a

16 3 0
                                    

El pastel apareció tiempo después, y los cuerpos danzantes se llenan de sudor conforme el tiempo pasa. Siento la garganta llena y la boca reseca, pero no hay agua.

El alcohol reservó su entrada y ha llegado, los adultos llenan sus estómagos de bebidas dañinas y se dejan llevar por la realidad distorsionada que les ofrece. Toman sus manos y ríen sin descanso, a la vez que tropiezan con la gente que muere y carcajea.

La mesa se nota solitaria y me siento un auténtico y maldito fracaso. Linda ríe, parece borracha con sus movimientos bruscos y ojos extraviados en busca de botellas.

Soy una bazofia de 14 años, deseos frustrados y aprendizajes incorrectos sobre cómo tocar la guitarra. Lo único que me queda son palabras llenas de furia escritas en hojas manchadas de angustia.

t r i s t e z a .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora