Capítulo 18: Un minuto.

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Deduzco que todos planeamos un plan en nuestra mente, incluso yo, por muy estúpido que sea. Pienso en cómo sería salir por la ventana y huir del país. Es así, quiero huir, cambiarme de nombre y no volver. Eustaquia sería un bonito nombre para volver a empezar. Por desgracia, debo dejar mis pensamientos y centrarme en lo que está pasando ahora mismo,  en la realidad. Mi mirada se encuentra fija en mi madre por lo que percibo un ligero movimiento de sus pies retrocediendo.

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- La cena estará en cinco minutos. - tras esas frías palabras sale por la puerta.

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Siento como mis músculos se relajan,  siento cómo me he quitado un gran peso de encima. Sin la presencia de mi madre aquí, parte de tensión se fue. Aún queda Dakota, pero su presencia no me intimida tanto.

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Miro a Dakota y ésta baja la mirada y sale por la puerta, por lo que veo, no ha sido tan difícil echarla para poder hablar con Harry a solas. Me giro hacia él,  aún se encuentra sentado sobre mi cama sus brazos descansan sobre sus rodillas y su cara expresa confusión pero no creo que sean más de las que yo siento. Sus finos y rosados labios están entreabiertos, no mucho, pero lo están. Parece que esté pensando o meditando sobre algún tema algo me dice que el tema que ronda por su mente es lo que acaba de ocurrir. 

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- Hay pocos objetos que pueden matar a un arphoniste, uno de ellos, la daga que llevaba tu madre en la mano.

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Eso a bastado para convencerme aún más de que no puede quedarse, de que no debe.

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Levanta su mirada y la posa en mí.

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- Me quedo.- dice firmemente.

·Niego a la vez que cruzo mis brazos sobre mi pecho, me está diciendo que la daga que llevaba mi madre es capaz de matarlo y lo único en lo que piensa es en quedarse. ¿No ve que esta situación está acabando conmigo? ¿No ve lo cansada que estoy de la lucha entre él y mi madre? Quiero tener una vida normal en la que no corra peligro constantemente y mi madre siga siendo la de siempre. Quiero vivir como cualquier otro adolescente en esta etapa de la vida. No quiero preocuparme constantemente de que el vecino y la mujer con la que vivo acaben matándose a sartenazos.

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- Si tu intención es morir esta noche, tranquilo, ya de mato yo.- digo irónicamente.

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- Tranquila, no puede matarme mientras siga teniendo aspecto humano.

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- Me da igual Harry.- pauso.- No vas a ir.

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No contesta ante mis palabras solo se levanta y camina hasta la puerta ya abierta.

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No sé para qué hablo si lo que digo le va a entrar por una oreja y le va a salir por la otra. Hablar con él no es como hablar con la pared ya que ésta es inanimada. Hablar con él es como hablar con un pez mientras se nada, igual de difícil que articular palabra debajo del mar.

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Camino hacia él y le cojo por el antebrazo, intentando frenar su paso. Mi gesto es inútil por la escasa fuerza que tengo comparada con la suya. Sigue caminando y yo soy arrastrada detrás de él. Con mi mano libre doy golpes en su espalda, para que me preste atención, pero como si nada. En este preciso instante hay una idea rondando por su mente, acudir al comedor y por lo que veo nada lo va a detener... ¿Porqué tanto empeño?

Dark Side |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora