El adn perfecto.

5. Fiesta en la habitación.

Disponía de al menos unas dos horas más para terminar lo que había empezado. Su reloj marcaba las diez en punto de la noche, pero sabía que en menos de una hora todo estaría resuelto. BaekHyun mordió su labio inferior cuando escuchó un gran rugido venir de su estómago.

     —¡Mi comida!—recordó el pequeño favor que le había pedido a la cocinera. Miró a su amigo sentado en un alargado sillón anaranjado neón y se encogió de brazos.

     Al parecer KyungSoo estaba en perfecto estado hablando con el señor cuadritos, el stripper, el chef y todo los demás personajes que parecían ir desbloqueando uno por uno. El joven Aiko, era un japonés qué pasó por muchas cosas duras en su infancia, y al parecer había descubierto su amor por la cocina cuando por la televisión vio a KyungSoo en programa como invitado especial; en esa ocasión le pidieron cocinar su receta favorita y desde ese momento es su ídolo.

     BaekHyun salió de la habitación sin avisar, pues no quería interrumpir el momento mágico. Su amigo estaría bien. Puso su mano en su estómago cuando otro sonido salió disparado, tenía mucha pero mucha hambre.

     —¡Baek! ¡BaekHyun!—JongIn alzó la voz cuando lo vio a punto de cruzar las puertas de la cocina— Hey, hola. ¿Dónde estaban?

     —Larga historia pequeño JongInnie. Larga historia para otro día, si me disculpas me estoy muriendo de hambre.

     —Espera. —lo tomó del brazo— ¿Dónde está tu amigo, el chef KyungSoo?

     Y los posibles escenarios de la respuesta que aún no recibía comenzaron a llegarle uno a uno a la cabeza de JongIn. Podría estar en el baño, o tal vez estaba por venir, tal vez estaba afuera vomitando... o incluso podría... podría

     —Está con un stripper, ahora nuevamente, si me disculpas.—dijo con total normalidad. Los ojos de JongIn se abrieron de par en par, y sentía como un pequeño sentimiento de celos se apoderaba de su cuerpo. Apretó un poco más su mano en el brazo de su amigo— ¿Podrías soltarme? De verdad necesito comer.

     —Debes llevarme ahora mismo.

     —¿Debería hacerlo por?—frunció el ceño.

     —Por favor.

     —Suéltame primero.—le ordenó y JongIn al instante obedeció— ¿Por qué de repente tanto interés en él? ¿Acaso te gusta? ¿Es acaso un interés repentino?

     JongIn soltó una carcajada.—¿Un interés repentino? ¿Hablas en serio?

     —No me moveré ni un centímetro si no respondes mi pregunta. Y no te rías.

     —No me rio porque me esté burlando. Me estoy riendo porque me parece increíble que nunca te hayas dado cuenta de lo que sentía. No es un interés repentino. ¿Por qué crees que siempre iba a buscarte al restaurante? —preguntó alzando ambas cejas— O, ¿por qué siempre te preguntaba por tu jefe, cómo estaba, cómo te trataba?

     —Pensé que estabas siendo fastidioso. Y que querías arruinar mi día.—respondió con sinceridad y JongIn lo fulminó con la mirada.

     —Incluso una vez te dije que me gustaba. Pero al instante me retracté y te dije olvidado. ¿No era muy obvio?

     —JongIn creo que empezaré con explicarte que la mitad del tiempo, siempre que hablas conmigo no te pongo atención.—dijo y sonrió un poco apenado. No se sentía orgulloso de sus actitudes pero es que de verdad no le gustaba tener mucho contacto con los novios de su hermanastra— Pensé que salías con JiNi.

     —Ya lo expliqué y también ya se lo dije a ella. Estoy fuera, quiero decirle a KyungSoo que ha sido mi amor imposible durante dos largos años.