Dos almas desnudas

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Llegamos al estacionamiento tomados de la mano aún, solo me suelta cuando llegamos a su coche para abrirme la puerta, yo entro y siento que me tiemblan las piernas por lo nerviosa que estoy y por lo que está por ocurrir, apenas se monta al coche me mira.
-Dime que en el primer semáforo que nos detengamos en rojo no te vas a tirar del auto- me mira con ojos suplicantes y eso me enternece.
-Tranquilo- digo al borde de la risa- no voy a ir a ningún lado, deseo esto tanto como tú.
Sonríe y arranca el coche, salimos despacio del estacionamiento subterráneo del edificio y nos introducimos en el poco tráfico que hay.
- ¿Te puedo hacer una pregunta un tanto personal? -dice con la mirada puesta en la carretera.
-Si claro- cierro los ojos y suspiro porque no me gusta que me pregunten cosas personales.
- ¿Tienes muy poca experiencia sexual? - dice sin siquiera mirarme.
Me quedo pasmada por lo directa que ha sido su pregunta. ¿Acaso eso importa? ¿Sera que no quiere acostarse con mujeres con poca experiencia? ¿Si le digo que sí, me bajara inmediatamente del coche? Detengo mis pensamientos ahí y decido decir la verdad sea cual sea la reacción de él.
-Si, tengo muy poca experiencia. - digo mirando abajo avergonzada.
-No agaches la cabeza eso no es algo de lo que tengas que avergonzarte, por el contrario, es para enaltecer que una mujer tan hermosa no haya pasado por las manos de muchos hombres – me mira un momento y dice muy despacio, que hace que el vello se me coloque en punta- hace que me sienta orgulloso el que me permitas explorar y disfrutar de tu cuerpo.
Le sonrío porque la verdad no era la reacción que esperaba, pero me gustó la forma en que me miro y me hablo, ya deseo poder hacer el amor con este hombre.
No tardamos mucho tiempo en llegar a un bonito edificio, es impresionante pero no lujoso en exceso. Se detuvo en una plaza privada, rodeó el coche me abrió la puerta y me extendió la mano para que la tomara y así entramos al vestíbulo y de ahí al ascensor. Me gusta esto de ir tomados de la mano cada vez que estamos juntos.
Llegamos al último piso, y el ascensor se abre y estamos en su apartamento, debe ser por eso que se acercó al panel y lo vi teclear unos números, claro debe ser la clave.
-Bienvenida a mi apartamento- me señala un sofá color crema y voy directamente, ahora voy en piloto automático de los puros nervios que tengo.
- ¿Quieres tomar algo? Tengo jugo de naranja, vino o cerveza.
-Jugo estaría bien, gracias. -digo en voz muy baja dejando que se note mi nerviosismo.
Cuando da la vuelta para dirigirse a la cocina aprovecho para detallar el apartamento. Es muy espacioso con poco mobiliario, enfrente de mi hay una mesita con un portarretrato donde se ve unas personas, pero no distingo porque está muy lejos, también una mesa de comedor grandísima a mi derecha y toda la decoración es negra, crema y blanco, típico de hombres.
Cuando vuelve se sienta a mi lado me tiende el jugo que yo tomo con manos temblorosas y solo queda sonreír para no parecer tonta, una tonta con Parkinson.
-Kathy, no quiero que estés nerviosa, por el contrario, quiero que estés segura de lo que vamos a hacer, quiero que disfrutes de nuestro encuentro al máximo, no quiera que te produzca dolor ni incomodidad porque estés nerviosa o incómoda- me mira serio-  quiero darte placer, mucho placer, que me permitas explorarte sin tabú, que puedas sentirte a plenitud mientras te penetro como llevo tiempo deseándolo y que te deshagas en mis manos mientras llegas al orgasmo.
No pude decir nada, sus palabras me pusieron cardiaca ya no estaba nerviosa, por el contrario, estaba húmeda y jadeando de solo imaginar lo que hace un momento me describía, solo quería que me tomara me inmediato.
Me mira intensamente y sé que es porque espera mi respuesta.
-Ya no estoy nerviosa, ahora solo estoy deseosa de que me hagas el amor. - Padre santo, pero si estoy hecha una perra, me rio de mi propio termino, pero es que estoy muy lanzada.
Se acerca y me da un casto beso en los labios que me hace temblar hasta el pelo.
-Saber mi niña inocente, te deseo más de lo que un sediento al agua. Y me alegro que ya no estés nerviosa, porque no voy a hacer nada que no te guste o no quieras, solo quiero que disfrutes y volverte loca de placer- dice con una hermosa sonrisa que hace que se me mojen más las bragas.
Sus palabras no me intimidan por el contrario me enciende más y más.
-Quiero que me hagas ya el amor. – digo segura de mí misma.
Sus ojos brillan de puro deseo y logro ver un amago de sonrisa en su precioso rostro, me tiende la mano mientras se levanta yo tomo su mano con seguridad y nos dirigimos a un pasillo y entramos a la segunda puerta a la izquierda, su habitación.
Es bastante grande, con una cama gigantesca en la mitad y una cómoda enfrente donde hay un enorme televisor unas mesitas que combinan con la cama a cada lado y ya. Bastante simple para la cantidad de espacio que hay.
Al llegar al lado de la cama, me suelta la mano y me toma la cara entre sus manos y me besa con urgencia, pasión y desenfreno.
-Tengo tantas ganas de hundirme en ti, estoy loco de deseo por arrancarte la ropa y follarte como tanto me lo he imaginado, pero sé que debo ir despacio y con cuidado- dice con su frente pegada a la mía.
-Haz lo que quieras, pero hazlo ya por favor- digo con urgencia y mi voz suena distinta, debe ser la excitación siento.
-Estas tan deseosa como yo, eso me pone más duro- dice con una sonrisa traviesa.
Me toma de la cintura y me pega a él, siento tu erección en mi vientre, me va desnudando poco a poco mientras me besa con autentica devoción. cuando ya me ha quitado el pantalón y la camisa decido que es hora que el también este semidesnudo, y poco a poco le voy quitando la camisa y el pantalón mientras lo miro a los ojos y el me infunde confianza con la mirada.
Cuando le quito el pantalón no puedo apartar la mirada del enorme bulto que se le ve en su sexi bóxer negro. Vuelve a acercarse y soy yo quien lo atraigo hacia mí y me toca empinarme para abrazarlo por el cuello y lo beso con auténtica pasión, me levanta y amarro mis piernas a su cintura y me desabrocha el brasier, se acerca a la cama conmigo aun encima y me deposita acostada con mucho cuidado y se posa arriba de mí.
Se dirige a mi seno derecho y lo chupa y succiona con una fuerza precisa que hace que sientas cosquilla en mi sexo y jadee más alto de lo que quisiera, luego va hacia mi otro seno y repite la misma acción que en el anterior y yo estoy que exploto de tantas sensaciones.
Cuando ya se ha saciado con mis pechos me besa el abdomen y sigue bajando y cada vez, yo tengo la respiración más entrecortada y mis sentidos más nublados, no sé en qué momento me quito las braguitas, solo siento su cálida lengua en mi clítoris haciendo satisfactorios movimientos circulares que me vuelven loca y me hacer chillar de placer, después de un rato donde siento que pierdo la razón y que mi cuerpo empieza tensarse y a sentir esa sensación tan poca conocida por mí.
En el momento en que siento que estoy más cerca el orgasmo le agarro fuerte del cabello y empiezo a mover mi pelvis a un ritmo constante y lo pego más a mi sexo para no perder la tan satisfactoria fricción que me va llevar a ver las estrellas, de repente siento que mi respiración se vuelve más laboriosa y empiezan a brotar gemidos a cada cual más alto, él al intuir los cerca que estoy de correrme succiona más fuerte mi clítoris y es mi fin. Tengo un orgasmo que me lleva a ver no solo las estrellas sino la vía láctea en su totalidad
-Sabes de maravilla, verte así entregada al morbo y el placer hace que mi polla duela de lo ansioso que estoy por poner metértela.
En ese momento se quita el bóxer y deja al descubierto su impresionante erección, y a mí se me seca la boca de solo verla, tiene un largo considerable, pero es lo suficientemente gruesa como para preguntarme como va a entrar “eso” en mi inexperta y estrecha vagina.
-Estas lo suficientemente dilatada y será bastante fácil con los movimientos exactos- dice como si hubiese leído mi mente-sé que tienes muchísimo tiempo sin tener sexo y que en tu vida tus encuentros han sido poco, pero créeme no te dolerá, por el contrario, te gustará.
Dicho esto, se acerca a una de las mesitas de noche y saca de ella un condón mientras abre el envoltorio y se lo coloca, le doy una repasada a su lindo cuerpo, veo que no es en extremo musculoso, pero lo tiene bien definido y mi perdición son esos abdominales torneados en la medida justa como a mí me gusta.
Cuando acabo mi inspección de su fibroso cuerpo me doy cuenta que me está mirando con la cabeza ladeada y una expresión de graciosa en su rostro, pero claro se ha dado cuenta que lo estoy mirando como una tonta, si hasta las babas se me han salido mirándolo. Se acerca con su graciosa expresión y repta por mi cuerpo dejando deliciosos besos por todo el camino.
- ¿Viste todo o te falto algún pedacito de mi cuerpo por observar? - dice gracioso- aunque viéndolo bien falto la parte trasera de mi cuerpo, ¿me levanto y poso para ti de espaldas?
Me coloco como un tomate.
-Tienes un bonito cuerpo, imposible no mirarlo con detenimiento.
-Gracias, tú también tienes un cuerpo precioso y bien proporcionado. Un cuerpo que ahora mismo me tiene con unas ganas inmensas de perderme en el. -dice y de inmediato me besa.
Me besa intensamente por un tiempo mientras que sus manos curiosas tocan cada parte de mi cuerpo, al llegar a la entrada de mi húmeda vagina introduce un dedo y yo jadeo alto por la deliciosa intromisión.
-Estas preparada y húmeda para recibir a mi ansiosa y dura polla.
Lo veo acomodarse y apoyar su gran cuerpo en los brazos buscando la mejor posición para penetrarme, cuando ya se siente cómodo dirige la punta de su enorme pene a la entrada de mi palpitante vagina.
Mientras me penetra muy lentamente siento como se estremece como cada centímetro que su polla avanza dentro de mí, cuando ya estuvo toda dentro se detuvo un momento a estudiar mi reacción.
- ¿Te dolió? - pregunta preocupado.
Niego con la cabeza, solo me limito a subir mi pelvis para invitarlo a que se mueva. Sonríe divinamente y empieza a moverse y dentro y fuera de mi a una velocidad pausada pero deliciosa.
-Sabes me imaginé esto desde el día que te vi por primera vez, toda hermosa y nerviosa. Pero nunca imaginé que será mil veces mejor de como lo imaginaba el día en que me perdí en tus preciosos ojos color avellana. Y me penetra cada vez más rápido que me hace perder la razón.
Empiezo a gritas y a arañarlo en la espalda el sentir que voy a correrme.
-Así por favor, así me gusta. -le digo como puedo y siento que mi cuerpo va a explotar.
-Como diga mi niña inocente, así se hará.
En ese momento me levanta las piernas y las posa en sus hombros y hace que la penetración sea más profunda y placentera, cuando toca mi clítoris haciendo círculos con su dedo pulgar fue el detonante para llegar al delicioso orgasmo que él estaba haciendo crecer dentro de mi con sus toques y su forma de penetrarme.
-Así me gusta, ahora es mi turno mi niña. -dice con la respiración entre cortada.
Baja mis piernas de sus hombros y vuelve a colocarse encima de mí, me penetra de forma brutal que hace revivir mi orgasmo anterior. Una, dos, tres, diez penetraciones asoladoras que hacen este a puerta de otro delicioso orgasmo y no hago más que gemir como posesa pero no puedo evitarlo, veo que se tensa y con un sexi gruñido varonil me hace saber que el también esta por llegar al orgasmo, subo mis piernas a su cintura y en esa posición nos corremos juntos.
Cuando nuestras respiraciones se calman un poco se voltea y me acaricia el rostro con la yema de sus dedos.
- ¿Fue mejor de cómo lo imaginabas? -dice divertido casi al punto de carcajearse.
- ¡Perdón! - digo confusa. – porque siempre estás haciendo referencia a que yo constantemente imaginaba nuestro encuentro sexual.
Suelta una carcajada que a mi me molesta un poco.
-Tu misma me lo dijiste. - lo dice aun riéndose.
-Yo nunca te he dicho eso. – digo en mi defensa.
- ¿No recuerdas verdad? Puedo deducir que estabas bastante ebria – me mira con gesto de enfado.
-Habla claro de una vez y por todas. – digo ya muy molestas a que se debe toda esta reprimenda.
-El miércoles yo también estaba en el bar, sé que me viste porque te vi búscame con la mirada.
-Y si me viste ¿Por qué no me saludaste?
-No quería importunarte, te vi muy cariñosa con el hombre con el que estabas.
Su respuesta me hace reír y mucho, porque estará tan celoso, pero decido aclarar esta situación porque no me gusta mucho su lejanía, debería estar tocándome haciéndome el amor, no hablando de tonterías.
-El es Manuel es como un hermano para mí junto con Sara somos una familia disfuncional. -digo riendo.
-Ah ok.
-Ahora si me vas a aclarar eso de que yo te dije que nos imaginaba teniendo sexo- digo curiosa.
-Ese día regrese a casa mucho antes que tú, cuando ya estaba acostado y casi dormido, por cierto, llego un mensaje al mi celular proveniente de una tal Kathy Miller, ¿La conoces? -me guiña un ojo.
- ¡No me digas que te mande un mensaje diciendo que me imaginaba teniendo sexo contigo! -digo abochornada y me tapo a cara con una almohada.
-Eso y mas- ríe y me retira la almohada de la cara.
-Me podrías mostrar el mensaje, por favor
-Te lo reenvió luego, por ahora olvidemos tus mensajes eróticos a mitad de la madrugada y háblame de ti.
- ¡JEREMY! - grito por el comentario que hizo.
-Bueno ya, basta de bromear con eso por ahora, pero si cuéntame de ti, quiero saber mas cosas de tu vida.
Suspiro no me gusta hablar sobre mi vida, pero por un motivo desconocido algo me dice que puedo confiar en el y le cuento mi vida.
-Mi madre falleció cuando yo era muy una jovencita, pase una temporada en una casa de acogida. Ya te conté lo sucedido en el colegio, Sara y Manuel fueron mis soportes y quienes me apoyaron en ese duro momento de mi vida y mas que mi madre murió poco tiempo después debido al cáncer de mamas, al cumplir la mayoría de edad conseguí un trabajo en la cafetería donde trabajaba Sara y así pudimos alquilar el departamento donde un vivimos, a ella la maltrataban mucho sus padres y decidió largarse de ese asqueroso lugar e iniciamos una vida juntas y así es que tengo mi familia disfuncional. Lo demás ya lo sabes soy arquitecta y tengo 23 años. Esa es la historia de mi vida.
Veo en su cara el asombro, no se esperaba que mi vida fuese un poco complicada en sus inicios.
-Valla Kathy nunca me imagine que fue un poco difícil tu juventud. - dice un poco apesadumbrado.
-Tema superado, igual eso me ayudo a ser como soy y poder salir adelante por mí misma. ¿También te puedo preguntar algo que me dio curiosidad cuando lo dijiste?
-Claro que sí, dime.                
- ¿Por qué dijiste que las relaciones no sirven para nada solo para jodernos la vida?
Suspira un poco incomodo mira un rato.
-No me gusta hablar de eso. -dice serio
-Pues que sepas que a mí no me gusta hablar de lo que me sucedió en la escuela, ni hablar de que estuve en una casa de acogida para que no me tengan lastima, como tampoco hablar de mi madre fallecida, pero aun así lo hice y confié en ti, porque tu no puedes hacer lo mismo, desnude mi alma ante ti porque tú no puedes simplemente responder a mi pregunta.
-Es algo que fue muy doloroso, y no gusta hablar de ello, pero viéndolo bien, es cierto lo que dices, desnudare mi alma ante ti y ahora somos dos almas desnudas- dice con un poco de gracia en su tono de voz.
-Cuando estaba terminando la universidad tenia una novia llamada Charlotte, ella iba un semestre mas adelantada que yo, llevábamos juntos casi 3 años juntos y estaba muy enamorado de ella, teníamos planes de casarnos una vez yo terminara mi carrera, pero llego el día de su grado y 2 días después me dijo que había conseguido un empleo en otro país, Alemania para ser mas exactos y que se iba al día siguiente, nunca me pidió que la alcanzara allá ni que la acompañara. Acepte su decisión, pero me dolió mucho, cancele mi último semestre y me hundí en la miseria, mi amigo Alfred me ayudo a salir de ese hueco en que yo mismo me había metido y retome mi carrera decidí emprender mi propio negocio y me enfrasque en sacar adelante y posicionar mi empresa entre una de las mejores y lo estoy consiguiendo poco a poco. De ahí tome la decisión de no tener más una relación seria solo casuales basadas en el sexo y goce mutuo y nada más.
-Wao Jeremy que tonta fue esa mujer al dejarte- y de inmediato me arrepiento de lo que acabo de decir.
- ¿Que harás mañana? -cambia el tema drásticamente.
-Nada en concreto ¿Por qué? -respondo un tanto curiosa por mi pregunta yo que pensé que lo había espantado con mi antiguo comentario.
-Quédate conmigo el fin de semana y acompáñame a la fiesta de cumpleaños de Adriana la hija de mi amigo Alfred, tu lo conoces, tu diseñaste su casa en la urbanización Cedros.
-Ah ok, ya recuerdo. El y su esposa Claudia son unas excelentes personas.
-Si, es cierto-dice un poco triste y caigo en cuenta que no le he dado respuesta a su pregunta.
-Me encantaría quedarme contigo el fin de semana- aunque siento que me estoy equivocando al pasar demasiado tiempo con él.
Su sonrisa me hace ver que le emociona que aceptara su propuesta.
- Bueno mi niña inocente es hora de hacerte enloquecer y gritar mientras te beso cada parte de ese hermoso cuerpo que dios te regalo y hago uso de mi experiencia para hacerte gemir tan alto que los vecinos van a venir a quejarse, y se coloca encima mío y hacemos apasionadamente el amor 2 veces más hasta que quedamos exhaustos y nos dormimos bien entrada la madrugada.

Ardiente deseo (+18)Where stories live. Discover now