V

1K 67 1
                                    

Me contó algunas cosas más de ella mientras tomaba su café con leche. Me había parecido una mina perfecta por su forma de ver el mundo, casi idéntica a la mía.
Hasta que al final estamos caminando de nuevo a nuestras casas hablando de todo otra vez, pero en la esquina la voz de Leoni se detiene de pronto

— Están mis tutores en casa — señala un auto preocupada  — Me van a matar — toma mi mano y camina rápido apurando también mi paso. Camina por entre el callejón de nuestros balcones y me señala una pared — Ahí es mi patio te doy vía libre a él cuando no quieras estar en ningún lado. Solo fijate que no esté ese auto negro y podes olvidarte de todo el tiempo que quieras — susurra — Chau, sos re piola — palmea mi hombro y empieza a subir la pared por unos ladrillos fuera

Sonrío cuando mueve su mano en gesto de saludo cuando ya esta cruzando al otro lado.

Giro para entrar a casa y a penas lo hago me quito el abrigo. Hacía frío ahí dentro y me hacía bajar el humor de haber estado con ella.
Prendo la calefacción y me tiro en el sillón boca abajo, respiro, exhalo, de nuevo al ambiente frío.

Me levanto y camino desganado a mi cuarto para entrar en el balcón, no tenía esperanzas de nada más que encontrar al gato de Leoni y que con su pelaje suave me cure un poco. Pero no lo encuentro, entonces la luz de esperanza se apaga igual que mis ganas. Voy a mi cama y me entierro entre las sábanas, odiaba esto, llegar y sentirme solo físicamente de nuevo.

— Tomi — escucho un chasquido entonces me levanto como un viento y me acerco a la ventana disimulando mi desespero — Me comí la cagada a pedos de mi vida — rueda los ojos y se apoya en la baranda — Sos muy silencioso

— Me siento mejor sin decir nada — acoto y ella acata el dato asintiendo. Su gato aparece por la puerta

— Entonces no digamos nada, como antes — guiña un ojo. Suspira y prende un tabaco — Lo último que nos queda — eleva sus dedos que sostenían el cigarro y vuelve a apoyarse mirándome vacilona. Sus ojos brillaban

— ¿No te sentís peor fumando tabaco? — niega

— Es legal, la mari me cuesta más conseguirla porque no puedo ir a un kiosko cerca y pedirla así como así. Además de que me siento mal todo el día por mi misma, ¿y me voy a sentir mal por un puto cigarro? — chasquea la lengua y niega contestando su propia pregunta — A vos, con el alma rota, ¿algo te puede hacer sentir peor?

— No

— ahí tenés la respuesta a tu pregunta — suelta el humo a penas termina de hablar

—————

pasenme sus users en plato xd

balcón | cro [COMPLETA☑️]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum