La Última Semana del Mundo

Capítulo 16: La desgracia 5 meses después: Parte 2

Después de todo lo sucedido evacuaron a todas las personas de los suburbios por si los maleantes regresaban. Zoe contó todo lo que sucedió sin dejar ni un detalle por fuera. Sadna fue puesta en investigación mientras todavía estaba inconsciente.

La llevaron a un hospital y reportaron todo de inmediato a Tricks y a Mr. Crasten. Cuando Morgan llamó y dio el reporte, un sollozo salió de la débil voz de Tricks. Sabía que Sadna estaba pasando por cosas muy malas.

Ella, despertó y al poder abrir los ojos, empezó a gritar y a volverse loca. Los doctores la tuvieron que amarrar a la camilla para que no destruyera nada y que no lastimara a nadie. Gritaba desesperadamente "¡CARL! ¡CARL!" sin parar, en cada suspiro.

En un momento se detuvo y solo comenzó a llorar desconsoladamente. Se quedó sin fuerzas y solo podía pensar en que no pudo salvar a su padre... O bueno, padrastro. Ella pensaba en todo lo que no le había contado acerca de sus aventuras y de Tricks y Morgan y todo lo que se le permitía contarle... Pero no lo hizo.

Sadna no podía dejar de pensar en eso. Tricks entró por la puerta preguntando por ella con tono de desesperación. Llego y la abrazó muy fuerte lamentando lo sucedido.
–¡Tricks! Carl...
–Lo sé Sadna. Lo sé todo. Sé cómo te sientes. Sé lo duro que es para ti todo lo que está pasando.
–¡No pude hacer nada! Todo pasó demasiado rápido. No soporté el poder del chip y lo único que recuerdo es cuando ese hombre se desapareció...
–¿Hombre? ¿Cuál hombre?
–¿No es que interrogaron a Zoe?
–Ella no mencionó nada de un hombre que se escapó... Sólo mencionó a dos y uno de ellos... bueno... hizo lo que hizo, y tú los mataste a los dos...
–¿¡QUÉ!?
–Sí, Sadna. Se han archivado muchos casos en donde las personas que se les da este poder olvidan todo lo que hicieron mientras lo usan.
–P...pe...pero...

En ese momento Sadna se volvió a desmayar. Cuando despertó, se encontraba atada a una silla sin poder moverse. Una mujer entró en la habitación y la miró fijamente.
–Hola, Sadna. Mi nombre es Tori Pitlegush. Supongo que sabes quién soy.– dijo la mujer muy formalmente.
–Pitlegush... Claro, eres la madre de Constance... ¿pero, que haces aquí?
–Fácil. Mi esposo es científico y yo abogada. Cometiste homicidio y tu amiga dio falso testimonio.

Sadna miró hacia un lado y vio a su amiga Zoe sentada a su lado. Ella estaba cabizbaja y no hablaba.

–Habla tú. El señor Tricks dijo que había un hombre más allí.–dijo entrevistándola.
–Claro que sí. Eran tres hombres. El tercero... el tercero mató a Carl... El chip actuó y yo nada más recordé cuando el tercero... El tercero.
–¿Qué hizo? ¡Habla!
–El... sólo se levantó la manga de la camisa... Tenía un... ¡Él tenía un chip!
–¿¡Qué!?
–Se movía más rápido de como me movía yo. Desapareció con solo un movimiento y sus ojos se tornaron de un color verde... como el tintineo del chip. Eso significa que...
–Ese hombre era parte del Grupo de El Este.

Sadna quedó impresionada con todo lo que estaba pasando y Zoe comenzó a llorar.

–¿Porque lloras, Brown?–dijo la señora Pitlegush.
–N...no quería causarle problemas a Sadna por lo que últimamente ha pasado, así que mentí. Sadna en serio lo lamento mucho...
–No te preocupes Zoe... estaré bien. Los superaré. Después de todo se supone que soy la más fuerte, ¿no?

Zoe sonrió feliz. Sadna todavía estaba muy triste, pero pronto se recuperaría.