🦇 Capítulo: 42 (Tyler) 🦇

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Me siento fatal, me duele muchísimo el haber perdido a Sofi por un error, una sensación de dolor total invade mi cuerpo y tengo ganas de acabar con todo. Por un instante pienso dejarla ir, pero me arrepiento, no puedo permitirlo, la necesito demasiado.

Ella ha salido por la puerta y yo no he podido hacer nada para detenerla.

Me tendieron una trampa, lo sé, pero no tengo forma de demostrarlo. Una idea fugaz pasa por mi abrumada cabeza y decido llevarla a cabo.

Cojo mi móvil y llamo a Adams para contarle lo sucedido y que me ayude a buscarle una solución, él se queda perplejo y me jura que me ayudará. Dos segundos después, recibo un mensaje suyo con un video, el cual abro de inmediato para quedarme confuso y a la vez alegrarme demasiado.

Bajo corriendo al lobby del hotel y rezo a Dios para que Sofi no se haya ido aún, solo han pasado veinte minutos desde que salió de la habitación y no es tiempo suficiente para que haya encontrado un taxi. Cuando la veo, las piernas me tiemblan de los nervios, ella está a punto de entrar al auto parara irse y la detengo. Tras mucho rogarle consigo que vea el video. Las lágrimas no cesan de caer por su rostro y una presión enorme me oprime el pecho hasta dejarme casi sin aire. Tras una angustiosa espera me abraza y siento desvanecerse esa atmósfera negra que me rodeaba hace apenas un segundo. En cambio, me rodeo de su aura colorida y feliz que logra que mis días tengan sentido.

(...)

Despierto temprano y junto con Sofi desayunamos, luego nos bañamos en la piscina para niños porque Sofi aún no termina de superar su miedo y después vamos a la playa para ver los caballos salvajes correr libremente. Cenamos con mis tíos y mis primos gemelos que por poco me hacen enloquecer y regresamos a la habitación exhaustos.

Para mí, el día ha sido un poco difícil, cada cosa que hice con Sofi me recordaba muchísimo a Emma. En la piscina para niños fue donde le enseñé a nadar cuando tenía 10 años y observar los caballos salvajes era su pasatiempo favorito; también, el día en que decidió quitarse la vida yo los estaba viendo con Allison. Son pequeños fragmentos de un oscuro pasado que por más que quiera olvidar no puedo, no tengo la fuerza suficiente para dejar las cosas como están y vivir mi presente.

(...)

Siento el espantoso ruido de un móvil a lo lejos, aún sumido en mi sueño protesto y escucho a Sofi hablar algo, pero estoy demasiado cansado como para prestarle atención.

—Cariño, despierta —me dice agitándome en la cama—. Tenemos un problema.

—¿Qué ocurre? —pregunto intentando saber la razón del por qué despertarme a esta hora, que supongo por la oscuridad que se filtra por las ventanas, es de madrugada.

—Mi madre está en la habitación de mi residencia —mis ojos se abren totalmente de golpe y ella resopla—. Al parecer alguien le ha dado el chivatazo de que llevo unos días sin ir a clases y ella ha ido a comprobarlo. Lleva allí desde por la mañana y pensaba que habría ido a algún sitio pero al ser tan tarde y no llegar me ha llamado y no he sabido qué decirle —suelta las palabras atropelladamente y siento su nerviosismo.

—Tranquila amor, ahora mismo lo recogemos todo y vamos para allá. Además, es el mejor momento para conocer a mi suegra —digo e involuntariamente hago una mueca.

—Creo que si pudiera te matara con sus propias manos —me contesta bromeando y ya se ve un poco más relajada.

Empaquetamos lo más rápido posible nuestras cosas y bajamos al lobby para entregar la habitación, Sofi se encarga de firmar unos papeles mientras yo le mando un mensaje a mi tío Sebas para informarle del cambio de planes. Una vez está todo listo —una hora después de la llamada de su madre— subimos al auto con la esperanza de que su madre no nos mate a ambos.

(...)

—Cariño, perdona por esto —me dice avergonzada.

—Sofi, no debes pedirme perdón, al contrario, fui yo quien tuvo la brillante idea de las vacaciones, tú solo me seguiste —le digo y aparto un segundo la vista de la carretera para darle un cálido beso en los labios. Vuelvo a centrar la vista en el volante y Sofi se queda dormida.

—Tú no conoces a mi madre, querrá culparte y si la dejamos hasta te demandaría por corromper a su niñita, y ni pensar que diría si supiera que hemos estado juntos —me causa gracia ver como menciona lo del sexo más roja que un tomate—. ¿De qué te ríes? A mí no me causa gracia que mi madre quiera acabar con mi vida, y con la tuya también para ser sinceros —se está poniendo histérica nuevamente.

—Sofi, no pasa nada. Ya estoy acostumbrado a no caerle bien a la gente, además, no creo que la locura de tu madre sea para tanto —le digo y ella hace un puchero.

—Solo dices eso porque no la conoces. Quiere cambiarme de universidad —me dice de repente.

—¿Estás hablando en serio? — le pregunto deteniendo el auto fuera de la carretera y al ver que ella asiente con la cabeza siento la sangre fluía por mis manos —¿Cuándo pensabas decírmelo? —le pregunto bastante irritado.

—Tyler, me lo dijo cuando hablamos por teléfono, mencionó algo como la Universidad de Neva York. Si no te lo dije fue porque se me pasó, estaba tan preocupada porque ella está en mi cuarto haciendo Dios sabe qué —contesta y las lágrimas empiezan a correr por sus hermosos ojos azules.

—Perdona, no debí hablarte así, soy un idiota —le digo y solo consigo empeorar su llanto.

—Sí que lo eres. Estoy arriesgando todo mi futuro por tí, buscándome los con mi familia y te he perdonado cosas que nunca podría hacer para que vengas a ponerte así porque olvidé decirte una cosa —me reprocha.

—Sofi, es que para mí es muy importante saber cada detalle que pasa contigo. Te amo nena, te lo he dicho muchas veces —le digo y siento como si me estuvieran apretando el corazón por enésima vez desde que la conozco.

—El amor no se dice, el amor se demuestra dice firmemente antes de centrarse en atender una llamada telefónica de su madre.

Yo aprovecho este momento para volver a poner en marcha el auto y continuar nuestro camino. Decido cambiar de carretera principal a por una secundaria y de esa forma poder llegar más rápido. Siento los gritos desenfrenados de mi novia a alguien a través del móvil y presiento que son a su madre. Cuando cuelga, se gira hacia mí para quitarse el cinturón de seguridad y apoyar su cabeza en mi hombro.

Llevamos aproximadamente una hora en el auto cuando una luz cegadora aparece enfrente nuestro y no me da tiempo a reaccionar. Un auto se ha metido en contra dirección y no parece querer detenerse, cosa que para nosotros es demasiado tarde, aprieto los frenos a más no poder pero es en vano. Un coche se nos viene encima y no puedo hacer nada, salvo tratar de proteger a Sofi con mi cuerpo. Un último recuerdo queda grabado en mi mente, las 4:44 am con Sofi apoyada en mi hombro.

¡¡¡¡Hola a todos!!!! Aquí les dejo un nuevo capítulo, si les gusta no olviden votar y comentar. Los amoooooo

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