- ¿O sea que sí lo estás? –dije refiriéndome a mi misma. 

- Enamorado de ti –sonrió- sí y mucho. 

- Eso era todo lo que quería saber –dije sonriendo. 

- ¿Tú… estás… enamorada de mí? –preguntó. 

- No lo sé –dije honestamente-, pero… quisiera averiguarlo. 

- ____, sabes que… tú estás en un “tiempo” y yo sí tengo novia, no creo… que sea lo correcto- dijo mirándome con seriedad. 

- Yo no te pido que la dejes, y yo no estoy muy convencida de querer ese anillo de vuelta. Así que… ese beso que te di –porque era verdad yo se lo di- fue más por que tú me lo pediste. 

- ¿Fue solo porque te lo pedí? –dijo en un tono algo doloroso. 

- A quién engaño –dije volviendo a mi tono natural de hablar- la verdad desde hace unos días lo quería hacer, pero sabía que estaría mal. Ahora el único infiel fuiste tú –dije riendo un poco. 

- Sí, pero por una extraña razón no me siento culpable –dijo tomando mi mano. 

Después de desayunar fuimos a los juegos que estaban en el mismo piso, había uno en especial que era para bailar, subías y tenías que estar pisando ciertos puntos cada que la pantalla lo señalara. Allí estuvimos jugando mucho tiempo hasta que me cansé de brincar y ganarle. 

- Creo que tenemos que ir a comer otra vez, tengo hambre –dijo tocando su barriga. 

- Claro, quiero ir a ver a los chicos, ¿te importa si vamos con ellos? –pregunté. 

- Claro que no, vamos –dijo y tomó mi mano. 

Llegamos a la cubierta y allí estaban todos jugando con un baloncito de futbol. Se estaban divirtiendo y cuando nos vieron sonrieron automáticamente. 

- ¡_____! –gritó Nash, Jack y Cameron al mismo tiempo. 

- ¡Hola! –dije muy emocionada. Corrí a sus brazos y ellos me cargaron. Estuvimos hablando y jugando unos minutos más, hasta que los chicos estaban hambrientos. Jack ya se moría de hambre. Fuimos a un restaurante elegante y allí disfrutamos de unas delicatessen, Matthew volvió a hacer lo de la servilleta y volví a reír como la primera vez. Al terminar estuvimos riendo de los chistes y las anécdotas que ellos nos contaban. La verdad era que lo estaba disfrutando. 

- Matthew, ¿y tú novia? –le preguntó Nash. 

- No lo sé –dijo encogiéndose de hombros. 

- ¿No lo sabes? –dijo sorprendido. 

- No, hoy prometí dedicarle el día a ____ –dijo y me sonrió. 

- ¿Tú exprometido? –preguntó Chloe. 

- Ni idea –dije también despreocupada- No lo pienso ver ahora. 

- Vaya… así que se han dedicado a ignorar a sus parejas –dijo Cameron. 

- 1: Dean ya no es mi pareja –me excusé- 2: no tiene nada de malo si paso un día con mi adorable amigo. 

- Nadie se quejó de eso –dijo Carter. 

- Al contrario, -continuó Cameron- me parece lo mejor que han hecho durante estos días. 

- Necesitábamos respirar un poco –dijo Matthew- qué mejor que con una gran chica, divertida, linda y traviesa como ____. 

- Cierto –dije yo- qué mejor que con alguien… interesante, divertido, chistoso, amable y cariñoso como él –dije bajando la mirada. La mesa se quedó en completo silencio. Hasta que Izzy carraspeó. 

- Bueno… eh… -trataba de iniciar ella- creo… que 

- Será un buen día para ambos –dijo Carter ayudándole. 

- Sí –completamos todos. 

Al terminar la comida, cada quien se fue con su pareja y yo caminé al lado de él por la cubierta, la puesta de sol estaba por terminar. Hice unas buenas tomas y luego nos sentamos en el barandal, él me ayudó a meter mis piernas por debajo de este y luego él metió las suyas. 

- A sido un gran día –dijo él. 

- La verdad sí, nunca me había divertido tanto –dije sonriendo. 

- Me alegra que te hayas divertido –dijo dándole un golpecito a mi barbilla como acostumbraba. 

Estuvimos en silencio unos minutos hasta que la puesta de sol terminó y luego, él lentamente tomó mi mano. Entrelazó los dedos y me miró dulcemente, quería acercarme nuevamente a besarlo, pero ahora tendría que aceptar el hecho de que estaba enamorada de él. Así que le sonreí y desvié mi mirada hacia la oscuridad que estaba frente a nosotros. 

- Escucha… -dijo él. 

- Dime –dije en un susurro. 

- Tengo que… ir a hacer algo importante, pero… en un rato te paso buscar a tu camarote, para luego ir al mío y ver una película. El día termina hasta que se cumpla la hora en que comenzó la cita –dijo sonriendo. 

- De acuerdo –dije sonriente. Me ayudó a salir de allí y caminamos juntos hasta el lobby donde se dividían todos los corredores. Él apretó mi mano y luego me abrazó. 

- Vuelvo en un ratito –me dio un beso en la frente.

- Está bien –dije y lo abracé más hacia mí.

Messages [Matthew Espinosa] ADAPTADA | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora