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Artista

La primera vez que te vi supe que amabas lo que estabas haciendo, cuando te movías con tu guitarra por el escenario.

"Mon amour, vamos a ser leyendas" me gritas con tu guitarra entre tus dedos mientras un cigarrillo baila en tus labios. 

"Soy el rey y vos sos mi reina, y este va a ser nuestro cielo" recuerdo escucharte decirme entre jadeos mientras ponías una de tus manos tatuadas sobre mi mejilla en la parte de atrás del escenario antes de que corrieras a tocar.

Y se que si hay una luz al final de todo esto es solamente el sol reflejándose en tus ojos, y si ves una luz entre tus sueños es el sol filtrándose por una grieta entre mis muslos.

Sos un joven dios, una estatua al pie de la libertad y yo no puedo evitar sentirme atraída a tu desgarradora y tatuada altura. 

"Soy un asesino y mi única arma son mi dedos" me gritaste desde arriba de la tarima en medio de un ensayo, recuerdo reírme y decirte que si, recuerdo frescamente decir que si, cualquiera se moriría por vos al verte tocar.

Toda mi vida me había sentido como si estuviera sentada al fondo de una piscina, sin poder escuchar bien, con los sonidos adormecidos, hasta que te conocí, y con tu música me hiciste flotar, reventaste mi burbuja para hacerme bailar entre tu humo y tu tinta.

"Se que queres ir al cielo pero sos una humana, y si queres ir al cielo deberías tener sexo conmigo esta noche" me susurraste sonriendo la noche en que te conocí con una botella de cerveza entre tus dedos tatuados.

"En otra vida estoy seguro de que fuiste la novia de Alex Turner, pero por surte en esta sos la mía" dijiste mirándome de arriba a abajo con una sonrisa de adoracion para terminar rodeando mi cintura con tus brazos atrayéndome hacia vos.

Agarraste mi mano entrelazando nuestros dedos, "¿Para que queremos hijos si podemos tener fans que nos recuerden?" les dijiste riéndote a todo aquel que juzgara nuestra forma salvaje de vivir. 

Escucharte tocar esperando que bajes del escenario para escucharte gemir mi nombre, agarrando mechones de mi pelo corto entre tus dedos y diciendo que estas tan enamorado de mi. 

Me sonreíste una incontable cantidad de veces desde el escenario, corriendo tu flequillo largo de tus ojos, moviendo rápidamente tus dedos, bendiciendo a toda mujer en la que posaste tus ojos por unos segundos, luciendo todos tus piercings y tatuajes como si fueran accesorios y la pieza de arte fueras vos.

Luciendo jeans negros rasgados, vans y camiseta de bandas sin mangas como si fueras un modelo, con lentes negros de sol durante el día para ocultar las ojeras que delataban cuanto habías amado rockear hasta la madrugada la noche anterior.

Y ahi fue cuando me enamore perdidamente de vos, primero de las letras que corrían por tus venas, y después de tu mirada.