Dulce Venganza

Capitulo 24. Compromiso

..................... Sara ......................

Se me hizo difícil no comunicarme con la que decía ser mi hermana, había dejado su número por debajo de la puerta, no se en que momento.. Las dudas me hacían inestable, pero pensar en Gabriel me hacía olvidarme de lo demás.

Había llegado el gran día, al fin la ceremonia en la que Gabriel pedía mi mano había llegado... Estaba nerviosa, mi prima y mi mejor amiga (esta última que también iba a estar comprometida hoy) me acompañaban. Toda la tarde la gastamos en prepararnos, estilistas en casa: masajes, tratamientos de belleza, maquillaje... y ahora sola en la habitación admiraba el precioso vestido (regalo de mi futura suegra): rojo pasión, con escote palabra de honor, largo hasta los pies. Era sencillamente el vestido perfecto.

Me lo puse, y acompañada de las dos chicas con las que compartía casa nos montamos en el coche que había mandado Gabriel a recogernos, una limusina blanca, tan larga que creo que cabría toda su familia y la mía juntas en ella...

Estaba nerviosa, demasiado nerviosa...

Al llegar a palacio pudimos ver que había muchos coches, muchos elegantes coches aparcados por las inmediaciones.... y mi nerviosismo aumentó. Samy abría los ojos como platos y chillaba de emoción pareciendo una niña en su fiesta de cumpleaños...

Al bajar del coche, vi como Gabriel y su hermano caminaban hacia nosotras para tras un corto beso, cogernos de la mano y caminar hacia dentro. A medida que nos insertábamos en la fiesta paramos innumerables veces a saludar gente, me presentó a tantas personas.. que se quien son por lo que su madre me hizo estudiar, pero soy incapaz de ponerle cara a todas y cada una de ellas.

- Los hombres me envidian – me dijo Gabriel sensualmente al oído – Pero eres mía, solo mía.

A causa de los nervios no me había dado cuenta de que nadie nos mirara, pude mirar y vi que todos los ojos estaban puestos en nosotros... Vi como las mujeres me miraban con asco... tenían celos.

- Las mujeres si me dejas sola, me quitan los ojos...

Gabriel se rió con ganas, mientras negaba con la cabeza. Iba a decirle que no sabía que era tan aclamado por el público femenino... pero me vi interrumpida por la reina.

- Oh. Sara está preciosa. - dijo dándome un beso – Acompañadme, es hora.

Un pasillo de gente se abrió a cada lado, dejando pasar a la reina y a nosotros cuatro, Gabriel y yo íbamos detrás y Samy y Chris atrás nuestra. Una vez junto al sillón del trono la reina buscó con la mirada a alguien, nos miró preocupada pero decidió hablar.

- Querido pueblo, estamos aquí reunidos con motivo de la petición de mano de mis hijos a sus futuras esposas. No os puedo ocultar nada, como vuestra soberana que soy, sabéis cierto que son humanas pero en los designios del amor nada hay escrito. Podríais decirme que no están preparadas para esta vida, y en verdad podríais tener razón, pero se han esforzado durante el tiempo que han estado preparando esta ceremonia y se van a seguir esforzando a lo largo de los años para Sara ser la mejor reina que tendréis en todos los años que podáis vivir y Samantha la mejor esposa de mi segundo hijo y como tal condesa. - dijo señalándonos – Tienen mi apoyo.