Because it's Your: JAEMIN 재민

chapter nine • 장 아홉

– Yuta, entonces vamos a tu casa– dijo la chica, entrelazando su brazo con el de él.

– ¿Segura que no quieres ir primero con el tal JaeMin ese?– cuestionó.

– No... Le llamaré luego– le sonrió.

Y tomaron otro rumbo, cruzando otra calle, en vez de ir hacía la derecha.

Al menos Ki sabía el nombre del chico, "Yuta", así que ahora estaba completamente segura de que ese chico no es coreano, aunque habla muy bien el idioma.

Llegó al instituto, ya era muy tarde, al rededor de eso de las seis, los descansos se daban en el horario vespertino.

Al entrar, pudo escuchar tenis rechinando, balones golpeándose contra el suelo, respiraciones agitadas, supo al instante que su entrenamiento había sido de cierto modo agotador, aunque los entrenadores dijeran lo contrario.

Cuando se sentó en las gradas, pudo ver que además de ella, habían otros alumnos, así que supuso que no sería la única extraña que visitaría a los chicos.

– ¡Mark!– exclamó al ver que los chicos daban por terminado su entrenamiento.

– ¡Ki!– respondió él junto a los demás.

Curiosamente JaeMin sólo la miró y sonrió, buscando entre las gradas a alguien, lo que supuso KiSung, es que buscaba a BoJin, ella sabía que no iría, pero lo supo muy tarde, ya que cuando iba de camino, la botella de JaeMin la había sacado, o eso es lo que creyó hasta que abrió la mochila y vio allí siete botellas.

¿Se la daré?

Se cuestionaba ante tal situación.

– Que sorpresa Ki– comentó JeNo.

– ¿Mark no les dijo nada?– todos negaron– Mark, cuando necesito que seas chismoso no lo eres– fulminó al nombrado.

– Me disculpo– bromeó.

– Tomen chicos, seguro que el agua que traían se la han acabado– les ofreció a cada uno la botella.

Incluyendo a Hendery, XiaoJun y SiCheng.

Escondió bien la botella restante, decidió entregársela, sino no tendría sentido haberla llevado.

– Chicos ahora vengo, iré por algo de tomar, traje botellas para todos ustedes menos para mi– rió levemente.

– De acuerdo, sólo no tardes– dijo ésta vez HaeChan.

– Sí y gracias por el agua– dijeron todos los demás.

– No es nada chicos– les sonrió y se fue de allí.

Por una parte si tenía sed, así que aprovechó para ir primero a la máquina expendedora de bebidas de allí.

Al llegar pudo ver el cuerpo masculino de alguien allí parado frente a la máquina, rápidamente supo que se trataba de JaeMin, sacando algo de la misma.

– JaeMin...– susurró.

– ¿Oh? Hola KiSung, cuánto tiempo– le sonrió.

– Ah... Si, hola– se empezaba a poner nerviosa.

¿Qué te pasa KiSung? Es tu amigo de años, ¿Por qué de pronto tan nerviosa?

Pensaba repetidas veces.

– ¿Estás enferma?– él frunció el ceño.

– ¿Eh? ¿Por qué?– se tocó la cara y se dio cuenta de que su temperatura estaba considerablemente alta.