Y dicho esto último, se alejó de la mesa.

     —Vaya, tienes muchos fans. Pones a las nenas nerviosas.—subió y bajo ambas cejas con picardía— Lástima que solo te gusten los hombres dotados.

    Al instante un nombre vino a su cabeza; JongIn. Es que no podía dejar de pensar en ese hombre y en el encuentro que tuvieron hace unos días atrás en el restaurante.

     —Y dime.—se aclaró la garganta, quería disimular de alguna forma el interés que tenía sobre la conversación que estaba por empezar— ¿Tu cuñado tiene mucho tiempo de ser novio de tu hermana?

     —Más o menos, casi un año, no sé con exactitud. No hablamos mucho.

     —¿Qué? ¿Casi año? Pero si tú me dijiste que los novios de tu hermanastra no pasaban más del año con ella.

     Kyungsoo lo miró exaltado y BaekHyun no pudo evitar empezar a reír como loco.

     —¡Lo sabía, lo sabía! Te conozco tan bien, sabía que te había gustado el novio de mi hermanastra—le guiñó un ojo y dejó de prestarle atención al menú para seguir molestando a su mejor amigo—. Oye, estaba bromeando, apenas tienen unos meses de estar juntos. Pero supongo que pronto van a terminar por lo que he visto.

     —¿Por qué supones eso?

     —Porqué creo que la engaña.

     —¿De verdad?—frunció el ceño y antes de que pudiese preguntar algo más, un papel en blanco con un bolígrafo pegado en el, apareció a unos cuantos centímetros de su rostro.

     —Disculpe la molestia Chef. ¿Podría hacerme el honor de darme un autógrafo? Todos en el restaurante lo admiramos.

     Un hombre alto pelo negro con una camiseta blanca y un gorro que lo identificaba como chef de ese restaurante se acercó con los nervios al aire.

     —Por supuesto. —KyungSoo lo inspeccionó de pies a cabeza con una sonrisa. Tomó el papel y puso su firma en el, BaekHyun miraba la escena con ansias. Juraba que por unos segundos pudo sentir la tensión entre los dos.

     —Muchísimas gracias. —hizo una reverencia corta— Espero que disfruten de la comida.

     Y sin más que agregar, se retiró.

     —Bendito sea aquel que todo lo ve. Incluso a ese pedazo de hombre bañarse todos los días. —mordió su labio inferior— No puedo creerlo, parece que la diosa de la prosperidad está a tu favor y manda a todos estos hombres. Lluvia de hombres guapos y dotados, la única lluvia de la que quiero salir mojado. Amén.

     —Lo admito es un poco extraño. Ya me he encontrado con tres desconocidos que parecen ser perfectos para mi bebé. ¿Será una señal?

     —Una pene señal me parece.

     —Cállate, pueden escucharte.

     —Como sea. Debemos seguir con el plan, esta noche debes conseguir el semen sí o sí. Es la noche perfecta.

     —No quería aceptarlo BaekHyun pero no puedo dejar de pensar en el novio de tu hermanastra, él sería perfecto. Él es tan guapo, se veía educado, paciente y muy amable. Además, su sonrisa, hermosa.

     —Estoy confundido. ¿Quieres su semen o lo quieres a él? Parece que estabas a punto de dedicarle todo un poema, como a lo Pablo Picasso.

—Ese era un pintor, baboso.

     KyungSoo se dio cuenta de todas las cosas que había dejado escapar de su boca, todas las tonterías que estaba diciendo no tenían sentido alguno.

     ¡Él no quería un hombre!
     No necesitaba de uno.

—Lo que sea. Pintor, músico, poeta; no puedes esconder tu deseo por él.

     —Lo sabes perfectamente. No quiero un hombre.

     —Bueno, solo decía. Uno nunca sabe las cosas que pueden pasar, después de todo la diosa de la prosperidad está a tu favor.

     BaekHyun alzó las cejas y tomando el tenedor a su lado comenzó a deleitarse con el postre de fresa con dulce de leche que había ordenado. KyungSoo miró su teléfono, faltaban unas pocas horas para que la fiesta de JiNi diera inicio.

     —¿Qué pasa si no encuentro un hombre en la fiesta que me guste para ser el donante?—preguntó dejando escapar un gran suspiro.

     Byun con la boca llena de postre lo miró fijamente. Debía descubrir la forma de que su mejor amigo pudiera encontrar a alguien, y conseguir el semen o conseguir al hombre. En su cabeza pasaron mil y un escenarios donde se veía fracasando en la misión, conocía a KyungSoo perfectamente; no iba a poder entablar una conversación normal por más de cinco minutos con cualquiera de los invitados en esa fiesta.

     Entonces debía buscar la forma de asegurar ese embarazo. Frunció los labios en un intento de concentrarse y recordar donde había dejado las "pastillas del amor" que había guardado para una ocasión especial.

     —Ya terminé de comer hyung. ¿Vamos a mi departamento? Es que necesito buscar unas cosas, podemos salir desde ahí e irnos a la fiesta. —pidió dejando de lado el plato.

     —Pues si tú quiere, me parece bien.

     Pagaron la cuenta y KyungSoo dio un par de autógrafos más antes de partir.

El adn perfecto.Where stories live. Discover now