-Ella es muy autoritaria –arqueó las cejas, posando su mirada de vuelta en el partido. Por una fracción de segundo puse mi atención en el juego, y luego de ver que Tyler había anotado otra, volví a desviar la mirada hacia Megan.

-Dímelo a mí; vivo con ella –rodé los ojos, mientras me echaba el cabello hacia atrás -. Pareciera que estuviese molesta todo el tiempo.

-Mi madre era así antes de separarse de mi padre –se encogió de hombros. Su actitud al hablar del tema no demostraba interés. Me humedecí los labios con la lengua y me limité a guardar silencio. Pareciera que a ella no le importaba hablar de eso, pero yo lo evitaba de todos modos.

-Como sea, apenas llegue a casa estoy segura de que le diré lo de Oasis –mascullé, hablando conmigo misma, más bien. Estaba decidida. Meg miró su reloj de mano color aguamarina, y frunció el seño.

-¿Ya te quieres ir?

-Ya casi acaba la práctica –enfaticé.

-No, llevamos sólo cuarenta y cinco minutos. Las prácticas son de dos horas por lo menos aquí –me recordó.

-Oh, demonios –me cubrí la cara con ambas manos, frotando mis párpados -. Lo olvidé.

-Si no fuera tu mejor amiga y no te conociera tan bien, diría que te estás jodiendo los ovarios estando sentada aquí –masculló con ironía.

-De todos modos no puedo irme –reprimí una mueca de fastidio.

-¿Tyler?

-¿Quién más si no? –rodé los ojos, divertida -. Y ya le he avisado a mi madre que estoy aquí.

-Va serio, ¿no?

-¿El qué? –tuve que preguntar, mordisqueándome un padrastro.

-Lo tuyo con Tyler –arqueó una ceja con incredulidad.

-¿Por qué lo dices? –me hice la tonta.

-Tu madre ya sabe de él –supuso, encogiéndose de hombros -. ¿Cuándo le has hablado de un chico?

-Solamente estamos comenzando –expliqué -. Ni siquiera estamos en una relación seria.

-Claro que sí –protestó -. Toda la escuela lo sabe, y hasta hace dos semanas se te veía contentísima con eso.

Me quedé sin habla, atascándome las palabras en la garganta. “Sí. Hasta hace dos semanas. Correcto”. Lo raro era que ya sabía el por qué, pero no quería admitirlo y sentirme una basura.

-¿Cuál es tu punto? –sonreí, haciéndome la chistosa mientras me miraba las uñas de color negro desvaído con cara de “necesito un manicure nuevo”, cuando en realidad a mí no me importaba esa mierda.

-¡Te ha invitado a su fiesta! ¡Te ha invitado a ver sus prácticas! –insistió.

-Vaya, eso sí que es un anillo de compromiso –me burlé. Ella torció los ojos con frustración, dejando escapar un bufido.

-De hecho –volvió a enfatizar, por tercera vez -, sí lo es. Tyler Montgomery ha tratado como un saco de huesos a sus antiguas novias.

-¿Cuál es la diferencia? –me reí, y ella me acompañó.

-Pero enserio –intentó calmarse -. Tú has sido la única capaz de gozar de todo esto, llamémosle privilegios, y parece no importarte en lo absoluto –frunció los labios con picardía. ¿Me estaba insinuando algo? ¿Insinuando que a mí no me importaba Tyler?

-Por supuesto que me importa –abrí los ojos como platos mientras miraba hacia otro lado, conversando conmigo misma sobre todo, intentando convencerme de algo de lo que no estaba muy segura -. He estado detrás de él por más de tres años, ¿tú crees que lo tiraría todo por la borda ahora?

Lost | Adaptada | Justin Bieber y TúWhere stories live. Discover now