Because it's Your: JAEMIN 재민

chapter eleven • 장 열한

– Sí sí, pasa grandullón– lo abrazó, le gustaba abrazarlo ya que según ella sentía como si fuese un poste de luz.

– Parece que ustedes se llevaron bien muy rápido– Kun comentó en tono pícaro.

– Ya huele a novios– murmuró ChenLe y salió corriendo después.

KiSung se quedó congelada al haber captado las habladurías de sus primos, YuhKei continuó caminando y por consiguiente ella lo soltó quedándose estática en la entrada.

– ¿Pasa algo Ki...?– YuhKei fue interrumpido.

– ¡Familia!– entraron los señores Park.

– Hijo, tenías que venir más tarde, ya que todo estuviera listo– dijo la señora Park avergonzada.

– Quiero ayudar señora, a fin de cuentas, también mi familia comerá– YuhKei respondió educado.

– Mejor hubieses ayudado a tu madre a preparar los postres– dejó las bolsas en la mesa de la cocina.

– Lo intenté, pero me corrió... dijo que no quería que arruinara la comida– se rascó la nuca.

– De acuerdo, entonces tú y Ki pueden acomodar la mesa, ¿De acuerdo?– le sonrió.

– Mientras pueda ayudar, todo está bien– le sonrió de vuelta.

KiSung lo miró, sonreír así de bello como él, le parecía tierno, pero de alguna forma siempre terminaba comparándolo con la sonrisa de ángel que posee su amado, JaeMin.

Eres extremadamente repugnante Park KiSung.

Se regañó en sus adentros.

– Ki~– YuhKei canturreaba repetidas veces frente a KiSung.

– ¿El qué?– la chica volvió en sí.

– Que me ayudes tonta– comenzó a reír por la expresión de ella.

– No te burles... Vamos pues, hagámoslo– le guiñó.

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– Muy amables por invitarnos, la cena estuvo deliciosa, espero que nos podamos reunir en otra ocasión en nuestra casa, les haré probar un platillo tradicional chino, sé que lo amarán– después de la palabras de la madre de YuhKei, la familia Wong hizo una reverencia ante la familia Park y los primos.

– Me hace feliz que lo hayan disfrutado, y si, espero volver a probar algo de comida tradicional, hace años que no lo hacemos– le sonrió la madre Park.

Las familias se despidieron, cuando fue el turno de KiSung y YuhKei, él le susurró.

– Te veo a la misma hora, no tardes– sonrió y se fue.

Ella solo asintió sonriendo, y rápidamente salió corriendo hasta su habitación.

Preparó sus cosas para tomar la ducha del día, una vez lista, la tomó, cuando salió, cepillaba su cabello, mientras se recargaba en el marco de su ventana, le dio un vistazo fugaz a su reloj de escritorio, este marcaba dos minutos para las 10:00 p.m., se sintió emocionada, pues esas palabras de YuhKei le habían animado mucho.