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Me senté en una de las mesas de madera dejándo en ella el montón de libros que había seleccionado para mi tarea.

-¿Porqué no lo haces mañana ____?-dijo Chris con voz peresoza-Tu trabajo es para el Lunes, y mañana es sabado; descansa hoy.

-Me conozco Chris, sé que si dejo el trabajo para después lo acabaré haciendo a última hora. Además, exacto; mañana es sabado y quiero pasar el día con mi mejor amigo sin necesidad de vernos para algo que tenga que ver con la escuela.

-Buen punto, y eso me gustó, creo que es lo más agradable que te he oido decir en días-sonrió.

Le miré con desdén. La sonrira que esbozaban sus labios desapareció y se convirtió en un gesto cauteloso.

Amm... creo que... iré a buscar un libro interesante-señaló con su dedo índice hacía los enormes libreros y sonriéndo nerviso, fue hacía ellos.

Revisé cada libro buscando la información con la que pretendía trabajar y anotándo en mi cuaderno toda aquella que me relevante. Me paré para buscar otro libro que me diera la información que me faltaba mientras se mantenía en los libros sobre la mesa para tratar de no tomar alguno parecido.

-Perdón-musité al chocar con alguien.

-Lo siento-dijo al mismo tiempo una aterciopelada voz varoníl.

Mi náriz respiró su aroma... era un perfume tan suave y dulce. Cuando levanté la mirada el ya se encaminaba de nuevo. Miré su cuello, tenía varios lunares que me eran díficil distinguirlos debido a la distancia a la que ya se encontraba.

Mi náriz respiró su aroma... era un perfume tan suave y dulce. Cuando levanté la mirada, él ya se encaminaba de nuevo; miré su cuello, tenía varios lunares que me eran díficil distinguirlos debido a la distancia a la que ya se encontraba.

-¡____!

Y la voz de Chris hizo que inmediatamente volteara a observarlo.

-¡Mira lo que encontré!-tenía un libro entre sus manos.

¿Amanecer? Chris, apenas llevo los dos primeros, ¡ése es el cuarto!-dije refiriendome a la saga de la historia que tanto me gustaba leer.

-Lo sé, pero, bueno, al menos ya sabes que cuando lo quieras leer, lo encontrarás aquí-se encogió de hombros.

Sonreí ante su comentario. Volví la mirada hacia donde se había ido aquel chico, pero ya no vi nada.

-Chris...-hice una pausa indecisa de continuar, pero a fin de cuentas lo hice-No viste a un chico con chaqueta de cuero negra, lentes oscuros y un gorro negro?-cuestioné recordando al extraño con el que había chocado minutos antes.

-No, ¿porqué? ¿Te hizo algo? ¿Intento asaltarte?-soltó una lluvia de preguntas con un mátiz de preocupación.

-No-reí-¿porqué piensas eso?

-Bueno, a como me lo describiste lo primero que me vino a la mente fue un ladrón, un secuestrador, un delincuente... no sé-se encogió de hombros frunciendo el ceño.

-Nada de eso Chris... olvídalo ¿sí?

Se encogió de hombros de nuevo y se volvió para ir a dejar el libro de donde lo había tomado.

Encontré la información que buscaba, y exhausta pero satisfecha, terminé.

Chris me llevó a casa.

-Hasta mañana chris-dije bajandome del auto.

Claro...-me sonrió-...de nada-susurró sarcastico para sí mismo pero alcanzé a escucharlo.

Me volví hacia él.

-Gracias...-musité.

El me dio una sonrisa a medias y se marchó.

Entré a casa, dejé mi morral sobre el sofá y me encaminé a la cocina; no tenía ni una pizca de ánimos para cocinar, pero si la suficiente hambre como para obligarme a hacerlo.

Apenas agarré el sartén, el timbre sonó. Suspiré enfadada y me dirigí hacía la puerta para abrirla.

Del otro lado había una linda señora como de unos 35 años, 33 tambien podia ser. Cabello castaño claro, linda sonrisa, con la mejillas ruborizadas de un color natural y una piel que a simple vista parecía ser suave.

-¡Hola! Soy Pattie Mallette, me acabo de mudar-señaló con su pulgar hacía atrás haciendo referencia a la casa de enfrente.

-Oh, soy ____, un gusto-le extendí la mano y ella la tomó.

Un placer ____. ¿Tus padres no estan?

-No-negué con la cabeza-Ellos están de viaje... Negocios-aclaré

-Oh... bueno, me hubiera encantado conocerlos, pero creo que estamos en las mismas condiciones; uno de mis hijos está trabajando ahora, y el otro creo que fue a la librería para estudiar. Mi esposo, en realidad trabajo mucho, tendrás suerte si lo ves salir de la casa-Rió-Pero no te preocupes, en cuanto mis niños se desocupen, les diré que vendan a presentarse.

-Me encantaría conocerlos.

-____, traje un pequeño regalo como acto de presentación. Espero que te guste-Dijo entregándome el postre que traía entre sus manos.

-Muchas gracias. Le llevaré el plato cuando lo termine.

-No te preocupes, cariño. No te presiones en terminartelo o no lo disfrutarás-sonrió.

Segundos después se despidió.

Me agradó. Era un persona géntil y el

pay era delicioso; aunque, con hambre a mí todo me sabe bien. Sólo comí una pequeña porción de aquel delicioso postre y preferí hacer participe a Chris al día siguiente.

Gracias a eso, ya no tuve que cocinar; así que llegada la hora me fui a descansar a mi habitación. Y acomodandome en mi cama, dejé que el sueño hiciera de mí su víctima...

Simplemente no quiero extrañarte esta noche (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora