La Oveja Negra En La Familia Malfoy // Harry Potter & Tú

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Desperté en la enfermería, me sentí desorientada al inicio, hasta que recordé lo que había pasado con Quirrell, Voldemort, Harry y la Piedra.

Alcé un poco la cabeza y me sorprendía que mi cuello me doliera todavía, aunque ni siquiera sabía cuanto tiempo llevaba en la enfermería. No es que me importara mucho.

- ¡____! - escuché la voz de cierto rubio, que estaba sentado al lado de mi cama en un banco.
- ¿Qué pasó? - dije.

- ¿Cómo que qué pasó? ¡Toda la escuela habla de eso de San Potter, y la comadreja, y la sang... Granger - corrigió  al verme fulminándolo con la mirada - y luego, ¿adivina quién más estaba ahí? ¡Tú!

Reí. Y me sumí en mis pensamientos, mientras mi hermano soltaba su discurso de lo peligroso que pudo ser, etcétera, etcétera.

- ¡____ Cristelle Malfoy Black! ¿Estás escuchándome? ¡Te pudiste haber matado!

- Si, si, no lo vuelvo a hacer - contesté.

- Si papá o mamá se enteran de esto, vas a estar castigada y se darán cuenta de que estás con los leones y si te envían con los muggles...

Hice un esfuerzo para sentarme y abracé a mi hermano.

- No se van a enterar - dije - Y es lindo saber que te preocupas por mi - continué riendo.

Draco se separó del abrazó y me dio un ligero golpe en el brazo.

- Quisieras - dijo.

- Yo sé que me amas, no vives sin mí.

- Lo que digas, hermanita.

- Oye, espera. ¿Qué día es hoy?

- ¡Estuviste inconsciente como por mil años! Hasta Potter despertó antes que tu. Casi me matas del susto.

- ¿Ves? Te preocupas por mí.

- Bueno, un poco pero shh.

- ¿Están bien? - pregunté.

- ¿Quienes?

- Ya sabes, tus mejores amigos: Harry, Hermione, Ron.

- Están bien.

Sonreí.

- ¡Ey, tú! - gritó una voz de señora - ¡No te dejé entrar!

La señora Pomfrey apareció, regañó a Draco por entrar sin permiso y lo hizo salir, para después acercarse a mí para ver cómo estaba.

()

Me sentía mucho mejor para el banquete de fin de año, pero sabía que la señora Pomfrey no me dejaría ir, además, según el reloj de la enfermería, el banquete ya había iniciado. Así que, me paré de la cama silenciosamente, y camine de puntitas a la puerta. Cuando estuve fuera de la enfermería, eché a correr a la sala común. Me bañé, me arreglé, me vestí y fui al Gran Comedor.

No había visto a mis amigos, sólo un poco a Harry, ya que el también estaba en la enfermería, pero no hablábamos porque nunca coincidíamos despiertos, es decir, cuando yo dormía, al muy taradito se le ocurría despertar, y viceversa.

Llegué al Gran Comedor y localicé a mis amigos en la mesa de los leones. Todos estaban comiendo ya. Paseo mi mirada por todo el lugar, y las banderas de color escarlata y dorado me dicen que Slytherin no ha ganado la Copa de las Casas. La cara de enfado de mi hermano confirma mis sospechas. Sonreí algo confundida y me acerqué a mis amigos.

- ¡____! - gritó Hermione cuando me vio antes de llegar con ellos y sin darme cuenta, la castaña me envolvió con sus brazos.

- ¡Hermione! - dije de la misma manera.

- ¿Madame Pomfrey te dejó venir? - preguntó.

- No, salí sin que me viera.

Le dediqué una sonrisita inocente, esperando a que me echara otro discurso de "puede pasarte algo". Sin embargo, sonrió y dijo:

- Ya que estás aquí, vamos a comer.

Me sorprendí pero la seguí hacia el lugar de la mesa donde el pelirrojo y el azabache comían. Me senté al lado de Hermione.

- ¡____! - gritaron los dos chicos a la vez.

- Hola - dije alegre.

- Te abrazaría pero estoy comiendo - dijo Ron con la boca llena, provocando que la castaña lo mirara un poco asqueada y le reclamara por hablar mientras comía.

- Tu - dijo la voz de otro pelirrojo más allá en la mesa.

- Nos diste un gran susto - continuó su gemelo.

- Hablaremos de eso más tarde - volvió a decir el que inició.

Reí un poco.

- Les hice falta.

Luego me volteé hacia Harry.

- ¿Estás bien?

- ¿Tu estás bien?

- Yo pregunté primero.

- Estoy bien.

- Igual. ¿Qué pasó con ya sabes... la Piedra? - pregunté curiosa.

Me había perdido de mucho.

- Pues, la destruiste, ¿recuerdas? - asentí - Lo demás te lo contaré luego. Come, ganamos la Copa.

- ¿De Quidditch?

- No, estuve inconsciente para la final, perdimos - dijo algo decepcionado.

- Tranquilo, el siguiente año será. Eres un buen buscador, y no lo digo porque seas mi amigo - lo animé.

- Gracias, ____ - sonrió - Te extrañamos - añadió bajito.

- Yo a ustedes - respondí.

()

Ron y Hermione ya se habían ido con sus familias. Solo estaba Harry a mi lado y no podía encontrar a Draco ni a mamá y papá.

- ¿Ya llegaron por ti? - le pregunté.

- No y no me sorprendería que no lo hicieran - dijo.

Eso me hizo recordar algo.

- Espera.

Metí mi mano en mi bolsillo hasta dar con un pequeño frasco llena con un líquido transparente, el cuál saqué y se lo tendí a Harry.

- Ten.

Me miró confundido.

- Sabes que teñí el cabello de mi hermano de rosa - afirmé a lo que él asintió - Bueno, usé un hechizo, pero en caso de que no funcionara preparé esto, es una poción, hace lo mismo que el hechizo.

Tomó el bote confundido por un buen rato, quizás preguntándose para que le estaba dando esto. Hasta que pareció comprenderlo.

- Gracias - dijo y antes de que pudiera reaccionar, me abrazó.

Habían sido muchos abrazos , pero uno más no hacia daño, para nada.

- De nada.

- Creo que mis tíos me echaran de la casa si le hago algo a Dudley - dijo cuando nos separamos.

- Estoy segura de que eso sería mejor que un verano entero sin magia. Si el ministerio te hace algo, podrías...

- ¿Huir del país? - se adelantó.

Sonreí y asentí.

A lo lejos pude ver a Draco caminando hacia dos personas que reconocí como mis padres.

- Creo que están aquí - dije.

- Bueno, adiós, ____.

- Adiós, Harry. Y no creas que te libras de mí tan fácil, tendrás mis cartas molestándote.

- Mejor así, te diré que tal me va con esto - dijo señalando el bote.

- Adiós.

Me alejé de ahí, para encontrarme con mis padres y mi hermano. Los veranos ya no serían lo mismo después de haber entrado a Hogwarts, ahora sabía que me pasaría todos y cada uno de los días esperando regresar.