Capitulo 1. Hace mucho tiempo

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"Era una de tantas noches gélidas, en las que tremendas heladas caían sobre la zona, haciendo que al día siguiente descubrieras un paisaje distinto en el amanecer de un nuevo día, los charcos eran pistas de patinaje improvisadas, eso si, hasta que el hielo cedía.... donde la hierba de un blanco brillante crujía bajo los píes, disfrutabas viendo como con los rayos del sol la hierba poco a poco volvía a su natural color, donde los niños jugábamos con los caramelos que colgaban de los tejados.... disfrutábamos con cada pequeña cosa...

Esa noche de un mes de diciembre de un año, no sabría decir el que era...., en una aldea remota, donde solo las costumbres movían el día a día, una desgracia sucedería...

La pobreza en aquellos años era común entre la mayoría, se podrían contar con los dedos de una mano, y sobrarían dedos, los que podían llevarse un bocado de comida decente a la boca.

Con el sudar te tu frente, trabajabas horas y horas, a veces simplemente por un plato de comida, otras, las menos numerosas, por unos céntimos.

En nuestra familia no era distinto, no pertenecíamos al bando de los privilegiados.

En cada aldea, o encargado de varias, había un hombre "encargado" (ya fuera porque le gustaba ese "oficio" o porque así se ganaba un plato de comida o una parte del animal) de hacer la "matanza" del cerdo.

No podemos hacer comparaciones entre los animales de antes, y de los de ahora, ni entre las costumbres de antes y ahora, ahora la mayoría va a la carnicería y compra, antes no había carnicerías.

Los pobres animalitos de antes estaban hasta mal alimentados, con los pocos medios que tenían, le cultivaban en un pedacito de tierra algo y gracias que estaban en "semi-libertad" y buscaban su propio alimento.

Hacer la "matanza" era un día de fiesta, ese día al menos no pasarían hambre en esa casa. El animal se destinaría la mayor parte, las partes mas valoradas, serían vendidas y el resto para alimentar la multitud de bocas que había en la familia.

Sin irme por las ramas, el abuelo era uno de estos hombres, que por un plato de comida y algo del animal, lo sacrificaba.

Como cada vez que iba a una casa hacer esa faena, siempre regresaba a casa de madrugada. Entre hacer todo el trabajo, cenar y luego unas dosis de partidas de cartas...

Esa noche se despidió de los dueños de la casa donde había trabajado, era una noche de luna llena, mejor, así vería el camino con claridad, sin necesidad de encender el candil y ahorrar el combustible para otra ocasión.

Nuestra casa distanciaba unos 2km de la aldea en la que estaba, debía pasar por dos aldeas mas hasta llegar a la nuestra.

Cuentan que en el primer pueblo el lobo se cruzó en su camino.

Él siguió caminando, y llegó al segundo pueblo, en el cual volvió a cruzar el lobo por delante de él.

Mi abuelo continuó su camino, ya comenzaba a ver las primeras casas de la aldea, solo debía de cruzar el río y en unos metros llegaba. Cruzó pasando por unas piedras colocadas en medio de este, y al terminar de cruzar lo esperaba el lobo.

Cuentan que jamas debes dejar que un lobo se cruce 3 veces en tu camino, porque a la tercera vez atacará.

Lo que pasó desde el segundo pueblo, nadie lo sabe, porque desde que se encontró con el lobo la segunda vez, él venía solo...

Lo que pasó la tercera vez, solo lo saben el y el lobo.

Se sabe que él acabo con el lobo, porque al día siguiente apareció el lobo muerto con su cuchillo clavado y su chaqueta tirada al lado. Se presume que envolvió su brazo con la chaqueta para amortiguar el ataque del lobo y cuando este mordía, cogiendo con la mano libre el cuchillo lo hundió en el mismo corazón del animal.

El abuelo llegó a casa, pero jamás pronunció otra palabra. Se metió en cama y no salió más de ella, unos meses después de murió."

- ¿No volvió a hablar?- interrumpí a mi padre, a sabiendas que no le gustaba.

- No, contaba mi padre que jamas dijo una sola palabra, que estaba como ido no comía... nada, solo miraba a un punto perdido. Dicen que el miedo lo debío bloquear.

Esa fue la primera vez que escucharía la historia, la vez que me quedaría grabada, la historia de la muerte del abuelo de mi padre. Aquella noche sería la primera vez que soñase con unos ojos oscuros y peligrosos.

Llevaba desde aquella vez soñando lo mismo, no tódolos días, pero con cierta frecuencia... Hasta que ayer, soñé con esos mismos ojos, pero el sueño era distinto... El abuelo miraba al chico de los ojos peligrosos, desafiándolo... ambos luchaban, pero al final el abuelo moría y el chico no.

Ahora tenia 21 años y debía averiguar que pasó realmente, aquella noche de hace tantos años.... Tenía la corazonada de que había algo oculto en todo esto..

Tendría que mudarme de país, ir a la casa de mis antepasados y empezar por buscar algo alli. En aquella época hasta yo, tal vez, me creyese que el abuelo no hablaba por miedo, pero hoy en día no... ademas los sueños....

Dejaría la historia como me la contaron para aquellos que creen en brujerías y mal de ojo, y otras tantas supersticiones inútiles.

Decidida, me quedaba la peor parte, convencer a mis padres del viaje.... pero sin explicar mis verdaderos motivos....

Dulce VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora