las puertas del final del pasillo. Al segundo su brazo me movió hacia atrás.

-Sal de aquí y llama a la policía.

¿Qué?

-J-Jac..

-Grecia, sal de aquí, ya.

Sus ojos bajaron a los míos por fin y su mirada profunda y seria no me daba opción a rechistar. Estaba en un campo magnético en donde todo era intensidad proveniente de Jace. Me sentía pequeña y sumisa. También asustada.

-Pero..-

Un nudo se formaba en mi garganta y  llegaba hasta mi bajo vientre. No quería dejarle ahí, no cuando él parecía tan preocupado y serio. No cuando solo se respiraba tensión y algo malo y desconocido para mi estaba pasando y él se quería quedar solo con el problema.

Me cogió por el brazo y me giró de cara al salón. Con un pequeño empujón que dejaba ver que no estaba de bromas, me ordenó de nuevo.

-Grecia, sal de aquí ahora mismo o te las verás conmigo.

Le lance mi mirada más suplicante pero él no dudo ni un segundo. Sus ojos verdes destilaban intensidad y decisión por doquier.

Lo último que vi antes de salir de mi piso para llamar a la policía fue el gesto del mentón de Jace señalándome la puerta.

Con manos temblorosas y el móvil de Jace imitando a una morsa epiléptica marqué el numero y esperé a que contestaran. La comisaría de policía estaba a apenas diez minutos asique no tardaron mucho en llegar pero cuando lo hicieron Jace todavía seguía dentro y mis nervios ya no eran normales. Estaba loca. Más de lo normal.

No entendía que diablos estaba pasando para que Jace se pusiese así pero en esos cortos y a la vez eternos diez minutos mi cabeza había creado infinidad de teorías.

Había alguien armado en mi casa, habían asesinado a alguien y me habían empaquetado el cadáver, un extraterrestre se había trasformado en Marta Sanches y estaba en mi habitación, estaba en un programa de cámara oculta, me habían robad... espera.

Jefe, quiero un hijo suyo ©Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum