Tal vez me este enamorando

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Maratón 1/?
Narra Emilio
-Joaquín, vas a abrir la puerta y verás a Emilio como si te hubieras encontrado a la persona perfecta físicamente- le indica el director- luego Emilio tú le ofrecerás el pastel y al dárselo se le caiga por estar distraído con verte. ¿Entendido?
-Entendido- decimos al unísono.
-¡3, 2, 1 acción!
Toco a la puerta y pruebo el pastel, cuando Joaquín abre la puerta y me ve haciendo caras se hecha a reír.
-¡Alto!- se queja él director- ¡No es un juego chicos, llevamos media hora y no podemos grabar ni la primera escena!
-Lo siento- dice Joaco- fue mi culpa- mi papá lo fulmina con la mirada.
-Una más y después descansamos.
Esta vez nos salió perfecta. ¿En quién pensó Joaquín al verme? No lo sé pero muy en el fondo deseo que  no hubiera imaginado a nadie más. Me quito la idea de la mente sacudiendo mi cabeza. María llegó hace un rato y lo único que hace es quejarse de que ya se quiere ir.
-Amor, en serio ya me quiero ir- hace puchero.
-Cariño, ya te había dicho que venimos a trabajar y no a jugar. No son vacaciones para mí.
-Pero tú papá es el director. Le puedes decir que cancele por hoy las grabaciones- Joaquín que se encuentra atrás de nosotros suelta un bufido.
-Amor, las cosas no funcionan así. Es mi papá pero eso no quita mi responsabilidad en el papel. Si quieres te puedes regresar al hotel y después nos vemos.
-Yo creo que si. Adiós amor.
Se va sin decir nada más y suelto un suspiro de alivio. Si seguía aquí estoy seguro de que explotaría.

Un mes después
-Emilio. ¡Voy a llegar tarde al aeropuerto si no salgo ahorita a la Ciudad de México.
-Pero no quiero que te vayas cariño.
-Lo sé, pero tengo que.
-¡Noooo!
-¡Emilio- suelta una carcajada.
-Lo siento Joaco- suelto una risita y María me ve mal.
-¿Acabas de llamarme Joaco?
-¿Qué? ¡Claro que no!
-Emilio, me voy.
-¡Pero...!
-La cagaste como siempre, adiós.
Se levanta de la cama del hotel y se va con sus maletas en mano hacia el taxi que la espera abajo. Me pego en la frente. ¿En serio Emilio? Alguien toca la puerta y abro con la esperanza que sea María. Pero no, es Joaquín.
-¿Ya se fue María?- dice cuando entra al cuarto.
Durante este mes ya nos llevamos mejor, con los ejercicios que nos han hecho hacer y con tiempo juntos logramos llevar una amistad. María no estuvo muy de acuerdo que pasara más tiempo con él, pero se resignó cuando se dio cuenta que solo era por trabajo y era obligatorio. Y nos dimos cuenta de muchas cosas, una de ellas era que ya nos conocíamos, hace un año. Tenemos muchos amigos en común y que es parte de una banda donde canta la hermana de uno de mis mejores amigos. Es muy extraño pero es cierto.
-Si, se enojo conmigo.
-¿Por? Si se escuchaban sus risas hasta mi cuarto- sonríe.
-Pues sin querer la llame por otro nombre.
-¿A caso tienes una amante Emilio Osorio Marcos?
-Pues según yo, tú no eres mi amante- suelto una carcajada.
-¿Yo?- me mira con cara de confusión y cuando capta abre los ojos como plato- ¿Qué te pasa? Si antes me odiaba ahora me a de querer muerto.
-Tranquilo, solo fue por qué como estamos acostumbrados a decir el nombre del otro. Ya lo arreglaré.
-Bueno. ¿Qué quieres hacer?
-Pues no se. ¿Quieres nadar?
-Vale, hay que disfrutar por qué son nuestras primeras vacaciones en un mes.
-Oh claro que si- lo agarro y lo cargo, lo colocó en la cama y le empiezo a hacer cosquillas.
-¡Emilio! ¡Déjame!- grita mientras se rían a carcajadas-. Si no me sueltas te juro que te dejo de hablar y renunció.
-¿Renunciar a que?- digo divertido sin parar de hacerle cosquillas.
-Pues-de-este-proyecto-baboso-suéltame-ya- grita y yo lo suelto.
Quedo encima de él y su respiración es agitada. Hacemos contacto visual y veo sus hermosos ojos. Muchas veces los había visto reflejar todo tipo de emociones, pero esta vez son diferentes. Brillan bajo la luz del sol que entra por la ventana, su sonrisa no se borra de sus labios aunque estemos a una distancia corta.
-¿Ya me puedes soltar?- dice nervioso.
-Si, lo siento- digo mientras me alejo y me siento en la cama.
-¿Qué quieres hacer hoy?
-Pues no lo sé Joaco- digo mientras pongo mi mano derecha en mi barbilla- ¿Quieres ir a desayunar?
-Si, muero de hambre.
Sin más salimos de la habitación bromeando. Al llegar al coche empezamos a discutir por qué íbamos a desayunar. Hasta que nos decidimos por comer algo en un puesto que vendían memelas, tacos, quesadillas y etc.
-Esto estuvo delicioso- dice Joaco mientras aleja su plato vacío al centro de la mesa.
-Lo sé- digo imitándolo.
Pago la comida después de discutir con Joaco quien la iba a pagar. En cuanto salimos y subimos al coche mi celular empieza a sonar. Y conteste al darme cuenta que era mi papá.
(En la llamada)
-Hijo, los quiero a los dos en una hora en el set, por favor.
-Claro pa. Vamos al hotel a cambiarnos y después vamos para allá.
-Vale, nos vemos al rato.
(Fin de la llamada)
-Mi papá nos quiere en una hora en el set.
-Vale, solo tengo que bañarme y cambiarme la pijama.
-Igual yo.
El camino estuvo tranquilo, estuvimos cantando y riendo. Cuando llegamos subimos el elevador y nos dirigimos a nuestras habitaciones.
-¿Quieres bañarte en mi cuarto?- digo nervioso- Para que estemos listos más rápido.
-Am, no sé si esté bien sabiendo que tu novia me odia.
-Ella no lo sabrá- le guiñó un ojo en manera de broma- solo es un baño X, si quieres báñate tú primero mientras elijo mi ropa y cuando termines me baño yo.
-Esta bien, solo voy rápido por mi ropa.
Cuando regresó se metió a bañar y yo me metí. Estaba bien feliz bañándome cuando me doy cuenta que no hay toallas. Demonios.
-¡Joaco! ¡Joaco!
-¡Mande!- grita desde afuera.
-¡No hay toalla! ¡¿Puedes pedir una!?
-Oh, claro.

Narra Joaco
-¡Llame a recepción y me dijeron que ahorita traen una!
-¡Gracias!
Después de unos cinco minutos tocan la puerta y hablo encontrándome a una señorita con una toalla.
-Muchas gracias señorita.
-De nada.
Cierro la puerta y me encamino al baño.
-¡A que esta!
-¿Puedes entrar y dármela? Recuerda que la regadera está al otro extremo.
-Es bien.
Entro con los ojos cerrados con la mano estirada. Escucho la risa de Emi, supongo de verme como entre.
-Joaco, puedes abrir los ojos- dice por fin cuando se pone la toalla.
Sé que lo he visto muchas veces sin camisa pero no deja de impresionarme lo muy bien que se ve.
-Tierra llamando a Joaco.
-Lo siento- digo mientras apartó la vista de su torso desnudo y un poco mojado, muerto de la vergüenza.
Se acerca a mi lentamente hasta quedar unos centímetros alejados. Me toca el toso y hasta este momento me doy cuenta que estoy sin camiseta, solo en pantalones.
-Me gustaste desde el primer día que te vi sin camiseta- me susurra al oído y me quedo sin palabras- Muero por besarte siempre, cuando ríes, sonríes, haces puchero, catas, siempre.
Se acerca un poco más. Lo siento tan seca que su aliento choca con el mío. Su mano derecha me acaricia el torso y la izquierda mi mejilla.
-Esto está mal- digo como puedo.
-Lo sé, pero lo necesito Joaco.
Y fueron sus últimas palabras antes de que su boca chocara contra la mía. Me separe de golpe.
-Lo siento, en serio...
No lo dejo terminar por qué lo acerco a mí y lo beso, siento su sonrisa contra mis labios.

Narra Emilio
¡Demonios! Esto se siente tan bien.

Narra Joaquín
Es un beso lento y tierno. Pero mientras va pasando el tiempo se vuelve desesperado. Y él celular de Emi nos interrumpe. Al darme cuenta que sus intenciones son ignorar la llamada me separo. Entiende y contesta
-Hola papá.
Me pongo tenso y el también.
-Si ya vamos para allá. Si adiós- cuelga y se dirige a mi- tenemos que irnos.
Se rasca la cabeza y yo salgo del baño para ponerme una camina.
-¡Te espero en la recepción!- sin más salgo del cuarto.

Nota de autora:
Sé que soy la por por actualizar hasta hoy. Lo lamento mucho, pero se los compensaré haciendo un maratón de 3 capítulos. Ahorita no los publicare, sino hasta la noche, pero sean parientes conmigo plis. Los amo mucho.
Nos leemos después ❤️💕

Destino [Terminada] [Editándola...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora