Breathe { HyunMin - Stray Kids }

Dos

Sus manos siempre están frías, pero cuando me acaricia las mejillas suelen quemarme, siento como si regulara mi temperatura, como si en este frío de invierno me ayudara a conseguir un poco de calor.

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Nos gusta ir al parque, queda a unas tres o cuatro cuadras de nuestras casas, caminando nos queda a 40 minutos, pero es que nos gusta salir a correr y encontrar juegos nuevos en nuestro camino y así es como nos demoramos más. El parque queda al otro lado del canal, en este tiempo suele haber mucha agua por lo que tenemos que ser precavidos, mi madre no le gusta salir de casa así que vamos solos, su madre trabaja así que él sale sin permiso. Si se llega a enterar de que vamos a ese parque, en pleno invierno, y que jugamos hasta que el sol cae, nos va a regañar a los dos, y su madre da miedo.

A pesar de ser invierno hay un sol que apenas calienta la tierra, pero al menos hay, y el sol me gusta porque se parece a mi mejor amigo, Hyunjin. Él ilumina mi vida, ilumina la forma en la que veo las cosas, y si no fuera por él yo... tan solo no seguiría aquí.

— Diciembre 2012.

II

El jueves en la tarde de esa semana de octubre, Seungmin había empacado todas sus cosas, caja por caja, todos sus recuerdos, sus juguetes, su ropa, sus libros, todo, absolutamente todo. Su padre había pedido una semana de vacaciones el mismo día lunes, así que ayudó a su hijo a preparar todo para poder alistarse y así mudarse.

No pudieron llevarse muchas cosas, estaba todo al nombre de la madre de los Kim, pero al menos pudieron llevarse lo esencial; cocina, refrigerador, camas, y un armario para dos. Su padre consiguió un préstamo en el banco central con la ayuda de su hija, y con la misma ayuda pudieron conseguir un departamento cerca del trabajo de su padre, para así en el futuro poder ahorrar en transporte. La mudanza salió más barata de lo que su padre pensaba ya que fueron realmente pocas cosas.

Su padre, un hombre amble y sumamente trabajador, estaba realmente destrozado de tener que mudarse del mismo hogar que tenía hace ya 25 años. No podía evitar llorar ante su hijo al sentir que todo por lo que había trabajado se lo habían arrebatado como un dulce a un niño, su aún esposa no había tenido compasión alguna por ambos, no podía creer que después de haberle dado tanto lo tratara como a un perro, quizás la iba a perdonar por hacerle eso, no se esforzó mucho por su matrimonio desde hace ya muchos años y se sentía culpable de lo que pasaba, pero lo que jamás le perdonaría es que dejara prácticamente en la calle a su hijo, a quien dio a luz, a quien se suponía quería y amaba con todo su ser.

Seungmin se sentía sumamente ansioso, incluso se había tomado sus medicamentos antes de la hora para poder combatir un poco ello, pero ya era imposible, cambiar toda su rutina de una semana a otra le iba a ser complicado, salir de su nueva casa iba a ser el doble de complicado ya que no conocía nada, y tener un ambiente social nuevo era realmente complicado para él.

Agradeció que sus dos únicos amigos llegaran a su ayuda cuando les comentó lo que sucedía, así que, entre su padre, su hermana y sus dos amigos, subieron todas las cosas al tercer piso de un departamento que quedaba alejado del canal donde estaba el parque que visitó el día lunes.

— Hay que ver el lado positivo de esto. — Mencionó su amigo Jisung, un joven estatura baja de piel trigueña y contextura delgada, quien afirmaba la puerta mientras Felix, el otro amigo un poco mas alto que Jisung pero no más que el joven Kim, ayudaba a Seungmin y su padre a entrar la caja que contenía el refrigerador. — Ahora estás más cerca de mi casa, ahora puedo venir a visitarte todos los días.