Capítulo 23

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Narra ____) 
Estaba un tanto incómoda cuando desperté. Pues sentía que todo el cuello me dolía. Me levanté y fui al baño que está en la habitación. Entré lentamente pues sabía que Nash y Chloe aún estarían dormidos. Entré y allí estaban ellos sobre la cama, Nash estaba detrás de ella abrazándola por la cintura y ella estaba frente a él sosteniendo sus manos. Se veían realmente tiernos. Sí, sí estaban vestidos. 

Me duché y me vestí rápidamente, usé una pantalonera negra y una camisa blanca de Aeropostal. Agarré mi cabello en una coleta y no me delineé los ojos, estaba totalmente al natural. Supe que en el primer piso había un gimnasio así que decidí ir. 

Tomé mi celular y lo eché a una pequeña mochilita que llevaba conmigo. Estaba caminando por el pasillo cuando me encontré a Danielle. Venía muy contenta. 
- ¡Buenos días! –dijo con una sonrisota. 
- Hola, buen día –dije yo tratando de sonreír. 
- ¿Cómo estás? –dijo deteniéndose. Incliné un poco la cabeza. 
- Me duele un poco el cuello así que iré al gimnasio de abajo –dije honestamente. 
- Que rara forma para curar el dolor de cuerpo, pero si eso te hace bien. Muy bien –dijo ella sonriente. 
- ¿Qué te tiene tan feliz? –pregunté, tanta sonrisa era raro para mí. Ella se sonrojó al instante y desvió la mirada – Oh –dije pensando en una noche con Dallas. 
- Bueno… es que tuve una linda noche –dijo ella sonrojada, parecía un tomate. 
- No necesito detalles –dije sonrojada yo también-, me da gusto por ti. Que tengas un lindo día –dije y caminé.
- Gracias tú igual –dijo y caminó hacia la dirección opuesta. Al parecer iba con el Espinosa. 

Bajé en el elevador y pasé por diversos pasillos. Muchas de las personas me sonreían o me decían “Buenos días”. Yo solo me limitaba a sonreír. 
- Hola –dije a la señorita que allí estaba. Ella me sonrió. 
- Buen día, ¿vienes a inscribirte? –preguntó. 
- Sí –dije con seriedad. 
- ¿Me das tu nombre y el número de tu camarote? –preguntó. 
- ____ Flynn, camarote 640-B –dije con media sonrisa. 
- De acuerdo –dijo tecleando algo en la computadora- Te parece si te muestro algunos de los aparatos o… quieres hacerlo por ti misma. 
- Me gustaría dar un paseo por aquí, en realidad no quiero una rutina, simplemente me gustaría correr un poco en la caminadora –dije honestamente. 
- Mira, todas las caminadoras están por allí –dijo mostrándome una gran hilera de ellas. 
- Gracias –dije y me acerqué a ellas. 
Estaba encendiéndola, puse mi celular enfrente de mí, me coloqué los audífonos y antes de que terminara escuché que decían mi nombre. 
- Hola ____ –dijo Carter a mi lado, también encendía una caminadora. 
- Buen día Carter –dije mostrándole una sonrisa. 
- ¿Ejercitándote? –como si no fuera obvio. Pero no quise hacerlo sentir mal. 
- Sí, digamos que necesitaba despejarme de alguna forma. 
- Es cierto, esta es una buena forma de aclarar la mente. ¿Por qué no fuiste a vernos ayer? –preguntó mientras corríamos. 
- ¿Ayer? No sabía que querían que los visitara –dije confundida. 
- Tú siempre eres bienvenida –dijo algo agitado- No tienes qué tener una invitación. 
- Bueno, gracias –dije apenada-. De todas formas estuve con Dean, así que creo que no pude haber ido. 
- ¿Sigue en pie lo de la boda? –preguntó, miré mi anillo dudosa. 
- No lo sé –dije honestamente. 
- ¿Te puedo decir algo? –preguntó. 
- Claro –lo insté. 
- No hagas nada que creas que en un futuro te arrepentirás. Piénsalo bien –me dijo. 
- Gracias Carter –dije girando mi anillo. Él me sonrió y se puso sus audífonos. 

Puse el reproductor de mi celular a todo volumen y usé los dos auriculares. Estaba concentrada corriendo, tan solo pensando en si debería de casarme con Dean. Pensando en porqué él se había comportado así anoche. Luego de estar corriendo un rato noté que Carter se despedía de mí con la mano y caminaba a los siguientes aparatos. Mi celular comenzó a vibrar. Rápidamente pensé que la hora feliz había llegado. Lee me había enviado un mensaje. 

“Buenos días. Acabo de despertar y aquí estoy para reportarme contigo. ¿Cómo estás?” –preguntó amablemente. Me bajé de la caminadora y me senté en una silla cercana. 

“Buenos días, estoy bien gracias. Pensé que no te acordarías de mí, que solo bromeabas con eso de mandarme un mensaje cuando despertaras, ¿cómo estás tú?” –envié. 

“Estoy bien. Nunca me olvidaría de ti. Desde el primer día en que tu mensaje me llegó por equivocación, supe que quería seguir hablando contigo. Hoy desperté con una sonrisa por el simple hecho de que hablaríamos” –recibí. Eso me hizo sentir completamente extraña. Una sonrisa no tardó en aparecer en mi rostro. Él también se había convertido en una parte esencial en mi día. Si no hablaba con él sentía que me faltaba algo por hacer. Lo estaba empezando a querer. 

“Vaya, sabes… tu también te has convertido en una parte esencial en mi vida. Gracias por tener un dígito diferente al de mi novio” –envié. 

“De nada, cuando tenga una conversación con la gente de la telefonía, les daré las gracias por darme este número. Te tengo que contar que yo también tengo novia, ¿lo recuerdas? De verdad espero volver a amarla como alguna vez lo hice” –recibí. 

“No te fuerces a sentir algo, admito que yo tengo novio y la verdad ayer me decepcionó mucho. No sé si deba seguir con él” –dije diciéndole la verdad. 

Caminé hacia el elevador y allí me encontré con James. Venía de la mano de una chica rubia. 
- Hola –dijo mi hermano. 
- Hola James, ¿quién es tu amiga? –pregunté curiosa.
- Hola soy Penny –dijo ella amablemente. 
- Hola –dije estrechando su mano- soy… 
- _____ –completó ella. Yo asentí y me puse a su lado, el descenso en el elevador fue silencioso. 

“Pues yo digo que no deberías de estar con alguien a la fuerza, pero qué te puedo decir yo. Estoy en las mismas” –me daba algo de lástima ver que una persona cómo él estuviera con una tipa que no lo valorara. Pero igual y no podía hacer nada yo desde acá. 

“Sabes, yo sí amo a mi novio, pero a veces me desesperan sus cambios de humor. Es tan lindo y luego se convierte en un pesado” –escribí. No sé por qué con él yo era tan sincera. 

“Eso no debería de ser así, contigo un verdadero hombre se debe de comportar de la mejor manera. Debe ser un caballero ante todo. No importa si la dama es insoportable o simplemente renegona” –recibí. 

“Si me conocieras te aseguro que lo caballeroso y lo galante se te quitaría. Creo que yo soy la culpable de sacarle lo peor, sus más oscuros pensamientos y los malos hábitos a los hombres” –dije honestamente, pues conmigo nadie era tan caballeroso y amable. 

Bueno, últimamente Nash y los chicos sí lo eran, pero… ellos ya tenían sus parejas, excepto Jack que se conservaba soltero. Llegué a mi camarote y tomé la cámara que Matt me había regalado. De la habitación salió Chloe con una sonrisa en sus labios.
- Hola hermanita –me dijo ella. 
- Hola Chloe –dije seria. 
- ¿Te pasa algo? –preguntó con seriedad. 
- No realmente, estoy bien –dije tratando de sonreír. Tocaron a la puerta y ella fue a abrir, en el umbral se encontraba Dean con una flor en la mano. ¿Este tipo de verdad estaba loco?

Messages [Matthew Espinosa] ADAPTADA | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora