🍭 El mejor Papi 🍭

6.8K 644 78
                                    

YoungJae despertó en medio de la noche. La luz del farol en la vereda apenas atravesaba la cortina amarilla de su habitación. Se quedó en la misma posición en la que despertó, no movió ni un músculo. Sus ojos eran los únicos que se movían de lado a lado por la habitación a oscuras.

Una voz detrás de la puerta se hizo audible, YoungJae no pudo reconocerla hasta que la puerta fue abierta y dejó a la vista de sus ojos una alta y delgada silueta.

  — Tú nos delataste. ¿No es así, YoungJae?

La luz se encendió, YoungJae quiso gritar al ver quién era el que se metía a pasos lentos a su habitación pero nada salió de su garganta. La tenía seca y con un nudo atascado. 

  — Eres un niño muy malo, YoungJae. Desde siempre lo has sido. — la voz del mayor estremeció la piel del indefenso chico que por más que intentaba moverse, no podía. Sentía como si una roca estuviese aplastándolo contra la cama. — Y Papi tendrá que castigarte por eso.

YoungJae intento de nuevo gritar, pero de su garganta sólo salían jadeos de angustia, las lágrimas nublaron su vista al mismo tiempo que el sujeto lo tomaba del cabello. La mano libre de éste envolvió su cuello, apretándolo con fuerza hasta que le cortó la respiración.

YoungJae miró directamente a los ojos avellana de su padre, idénticos a los que veía en el reflejo de su espejo cada mañana. Podía notar el coraje con el que éste lo miraba y la intención de acabar con su vida ante la fuerza con la que oprimía su garganta.

  — Tú... no eres... mi Papi. — habló YoungJae con gran dificultad, apenas entendible. 

YoungJae cerró sus ojos y gritó con todas sus fuerzas el verdadero nombre de su Papi, lo gritó aunque su garganta ardiera y el poco aire que había en sus pulmones se acabara. Gritó desesperado, esperando con todas sus fuerzas que Papi apareciera y lo alejara de nuevo de ese monstruo. 

Ya no pronunciaba nada, sólo gritaba y gritaba hasta que su padre lo soltó y la luz volvió a apagarse.

Pestañeó varias veces, JaeBum estaba frente a él.

  — ¡YoungJae!

Éste miró a su alrededor y se miró a sí mismo. Llevaba puesta la camisa de JaeBum sin abotonar y su ropa interior, estaba en su cama con él... con su Papi, quien lo miraba angustiado sosteniéndolo de las mejillas.

  — Tranquilo, tranquilo... — murmuró JaeBum, atrayéndolo a su pecho. Le besó la frente al sentir las manos de YoungJae aferrarse desesperadas a su espalda. El llanto de YoungJae le destrozaba el corazón. — Fue una pesadilla, Gatito. Estás bien, Papi está aquí.

YoungJae logró calmarse luego de que JaeBum repartiera besos por su rostro, deteniéndose en sus labios por más tiempo, besándolo con suavidad. YoungJae tocaba a JaeBum con ansias, tratando de convencerse a sí mismo de que todo había sido una pesadilla como Papi dijo.

Se sentía muy mal, con un dolor de cabeza que lo aturdía y unas ganas de vomitar terribles. Apenas y podía mantener los ojos abiertos, tenía la sensación de que la parte trasera de éstos ardían.

JaeBum notó la mirada desorientada de YoungJae; tocó su mejilla para hacerlo reaccionar, descubrió la alta temperatura de YoungJae.

  — YoungJae, intenta levantarte. ¿Sí? Iremos con el doctor.

Él no quería ir al doctor, lo único que necesitaba era quedarse en cama con JaeBum y que éste lo mimara hasta que se quedara dormido de nuevo. Sin embargo, no tuvo la fuerza suficiente para negarse; JaeBum lo levantó de la cama y lo llevó al baño, lo sentó en la tapa del retrete y lo ayudó a cambiarse de ropa.

𝑺𝑼𝑮𝑨𝑹 𝑫𝑨𝑫𝑫𝒀  🍭  𝑻𝑾𝑶𝑱𝑨𝑬Where stories live. Discover now