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Ago. 3, 2030

Gran parte de la mañana la habíamos ocupado en trámites yo por mi parte, buscando llenando papeles para que me aprobaran la visa de estudiantil y Tay llenando papeles para nuestro siguiente paso, hablando de nuestra profesión, habíamos decidido hacer especialización basada en la carrera de cada quien, sin querer tomar algunos meses de descanso. Apenas habíamos tenido tiempo de bañarnos para estar en la ciudad tan pronto como abrieran el lugar donde estábamos haciendo todos los tramites, por lo que a las nueve treinta estaba muriendo de hambre y ya empezaba a sentirme molesta por el tiempo de que Tay estaba tardando. Estuve tentada a ir a comer algo y romper mi promesa de esperar a O.A.

Puse un tiempo límite, como un juego tonto: "si en diez minutos no llega, voy por un sándwich, va a ser rápido y ni siquiera se enteraría" – me dije para justifica mi traición, pero lo que paso es que termino llegando antes de que el tiempo que yo misma impuse sin su consentimiento llegara a su fin.

Cuando terminamos de comer y sabiendo que teníamos que empezar a movernos respecto a todo lo que habíamos logrado averiguar, decidimos volver, hoy almorzaríamos donde sus padres y yo estaba encantada por tener mi primer almuerzo con su familia, por raro que pareciera, aunque los nervios aparecieron cuando estuvimos en la puerta.

Tras haber tomado el almuerzo al que acudió también la hermana de Tay para conocernos las caras de una vez por todas, tome un poco más tiempo hablando con la adolescente de diez y seis años que parecía interesada en que le hablara de mis conocimientos muy básicos respecto a filosofía recordándome a las preguntas curiosas de alguien que apreciaba, pero de la que era incapaz de recordar su nombre, pero si su rostro. La chica me comento que tan pronto terminara el colegio esperaba estudiar lenguas modernas para tener un trabajo que le permitiría viajar tanto como sea posible.

  — Incluso me he planteado irme de mochilera —dijo picando a su madre que nos acompañaba.

  — Puedes irte olvidando de ello —sentencio la señora.

  — Pero si mi cuñada me apoya —me miro haciendo pucheros —los mismos que hacia Tay cada que quería conseguir algo.

  — ¿Qué tal guía turística? —dije para contentar a las dos —puedes estar por temporadas en un país diferente y a la ves mejorar los idiomas que aprendas.

  — Me gusta la idea concordó la joven.

  — Gracias querida —dirigió su madre hacia mí.

  — Muy interesante y todo —, apareció Tay que había estado atendiendo una llamada —pero es hora de que conozcas el desorden de mi cuarto.

  — De acuerdo —hablo su madre —hay esta todo lo que necesitas saber antes dar el siguiente paso.

  — Mama —replico Tay ante su indirecta sobre el matrimonio.

En definitiva, era fan de todo respecto a viajar hacia el universo, los posters que decoraban las paredes de su cuarto y las colecciones que tenia de todo tipo de naves espaciales, delataban sus gustos.

  — ¿Entonces apruebo para el altar? —escuche que hablo a mis espaldas.

Su tono de voz no me permitió percibir si estaba bromeando o esperaba una respuesta sincera, ¿que se supone que le iba a decir?, cuando yo ni siquiera creía en el matrimonio.

  — Creí que, en estos tiempos modernos el tema no se hablaba hasta los cuarenta —esquive con gracia.

  — Se habla cuando se quiere —se encogió de hombros.

  — ¿Eso significa que quieres?

  — Eso significa que quiero saber que estas tan segura de esto como para hablar del tema a nuestros veinticinco y no esperar necesariamente hasta los cuarenta —ataco. Procesé sus palabras y supe que había llegado el momento del día para sacar a relucir lo sucedió el anterior.

  — Mi creencia no tiene nada que ver con mis sentimientos.

  — Qué manera de mostrarlo.

  — Tay, lo hice de manera inconsciente, en ningún momento se me pasaría por la cabeza hacer algo que te lastimé.

  — No me lastimo, me decepciono que actuaras de esa manera —apunto —siempre me lastima.

Siempre me lastima – Las palabras me golpearon en olas, repitiéndose en mi cabeza con un mal sabor.

Hablamos aún más, pero ese inicio de nuestra conversación era lo que recordaba con más claridad y lo que se repetía en mi cabeza, por más palabras que hubieran, el asunto aún no había quedado zanjado, por mi parte no me sentía en paz por lo sucedido, y aunque tenía al quien, me faltaba entender un poco más el porqué.

Esa noche mientras caminaba de vuelta a la casa,supe que algo se había roto, ¿podía recomponerlo?, seguro, pero iba a tener quedar un paso decisivo para hacerlo, una decisión para mostrarle que no habíandudas ni otras posibilidades, pero antes de lograr llegar a eso tenía cosas quecerrar.

QUIZÁ EN OTRO UNIVERSO © [Terminada]Where stories live. Discover now