Yo ¡¿Harriet Potter?!

⁴ | Hagrid, el guardián de las llaves.

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¡BUM!

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Se escucharon varios golpes a la puerta, podia también oír unos pasos que provenían de las escaleras pero era claro que era Petunia y Vernon bajando para averiguar que estaba pasando en la entrada, aunque Dudley no se quedó atrás ya que se levanto con miedo al oír aquel fuerte ruido que provenía de afuera.

— ¿Qui...quién es? — decía Vernon sujetando su escopeta.

La puerta fue empujada por un fuerte golpe haciendo que cayera al suelo y una silueta grande entra al lugar.

— ¡Uy! Disculpen por eso — dice Hagrid, este aguarda su paraguas rosa en su abrigo, luego se agacho para levantar la puerta y colocarla en su lugar.

— ¡LE EXIJO QUE SE LARGUE DE AQUÍ! ¡ESTA ES PROPIEDAD PRIVADA! — grita Vernon apuntándolo con su escopeta.

Hagrid se acercó a ellos.

— Cierra la boca, sucia rata inmunda — dice mientras toma la punta del rifle y lo dobla como si fuera una goma se escuchó un disparo saliendo de él lo cual dejo un pequeño agujero en el techo.

Luego me miro y me sonríe.

— ¡Pero mira cómo has crecido! La última vez que te vi eras solo una criatura — dijo Hagrid — ¡Realmente eres una viva imagen de tu madre, pequeña Harriet!

Le sonreí al verlo, se ve intimidante, pero es como un oso de peluche gigante. Deseaba correr hacia el y poder abrazarlo pero tendría que contener mi emoción, tenía que fingir no saber nada del mundo mágico.

— Te deseo un feliz cumpleaños Harriet, Tengo algo aquí. Tal vez lo he aplastado un poco durante el camino, pero tiene buen sabor.

Del bolsillo interior de su abrigo saco una pequeña caja rosada algo aplastada, lo tomo con algo de nervios y la abro, Dentro había con un pastel de chocolate pegajoso, con <<Feliz Cumpleaños, Harriet>> escrito de verde.

— ¿Qué tal? Lo hornee y lo decore yo mismo.

— ¡Muchas Gracias! — dije felizmente, no pude evitar saltar emocionada mientras tomaba la caja de verdad era un hermoso detalle por parte de él.

En ese momento quería llorar de felicidad.

— No todos los días cumples años ¿o sí? — dice sonriente.

Se deja caer en el pequeño sofá, saca su paraguas y lanza un hechizo para prender fuego a la chimenea.

Los Dursley no decían nada ya que estaban muertos de miedo ante la presencia de semi-gigante. Había que admitir que era demasiado emocionante encontrarme a unos de mis personajes favoritos y mi fangirl interior gritaba como loca, ese hombre es mi ídolo (bueno aparte de Severus por supuesto)

— Disculpe, pero ¿Quién es usted? — pregunte fingiendo curiosidad.

— Rubeus Hagrid, Guardián de las Llaves y Terrenos de Hogwarts — contesto — pero llámame Hagrid, todos lo hacen. Bueno creo que debes saber a qué debo a esta visita.