Y sí...

Guardianes

Palabras: 761

Y sí...

Guardianes.

...

Kero volaba por todo el cuarto de Sakura, enojado.

No podía aceptar que la sola presencia del mocoso chino haya sido suficiente para que Sakura renaciera como una flor de cerezo en plena primavera. ¡No podía tolerarlo! ¡Estaba indignado!

—¡Ya Kero! —protestó Sakura bastante avergonzada—. No te pongas como los demás, ¿sí?

—¿A qué te refieres? —preguntó deteniendo su vuelo abruptamente.

—Tomoyo y los demás, incluso Eriol —bajó la mirada—, empezaron a molestarme, porque dicen que me veo muy feliz ahora que Shaoran ha regresado —le respondió. El uso de su nombre de pila, solo empeoró el malhumor del guardián de ojos dorados.

—¡¡Y encima lo tuteas!! —protestó— ¡Y en mi presencia! —Sakura suspiró y se dejó caer en su cama para cubrirse el rostro con la almohada.

¿Qué tenía de malo alegrarse porque un amigo había regresado? ¿Qué tenía de malo que, mientras le contaba a Shaoran todo lo que había vivido con las cartas, había podido leer todos los sentimientos que reflejaban su rostro?

Él la había escuchado, la había comprendido y sin dudarlo, le ofreció toda su ayuda. Solo era cuestión de llamarlo y él aparecería para ayudarla. Así, como eran antes las cosas, como ella empezaba a sentir que debían ser las cosas, ya no lo buscaría en vano, él estaría ahí.

...

La felicidad de Sakura era latente esa mañana, sobre todo cuando al bajar a desayunar se encontró con Yukito y su hermano preparando el desayuno, últimamente Yukito había vuelto a ser el amigo inseparable de su hermano, ese que estaba siempre pegado a Touya, y no solo a ella por ser la personalidad falsa de Yue. Eso también le alegró, porque veía a su hermano de mejor ánimo cuando Yukito estaba con él.

Aquello la hizo sentir incomoda.

Miró a los dos amigos conversar en la cocina mientras servían la comida, Touya estaba haciéndole bromas al pobre de Yukito mientras que él le respondía una sonrisa muy cálida.

¿Por qué sentía que ella sobraba en esa relación?

Sacudió su cabeza y disfrutó junto con ellos, aquel maravillo desayuno.

...

Las cosas para Sakura estaban bien, los hechos que la obligaban a cambiar las cartas eran más fáciles de controlar, sobre todo ahora que Tomoyo y Shaoran estaban con ella en cada oportunidad, hasta aquel día.

Aquel día en que sus guardianes no pudieron regresar a sus falsas identidades, aquel día en que Kero y Yukito no podían regresar con ella...

Estaba asustada, ¿qué pasaría si sus guardianes se quedaban así?

No quería pensar en eso, prefirió pensar en que era alguna broma del ser que jugaba con ella y mañana en la mañana, todo volvería a la normalidad... ¡Sí! Eso pensaría para poder sobre llevar esa bizarra situación.

—¿Lo sientes? —preguntó Kerberos a Yue, aprovechando que su dueña estaba bañándose.

—¿El cambio en la ama? —preguntó Yue cruzado de brazos.

—Así es —Kero observó de reojo la mesa donde estaban las cartas Sakura.

—Y no es solo ella —indicó, haciendo que Kerberos volviera a mirarlo—. Hay un cambio en Yukito también —dijo mirándose la mano derecha—. Sé que, si fija su mente en otra persona, empezaré a debilitarme, pero no puedo controlarlo.

—¿Yukito está teniendo dudas de su amor por Sakura? —Yue volvió a cruzarse de brazos.

— Está pasando lo mismo con ella... Siento su cariño por Yukito, eso me da energías para poder seguir existiendo, pero ha estado titubeante.

—¿Desde cuándo?

—Desde que el joven que proviene de la familia materna de Clow regresó —indicó. Kerberos entrecerró los ojos fastidiado. Ese mocoso había regresado a desestabilizar todo.

—¿Y lo de Yukito hacia el hermano de Sakura?

—Desde el mismo acontecimiento...

Ambos guardianes se quedaron en silencio.

¿Acaso la predicción de Clow podría tener fallas? Las instrucciones que les había dado antes de morir, ¿no eran exactas?

¿Qué era lo que estaba pasando en realidad?

—No queda más que seguir observando a nuestra ama—concluyó Yue.

—¿Y el mocoso? —preguntó Kerberos— ¡Está molestándonos!

—Quizás no esté molestando... quizás es el elemento que pone todo en su lugar —Kero lo miró confundido, estaba a punto de pedirle que se explicara, cuando Sakura regresó a su habitación dando un grito, por lo asustada que se vio, al encontrarse con sus guardianes. No estaba acostumbrada a verlos por largos periodos.

Se acostó observando a Kerberos y a Yue, tenía que buscar la forma de volverlos a la normalidad. Quería volver a estar con Kero y ver a Yukito otra vez. Con esa resolución en la cabeza... se quedó dormida.