2

4.9K 505 87
                                    

{Eren}

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

{Eren}


Había tomado un taxi hasta aquella dirección que todo mundo conocía, al estar frente aquel portón negro me sentí pequeño e indefenso, había secado mis lágrimas y mocos con la manga de la camiseta, enseguida apareció un chico pelirrojo.

—¿asunto? —me repasó de pies a cabeza con una mirada de molestia— .

—necesito hablar con...

—déjalo pasar Floch —Levi apareció detrás de él— seguro viene a visitar a Isabel

Los nervios invadían todo mi cuerpo, quería salir huyendo de ahí pero no había marcha atrás el destino generó un camino para mi.

Al llegar a la sala Floch se fue, estábamos solos y eso me incomodaba.

—Isabel no tarda —tomó asiento frente a mi— ¿acaso piensas pedir un aumento?

—no es a Isabel a quien busco... realmente vine a verte a ti

—entonces habla, no me gusta perder el tiempo —dijo en tono serio al mismo tiempo que se servía alguna especie de licor— ¿dirás algo o no?

Inhale la mayor cantidad de aire posible, y limpié el sudor de las palmas de mis manos.

—estoy esperando un hijo

—felicidades pero no es mi problema -le dio un trago a su bebida— si buscas renunciar eso es con Isabel

—es tuyo —mi voz salió en un susurro apenas audible pero sabía que Levi logró escucharlo, su expresión se tornó mas sombría y sus feromonas inundaron la habitación.

—y piensas que sólo por qué yo soy el padre me haré cargo de eso —bufó mientras señalaba mi vientre— yo no tengo que hacerme responsable de los actos descuidados de un Omega calenturiento

—yo no estaba en mi período de celo, estaba ebrio esa noche

—tienes razón, el que estaba en celo era yo y tú sólo fuiste algo que utilicé para satisfacer mis necesidades, los Omegas como tu son de una noche y nada más —se levantó de su lugar y llevó una de sus manos al bolsillo trasero del pantalón, lanzó un par de billetes a mi lado— así podrás quitarte el problema de encima

Algunas lágrimas cayeron de mis ojos, fui un estúpido al venir y pensar que Levi se interesaría por este bebé, aún siento atracción por el pero eso no significa que haría caso a lo que el dijera.

—creí que eras diferente

—soy como cualquier otro alfa adinerado, sólo me preocupo por mi reputación y bienestar, ni tú o algún otro omega son lo suficiente para mi no eres nada Eren

—¡eres un imbécil Levi!, no se como fue posible que me gustaras

—¿por qué pensaste que sería diferente?

—por nada

Me fui de ahí lo más rápido que me permitieron mis piernas ya que no tenía dinero para tomar otro taxi de regreso a casa.
En el transcurso del camino tuve mucho tiempo para poder procesar todo lo que estaba ocurriendo en este momento en mi vida, llegué a casa y Armin estaba esperándome en la sala con la mirada pérdida en alguna parte de la pared mientras sostenía una taza humeante entre sus manos.

—pensé que tardarías más —dejó la taza en la mesita y enseguida corrí a abrazarlo.

—Armin no se que hacer —comencé a llorar— creí que si le decía a Levi el —no pude continuar hablando ya que el llanto no me lo permitió

—tranquilo Eren —comenzó a acariciar mi cabello— sabías a la perfección como es Levi pero lo que el piense no importa en este momento ¿qué piensas hacer al respecto?

Me separé de su pecho notando que su suéter estaba lleno de mis mocos y lágrimas, enseguida las limpié con el borde de mi manga.

—su padre no lo quiere, y sería injusto que yo tampoco lo quiera aunque no estaba en mis planes, voy a tenerlo y será el bebé más feliz con una pequeña familia que lo quiere mucho ¿no es así Armin?

—si esa es tu decisión te ayudaré en todo lo que pueda

Apreté al pobre de Armin en un abrazo correspondido.

Demonios, apenas tenía 19 y ya iba a ser padre, pensaba en tener una familia pero no a esta edad y menos ser yo el embarazado y que el padre fuera uno de los alfas más reconocidos en la ciudad, esto de meterme en constantes líos se me estaba saliendo de las manos.

Subí de manera pesada a mi habitación después de cenar, Levi había perdido todo su encanto desde el día de hoy. Me tiré de espaldas sobre la cama y me puse a recordar todas las veces que había visto a Levi desde que lo conocí.

Recuerdo que estaba limpiando la cafetería después de cerrar y el había entrado molesto, era la primera vez que lo veía, cuando observó todo limpio y ordenado puso su mano sobre mi hombro para después felicitarme aunque enseguida se cubrió la nariz. Jamás entendí sus motivos y creo que jamás lo haré, después pasé días viéndolo seguido ir a la cafetería; siempre tomaba sus órdenes aunque fuera lo mismo, té negro al parecer nunca se aburría de beberlo.

Las lágrimas rodaron por mis mejillas y abracé fuerte la almohada para contener el llanto, el pensar que Levi podría amarme a mi y a este bebé provocaba una horrible y dolorosa presión en mi pecho haciendo salir más lágrimas de mis ojos, se vale soñar pero esas ilusiones sólo destrozaban mi corazón, estrujaban mi alma. Dolía horrible.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dulce esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora