I'm not the only one [XiCheng]

C U A T R O

Pasó el seguro y se dirigió hacia la entrada del establecimiento.

Su interior estaba un poco tembloroso por el encuentro que iba a tener con XiChen, aunque había dicho que sí podían verse después de aquella noche no pensó que iba a ser él el que iba a tomar la iniciativa de quedar con ese chico guapo.

—Sólo comportarte normal, como si nada hubiese pasado —Cheng metió sus manos a sus bolsos de la chaqueta y bajó la cabeza, sus mejillas se pusieron rojas—. Pero sí pasó y aun esta en mi... ¡Ah!

Soltó un pequeño grito de frustración y resopló.

Era mejor que eliminara aquellos pensamientos antes de que viera a XiChen y comenzara a ponerse tenso por el revoltijo que se enredada cada vez más en su interior.

En el elegante restaurante había poca gente sentada y la mayoría conversaba alegremente. Normalmente esos lugares no eran del agrado de WanYin, pero ese establecimiento en particular era importante.

—Buen día, joven —un hombre de elegante traje negro lo saludó amable y sonrió—. ¿Tiene reservación?

Jiang Cheng iba abrir la boca para decir que no la tenía y que quería una mesa donde estaría esperando a una persona, pero de pronto su visita se fijó en una esquina lejana del restaurante y lo vió, vestido de un elegante traje blanco y pulcro.

XiChen miraba el exterior  por el ventanal y sus labios formaban una pequeña sonrisa.

El doncel se sintió embelezaso por la imagen y cuando se sintió avergonzado de sí mismo alejó la mirada y la puso en la persona frente a él.

—Una persona me esta esperando —Cheng informó.

—Si es así, es bienvenido —el hombre se hizo a un lado y extendió la mano para darle el paso—. Disfrute su estadía.

—Gracias.

Después de aquello WanYin caminó lentamente hacia la mesa y se detuvo tres metros antes de llegar a donde estaba aquel pelinegro.

"¿En qué piensas?" El doncel pensó y suspiró "¿En que piensas tú, Jiang WanYin?"

No era un secreto su inseguridad y esa inseguridad era la que a veces le hacía odiar su persona, era como si la inseguridad lo detuviera con cadenas y no lo dejara moverse.

—YinYin —una dulce voz lo llamó.

Jiang Cheng parpadeó suavemente y alzó su cabeza. Sus pupilas se encontraron con las del contrario que estaba a pocos pasos de él y sonreía feliz.

Su cabello parecía más oscuro, el color de su piel parecía más brillante y esos labios parecían más dulces, sus hermosos rasgos parecía más sexys o al menos eso pasó por la cabeza del doncel.

—YinYin, te ves precioso —XiChen soltó son filtros.

Los ojos del menos se abrieron sorprendidos y de sus labios salió una risita nerviosa, sacudió la cabeza y dijo:

—También te ves guapo.

Finalmente se acercó a donde estaba el pelinegro y quedaron frente a frente.

Por reflejo WanYin se sonrojo y se rascó la mejilla. Sabía que el próximo encuentro sería incómodo, pero eso no le impidió ir a verlo, porque en verdad que quería verlo.

El doncel se mordió los labios y poco a poco bajó su cabeza, pero de un momento a otro un dulce aroma llenó sus fosas nasales y una sonrisa apareció.

Frente a él un hermoso ramo de gardenias brilló e hizo que sus ojos se iluminarán con una extraña y eufórica felicidad.

—Para ti —XiChen anunció—. ¿Sorprendido?