Capítulo 52: Redención

2.4K 167 11
                                    

Naruto y Shikamaru volvieron a Uzu y se fueron a dormir a sus respectivos hogares. A la mañana siguiente, mientras Naruto y sus clones estaban haciendo el papeleo rutinario, el rubio fue interrumpido por una sensación de dolor en los ojos. Se miró a un espejo, y vio como su nuevo Rinnegan estaba activo y como lloraba lágrimas de sangre.

-¿Por qué lloro sangre, Kurama?- preguntó el rubio.

-No lo sé, sinceramente.- dijo el zorro.

-Sentí como si alguien estuviese sacando algo importante que estaba sellado dentro mío... pero tú sigues aquí...- dijo el ojiazul.

-Oh, no... esto es muy malo...- dijo Kurama.

-¿Qué pasa?- preguntó el Uzumaki.

-Alguien tiene el Rinnegan, y acaba de invocar al Gedo Mazo...- dijo el Kyubi.

-¿Gedo qué?- preguntó extrañado el ojiazul.

-Gedo Mazo es el cuerpo físico del Jubi, el 10 colas. No tiene ni una sola gota de chakra, pero si se juntan los nueve Bijuus dentro de él, renacerá la catástrofe que apenas mi padre y su hermano pudieron derrotar...- explicó Kurama, para que luego el rubio se ponga serio.

-Ya tienen al 6 colas... vendrán hasta aquí en cualquier momento...- dijo el ojiazul.

-No debes esperar mucho más, al parecer...- dijo Kurama, y Naruto vio como las alarmas de intruso se activaban.

El Uzukage salió a la terraza, y en frente suyo se encontró con una escena horrible. Eran 10 hombres de túnicas negras con nubes rojas, miembros de Akatsuki. Uno tenía el pelo naranja, ojos Rinnegan y unas perforaciones por toda la cara. Otra tenía pelo azul corto atado en un rodete y unos piercings. Otro tenía la piel morena, la esclerótida de los ojos roja y la iris verde, y una mascarilla negra. Otro era un jorobado, pero en realidad era un hombre dentro de un títere con una cola de acero envenenada. Otro era rubio de pelo largo con un dispositivo en el ojo izquierdo. Otro era peliblanco, y tenía una hoz de 3 cuchillas roja por completo colgando en la espalda. Otro era Itachi, otro era Kisame. Otro era mitad pálido y mitad Moreno, y parecía que se lo tragaba una planta carnívora. El último, pero probablemente el más fuerte, tenía una máscara naranja con forma de remolino cuyo eje era un solo orificio para ver en la parte derecha. El pelinaranja sostenía a Hinata del pelo, la cual estaba muy herida. Además, Yugito y Fuu estaban noqueadas y siendo retenidas por Itachi y Kisame.

-Naruto Uzumaki, venimos en son de paz...- dijo el pelinaranja.

-Ya veo, y por eso vienen todos juntitos y con rehenes...- dijo el rubio.

-Tú vendrás con nosotros. También te recomiendo llamar a los otros Jinchurikis.- dijo el de máscara naranja de forma infantil.

-No lo permitiremos...- dijo Darui, que llegó acompañado de Kurotsuchi, Temari, Shikamaru, Akane, Baku, Kenpachi e Ichigo.

-Tranquilos...- dijo Naruto.

-Si vienes con los Jinchurikis, soltaremos a esta chica...- dijo el pelinaranja.

-Pain, Konan, Deidara, Kakuzu, Sasori, Hidan, Itachi, Kisame, la planta y el Uchiha; ¿Los puedo llamar así?- preguntó el rubio, mirando fijamente al de la máscara.

-Llámame Tobi, y a él Zetsu...- dijo el enmascarado, señalando a su compañero.

-Bien, Tobi, tendrás lo que quieres...- dijo Naruto, y automáticamente llegaron Gaara, Yagura, Roshi, Han y Killer B.

-¡¿Estás loco?!- preguntó exasperado Shikamaru.

-¿Recuerdas la única vez que te gané en el Shoji? Recuerda bien mis movimientos...- fueron las últimas palabras de Naruto, antes que todos excepto la inconsciente Hinata desaparecieran en un vórtice.

-No puede ser...- dijo Akane.

-¿Qué haremos ahora?- preguntó Temari.

-Eso debe haber sido una pista...- murmuró Shikamaru, el cual se puso a pensar.

-Espero que encuentres una solución rápido...- dijo Darui.

Mientras tanto, todos reaparecieron en un descampado, pero Naruto frenó a sus compañeros.

-¿Acaso no lucharás por tu vida?- preguntó Hidan.

-Sinceramente no me interesan, no son mi objetivo...- dijo Naruto, frenando un puñetazo de Kakuzu con sus manos.

-Te voy a asesinar yo mismo...- dijo el avaro, intentando darle una patada.

-Voy a eliminar a la escoria...- dijo Naruto, sacando su espada divina.

En 10 segundos; Kakuzu, Hidan, Deidara, Sasori, Kisame y Zetsu cayeron al suelo como una bolsa de patatas llenos de cortes profundos por todo el cuerpo.

-¿Qué?- murmuró Hidan, cuya cabeza no seguía unida al cuello.

-Eres inmortal, eh...- dijo Naruto, usando el Tsukuyomi en él y matándolo de muerte cerebral.

-¿Cuándo va a aprender la gente que no se puede pelear con este chico...?- preguntó Gaara cansado.

-Ustedes 4, sé exactamente quiénes son...- dijo Naruto, creando una mesa y varias sillas.

-¿Eh?- preguntó Itachi.

-Tomen asiento por favor.- dijo Naruto, y los de Akatsuki le hicieron caso.

-Creo que no necesitas hablar de mí...- dijo Itachi, recibiendo un asentimiento por parte del rubio.

-Konan y Nagato Uzumaki, ex-alumnos de mi maestro, Jiraiya. Ambos querían la paz para Amegakure, y ahora son terroristas...- dijo el rubio.

-¿Jiraiya?- preguntó Konan asombrada.

-Él me dijo que habían muerto, pero se equivocaba. Sé que las aldeas no les gustan, pero también sé que en el fondo quieren vivir en paz. Nagato, supongo que ahora eres tan flaco y desnutrido como un spaghetti, pero puedo ayudarte. También puedo revivir a Yahiko, todo depende de ustedes...- dijo el ojiazul.

-Puede que tengas razón, Jiraiya debe estar decepcionado de nosotros dos...- dijo Konan, y Naruto le dio la mano a ambos, Konan y Pain.

-Obito, no hace falta que te ocultes tras esa máscara...- dijo el rubio, y el enmascarado se quitó su velo.

-¿Qué quieres? ¿Redimirme? Estoy completamente decaído en la oscuridad...- dijo el Uchiha.

-Kakashi ha estado visitando tu tumba y la de Rin todos los días sin descanso, sabes muy bien que él no quiso asesinarla...- dijo el rubio.

-No importa su intención, él la mató y punto. El mundo en el que vivimos está plagado de guerras, y yo tengo el poder de cambiarlo...- dijo Obito, el cual fue metido en un repentino Genjutsu de Naruto.

En él, el pelinegro vio todo lo que tuvo que atravesar Naruto, su arduo entrenamiento (no le mostró lo de los dioses) y su resultado final. Obito sintió de golpe todo el poder de Naruto, aunque solo por un segundo. Volvió al mundo real, y vio a Naruto extendiéndole la mano.

-Ayúdame a cumplir el sueño de mi maestro y mi antecesor, ayúdame a crear un mundo Pacífico...- dijo Naruto.

-Espero que me des un rango especial en tu ejército...- dijo Obito, dándole la mano al rubio, para luego sumergirse en un abrazo de amistad profunda.

-Ellos sí se entienden mutuamente...- dijo Gaara.

De repente, todos fueron teletransportados de nuevo a Uzu, pero el por qué de esto te lo explicaré en el siguiente capítulo.

El Poder de los DiosesWhere stories live. Discover now