Cap 11

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- Señora Suthiluck, lamento informarle....

- NO!!! No por favor....

- Se lo difícil que es esto para usted, así que tómese su tiempo. Lo siento.

Si hubiese sabido que todo esto iba a pasar abría actuado de manera diferente. Aún maldigo aquel día en el que mi estúpido pensamiento trato de apartarlos. Mi hijo, mi bebé, el es todo lo que yo siempre he querido y lo que siempre tanto ame y hoy luego de cinco años de una horrible tortura aunque pelee, patalee y llore finalmente debo despedirme de el. Nunca me imaginé que podría perderlo, nunca me imaginé que mis palabras y acciones me golpearian de la por manera y me arrebatarian a lo único que he amado más que a nada en el mundo.

Aún recuerdo cuando él nació, dos kilos setecientos cincuenta gramos, treinta y cinco centimetros, cabello negro y una sonrisa que podía derretir a cualquiera se encontraba justo entre mis brazos. Sus pequeñas manos se aferraron a mi rostro, mientras yo lloraba de felicidad y lo primero que el hizo al verme fue sonreirme. Estaba tan llena de felicidad. Mi madre me dijo que yo brillaba junto el y eso era verdad. Yo brillaba porque el era, es y siempre será la luz de mi vida.

Dicen que los padres no deben vivir más que los hijos y ahora yo me pregunto porque Dios está jugando así conmigo. Entiendo que fui mala y si tuviera la oportunidad de volver el tiempo atrás habría echo hasta lo imposible para evitar todo esto.

Perder a un hijo es lo peor que le puede pasar a una madre y juro que el dolor en mi pecho es algo que no se lo deseo a nadie.

Recuerdo bien el día en que me enteré que lo esperaba. El miedo y la felicidad me imvadian. Recuerdo sus primeros pasos, su primer palabra y los miles de dibujos en los que el me decía que me amaba. La pregunta que tanto me hago es porque fui así con el?. Porque no acepte que el amara a alguien más que a mí? Talvez fue por miedo.. miedo a perder a lo único que me quedaba en la vida y a pesar de que yo daría mi vida por el, ahora era el, el que estaba dando su vida por mi error.

Cinco años... Cinco años me la pasé intentando reparar todo lo que hice mal y ahora recibo lo que merezco. No soy digna de su perdón y mucho menos de su amor.

– Señora Suthiluck es hora.

Con una clara opresion en mi pecho camino a pasos lentos hacia la cama donde mi bebé se encuentra. El aún está dormido. Su rostro denota tranquilidad, su respiración es calmada y su hermoso brillo aún está en el y es por eso que aún no entiendo porque todo tiene que terminar así. Porque mi bebé debe apartarse de mi? Porque no soy yo la que yase en una cama de hospital?

Lágrimas ruedan por mis mejillas mientras el médico me da claras miradas llenas de dolor. Sabiendo lo difícil que esto es para mí. Mi bebe no reacciona, el no muestra ningún signo y sobre todo el no despierta.

– Puede darme un momento? Quisiera despedirme de el.

Con un leve asentimiento el médico me da mi espacio y rapidante se retira. Con mis manos aún algo temblorosa me acerco a su cama y observo cada uno de sus pequeños detalles tratando de guardar cada parte de él en mi memoria. Suavemente tomo sus manos y con un fuerte dolor en mi pecho suelto todo lo que guardo en mi interior.

– Mi amor. Lo siento. Yo.... Yo tenia miedo, miedo de perderte. De perder tu amor.. Fui egoísta y realmente lo lamento. Cundo despertaste y me diste esa mirada supe automáticamente que tú perdón sería algo que no tendría, que eso era algo que yo jamás iba a tener, pero sabes no me importo. Tú estabas despierto y si odiarme para siempre era el precio para que aún estes aquí yo lo aceptaba. Ahora te ruego que te levantes, dame una oportunidad. No me perdones, no me hables, ódiame, pero déjame morir primero..

Como siempre desde que el volvió a su estado de coma ni la más mínima reacción pude ver en el. Juro que cuando el médico me dijo que él se estaba dejando morir sentí mi corazón romperse en mil pedazos. Mi único hijo estaba prefiriendo morir antes que estar aquí y no lo culpo. Yo fui lo peor, yo fui la causa de todo esto y aunque me doliera el me estaba dejando y de la peor manera.

Un lo siento no hará que el no me dejé.

– Disculpe, pero..

– Lo se..

Mire a mi pequeño bebé por un momento más y sujete su mano con toda la fuerza del mundo tratando inútilmente que el continuará conmigo, mientras el médico procedía con su trabajo.

Un pequeño sonido resonó en la habitación, un sonido que me hizo ser la persona más miserable del mundo. La máquina que marcaba el perfecto compás de su corazón aún latiente, el mismo corazón que escuche cuando que el aún estaba en mi y el mismo que escuche cuando nació. Ahora ya no lo hacía mas..

– Hora de defunción.....

– No lo diga...

Rogue con cierta desesperación. Finalmente habían desconectado las máquinas de su cuerpo. Máquinas que lo mantenían vivo y junto a mi. Observe una vez más a mi hijo aún en su cama y con una voz temblorosa comense a cantar la misma canción que le había cantado desde que el estaba en mi vientre una canción que incluso hasta ahora el me decía que era su canción favorita

- Te amo hijo...

UnrealWhere stories live. Discover now