¿Quiénes salvan al amor sino aquellos que se dicen llamar valientes?
Los cobardes no entienden el amor,
no les obliguen a rodar por mundos posibles,
ni mucho menos imposibles.
Ellos no saben lo que significa amar.
Ellos renuncian, ponen condiciones,
y nunca se quedan por más que dicen querer.
Cuando los cobardes se topan con el amor
les queda grande simular en el,
porque solo los valientes aprenden a amar.
Los cobardes se van sin intentarlo,
huyen, se escabullen...
Parece que no se les programó para el amor.
El amor solo lo encuentran los valientes
y por eso no le pertenece a cobardes,
ellos nunca aprenden a morir de amor.
El amor le pertenece a capaces,
valientes que se arrojan a la incertidumbre,
al ímpetu y a la codicia del bienestar de otro.
