Ruta 3: Las fantasías de Seira 3

395 15 0
                                    

- Ahhhh...¿Q-Qué estás haciendo? Estamos en la cocina, p-podemos quemarnos.

- ¿Quemarnos? El único que corre peligro aquí soy yo, con sólo tocarte siento que mi cuerpo se fundirá por lo caliente que estás, madre.

- ¡Ohhh! ¿Q-Qué? N-No me toques a-ahí...¡s-soy tu madre!

- ¿Ha? Después de todo lo que me has hecho pasar ¿me sales con eso? Por favor, tú más que nadie desea que tu propio hijo te folle ¿qué clase de madre hace eso? en verdad, eres una perra, nomás mira cómo te has vestido.

- ...Haaa...haaa... E-Es cierto, soy una madre sucia, me vestí así para provocarte, quiero que sentir tu grueso pene dentro de mi solitario agujero, hazme sentir una mujer de nuevo...

- En serio, no tienes remedio, muéstrame tu coño.

- ¡Síí!

***

¡Ahhhhh!

Increíble...me corrí de nuevo, creo que me estoy volviendo adicta a esto.

No sabía que yo tenía una imaginación tan sucia, en el fondo me siento mal por fantasear con mi propio hijo al mirar mis dedos embarrados por mis propios fluidos.

¿Qué me está pasando?

Esto no está para nada bien, no puedo dejar que mis deseos lascivos afecten a Dio. Él ya tiene una novia y su vida va por buen camino...si intento algo con él, destruiría mi familia...por eso muchas veces me repetí dejar esto en secreto así como mi marido.

Cada día en la soledad de mi habitación, cierro la puerta con llave y me pongo a mirar las grabaciones de la habitación de mi hijo y el baño.

Mientras nadie estaba en casa, seguía mis instintos carnales y ponía mis dedos en mi intimidad, frotando mis puntos más débiles, sacando y metiendo mis dedos por mi orificio, la mayor parte del tiempo de forma lenta, pero aceleraba en ocasiones cuando iba perdiendo el estímulo y cuando me frotaba más fuerte era cuando sentía que estaba a punto de venirme.

Haaaa...es demasiado rico, tampoco me importaría seguir esta rutina por siempre.

Pero en el fondo no deseaba que esto quedara así.

Yo quería más...

Quería sentir un pene joven dentro de mí o más bien, quería tener a Dio en mi cama.

Incluso ya me estaba comenzando a molestar la presencia de esa chica llamada Tae que nos visita frecuentemente. Ya ha hecho demasiado para ganarse mi favor, es una chica de lo más agradable y es el mejor partido para cualquier chico definitivamente, pero...

La quiero fuera del camino.

Aún sigo pensando que esa chica oculta algo, simplemente tengo esa corazonada...y pienso utilizar ése algo en su contra.

***

- Mañana es el festival en la universidad ¿no?

- Ah, sí ¿por qué lo dices?

- ¿Puedo ir contigo?

- ¿Ah? E-Está bien...¿por qué quieres ir? Hasta ahora sólo me has acompañado dos veces a festivales y la última fue cuando estaba en secundaria.

- B-Bueno...no me gusta llamar la atención heheh, pero esta vez iré, últimamente me aburro mucho en casa.

En parte le dije la verdad~

Las dos veces que he acompañado a Dio, los compañeros de mi hijo y la mayoría de los padres no paraban de verme...y no precisamente la cara.

Hoy procuraré llevar una blusa menos escotada...

Divergencias del HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora