T3|C1

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¿Me copias, Suzie?

— Entonces, Katherine, ¿quieres contarme un poco sobre lo que tratabas con Cindy? —preguntó muy amable y sonriente la nueva psicóloga de Kate.

La morena tomó aire y asintió sentada en el diván, moviendo sus dedos de forma nerviosa, sobre sus piernas pegadas.

— Empezó a finales del 82, tenía 15 años y comenzaba a descubrir el mundo, digamos, decidía qué y quién me gustaba y probaba todo tipo de límites... Tenía muchos amigos, o eso creía, porque si me lo preguntabas, nunca hubiera imaginado que hasta mi mejor amiga, Carol, me trataran de tal manera. Me apartaron, me trataron como si estuviera enferma o algo así, inventaban cosas sobre mí; y de repente estaba tan, pero tan sola que todo empeoró.

— ¿De qué manera?

— Robaba alcohol a mis padres, probé drogas, agarraba sin permiso el coche, desaparecía durante días... Me convertí en lo que ellos habían dibujado, de un día a otro, fui aquella promiscua, rica e imprudente que los de mi escuela pensaban que era —soltó aire, mirando al suelo—. Pero no, no soy así. Nancy me hizo ver las cosas distintas...

— ¿Nancy es...?

— Mi amiga, creo, no sé... Creo que cree que salgo con su ex y no me habla desde hace tiempo, me evita. Supongo que repelo a la gente, es mi especialidad —habló nerviosa.

— ¿Sí? ¿Estás segura?

Hizo una mueca.

— Bueno, no, Nate fue quien me acompañó en mis peores momentos (y en los mejores), pero ahora se fue a la universidad —subió los hombros y se secó una lágrima negra—. Hablamos cada tanto por teléfono, pero no es lo mismo, no. También está Steve, el ex de Nancy, hace poco nos comenzamos a llevar y no es tan malo.

— Qué bien.

— Sí. En realidad, nos llevamos muy bien. Y Max, pero tiene 14 años... —rio— Viene a casa casi todos los viernes, empezó a salir con mi primo y no tiene muy buena relación con sus padres, me pide consejos, hago lo que puedo, me agrada.

— Asumo que eres la indicada para dar buenos consejos, viviste muchas cosas, debes ser sabia.

— ¿Pero a qué costo?

— ¿Qué pasó con Carol?

— Con ella fue el principio del fin; aunque no quiero que me malinterpretes, Carol y yo fuimos muy amigas, las mejores. Íbamos a todos lados juntas; nuestras primeras fiestas, nuestra primera vez en todo lo compartíamos, nos acompañábamos y aconsejábamos en lo que podíamos. Todos sabían que nos divertíamos mucho, y nos decían que no saldríamos vivas —rio recordando algunas cosas—. Saltábamos las clases, hemos robado algunas cosas solo por diversión (no me siento orgullosa de eso, pero en el momento fue algo nuevo y me llenó de adrenalina) y nos colábamos en la piscina del colegio sábados y domingos, llevábamos licor de cereza y medio desnudas corríamos de la policía cuando nos descubrían... Sacábamos lo peor de la otra. Todo lo que nos rodeaba era tóxico.

— Es bueno que te des cuenta de esas cosas —comentó haciendo anotaciones.

— Ahora lo hago, sí. Estábamos en primero, ella salía con Tommy, yo con los (y alguna la también) que quería y... —tuvo que parar porque su corazón comenzó a darle patadas en el pecho; tomó agua y se relajó—. Tommy es un idiota de los grandes; él quería probar cosas nuevas con Carol, supuestamente se aburría de ''siempre lo mismo'' y ella dijo que yo sería una buena compañía. Al principio él se negó, éramos muy amigos y Tommy prefería hacerlo con alguna desconocida.

— Pero... entonces tus amigos sí sabían cómo eras... no mantenías secretos con ellos.

— No, el problema fue cuando Carol contó los secretos más íntimos míos, sí mis amigos sabían que amaba el descontrol, romper reglas y besarme con desconocidos, pero nada más... Carol le dijo todo para convencerlo de que nos acostáramos. Él se lo contó a todos, y todos se lo contaron a sus propios amigos y así se fue creando una bola grande de mentiras y exageraciones de boca en boca por la escuela y gran parte de Hawkins. Llamaron a mis padres —se quebró en lágrimas—, y esa misma noche lo hice... intenté...

— No tienes que decirlo.

— Me llevaron a una clínica lejos, ya habían suficientes rumores sobre mí, aunque no pararon, obvio. Creen que desaparecí durante esos meses porque estaba embarazada o en rehabilitación de drogas.

— ¿Nunca lo hablaste con nadie más que tus padres o médicos? ¿Tal vez Nancy?

— ¡NO! Nancy se hubiera espantado, no. Se lo conté a Nate, y él le rompió la cara a Tommy, literalmente, tuvieron que arreglarle la nariz en una cirugía. Yo no se lo pedí.

— ¿Y ahora cómo estás?

— Bien. Mejor —dijo con sinceridad, y sonrió—. Tengo nuevas aventuras, locas de verdad, pero... pero no son como las anteriores, para nada. Con Steve, Max... y muchos otros, hasta me llevo mejor con mi primo.

— ¿Dijiste que trabajabas? Eso es muy bueno.

— Sí, bueno, en realidad comienzo mañana; en una de las nuevas cafeterías que abrieron mis padres en el Starcourt. Estoy un poco nerviosa, he trabajado antes, pero...

— Lo nuevo siempre tiene eso —Kate asintió. 

— Steve también trabaja ahí.

— Es interesante... Steve. ¿Quieres hablar más de él? —preguntó con los ojos entrecerrados, anotando, y Katherine se puso roja. Negó.  

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Aproveché que no empezaba la trama de la temporada hasta el final del capítulo para contarles algunas cosas más de ella. Espero que les guste. 💜

𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒; Steve Harrington ❥︎ Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora