Parte 11

2K 263 59
                                    

Una semana. Una maldita semana había pasado desde aquel acontecimiento que desconcertó y a la vez puso más ansioso a Ink. Había tratado de contactar con el menor por todos los medios, sin respuesta, incluso había ido a su casa, pero al parecer no había nadie.

El trabajo cada vez se le hacía más pesado sin los acostumbrados mensajes que intercambiaba con Error y que le alegraban el día, por muy borde que le contestara el glicheado.

- No entiendo nada... - murmuró alicaído, jugando con su lapicero e ignorando completamente la llamada que él mismo había hecho. No logró la venta, por supuesto, pero poco le importó. Desde que conoció a Error se había esforzado en superar las expectativas de su jefe para poder darle caprichos al menor así que, por ese mes, no tenía que preocuparse demasiado.

[...]

El atardecer cayó sobre él cuando ya salía de la Centralita, ojeroso y cansado. Ni siquiera alzó la mirada hacia el frente mientras caminaba, por lo que no vio el auto que se aproximaba a él cuando cruzó la calle en rojo hasta que escuchó el fuerte claxon. Esta vez no le dio tiempo a reaccionar. El auto frenó en seco y aún así no impidió que golpeara levemente al albino, haciéndolo caer de culo al asfalto.

- Ugh... Mierda... - murmuró adolorido. Se había lastimado un poco el fémur izquierdo. Nada grave, pero sí lo suficiente para que cojeara si trataba de caminar.

- ¿¡Se encuentra bien!? - un esqueleto salió con rostro angustiado del vehículo, acercándose a Ink para checarlo. El susodicho alzó la cabeza, viendo lo primero una larga bufanda de color rojo, seguido de una chaqueta blanca y un curioso glitch en la cuenca derecha. Un glitch... Su mente trajo de nuevo el último recuerdo del pequeño azabache, agachado de nuevo la cabeza.

- Sí... Descuide, fue mi culpa... - murmuró tratando de incorporarse, pero casi cae de nuevo al sentir el dolor en su fémur, gruñendo disimuladamente.

- Sí, efectivamente, fue tu culpa, pero igual estás herido, así que eres mi responsabilidad - dijo el de bufanda roja, extendiendo su mano para ayudarlo a pararse, comprobando que solo su pierna había sido afectada - será mejor que te lleve al hospital para que te reconozcan... Soy Geno, por cierto - comentó con una pequeña sonrisa.

- Soy Ink y... Uh... En serio, no es necesario - contestó con una sonrisa nerviosa. Tras una pequeña discusión absurda, terminó por aceptar la ayuda de aquel esqueleto, subiendo al auto. Aunque alzó una ceja al ver que pasaban de largo el hospital más cercano "Genial, ahora voy a ser secuestrado por idiota" Pensó sobando su entrecejo antes de mirar a Geno - Uhm... ¿No que íbamos al hospital...? - dijo con una sonrisilla nerviosa, mirando al conductor.

- ¿Mmm? Oh, sí, discúlpame, es que olvidé que tengo que preparar la cena para mi hermano menor y no tengo mi celular para avisarle que tardaré, siento arrastrarte a esto, ¿al menos tendrás comida gratis? - hizo un gesto como de encogerse de hombros algo avergonzado. Ink decidió no cuestionarlo, igual en aquel momento no tenía ganas de nada y tal vez una comida decente le viniera bien, aunque estuviera envenenanda.

Tardaron unos minutos más en llegar al hogar del de cuenca glicheada, pero cuando llegaron, Geno ayudó de nuevo al contrario a caminar hasta llegar a casa, donde lo acomodó en el sofá, con una pequeña sonrisa.

- Esperame un momento, te traeré algo de beber y una pastilla para el dolor - dijo caminando hacia la cocina. Un grito lo interrumpió de su trayectoria.

-¡Hasta que por fin llegas! ¿Que acaso querías matarme de hambre? - gritó entre gliches el pequeño azabache, saliendo de su habitación con una gruesa cobija y aspecto ojeroso. Las cuencas de Ink se abrieron de golpe al ver a su preciado Glitchy. Éste, al ver a Ink es el sofá de la casa de su hermano, no pudo más que sonrojarse a más no poder, glicheandose antes de huir de nuevo a su habitación.

- Disculpalo, es un maleducado la mayor parte del tiempo, pero así se le quiere - comentó Geno rodando su cuenca antes de entrar finalmente a la cocina, dejando a Ink aún en estado de shock, pero con una pequeña sonrisa.

- ... Heh, menudo reencuentro...

Centralita [InkError]Where stories live. Discover now