Prologo

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La sala estaba en completa oscuridad, los pasos resonaban mientras caminaba por el enorme pasillo lleno de cadáveres. Su sombra avanzaba entre los cuerpos desparramados sin apenas rozar la sangre con sus botas.

Se detuvo unos pasos ante el trono, con los ojos fijos en la silueta que le observaba desde ahí, con el moribundo rey a sus pies. El monarca se estaba ahogando en su propio líquido carmesí mientras luchaba por mantenerse con vida, aún consciente de que lo había perdido todo. Incapaz de decir una sola palabra sin que del tajo que tenia en la garganta emanase un borboton de sangre acercando su momento de descanso.

Desde los enormes ventanales, que casi llegaban al techo, se veía caer la lluvia y, con los rayos aún lejanos, por unas pocas milésimas de segundo, se podía observar el rostro macabra de quien le había arrebatado la vida.

—Yo ya he cumplido mi palabra— dijo con una sonrisa en cuanto el rey dejó de jadear. Le apartó de una patada y sus ojos brillaron con sadismo- Ahora te toca a ti...

Él muchacho trago saliva, dubitativo pero no tardó en asentir conforme. Se arrodilló ante él ."Así será" aseguró mientras sonaban los lejanos truenos acercarse.

La risa de un pecado, de varios; El final de una noche.

-Que así sea, rey.

El lado oscuro de la sombraWhere stories live. Discover now