Jeanne D'Arc

Capítulo 2: Amuleto Embrujado

Adrien no daba crédito a lo que acababa de escuchar, sintió su corazón latir con fuerza, así como la culpabilidad por lo ocurrido con Marinette. El modelo conocía tan bien a la joven, y de paso sabía lo mentirosa que es Lila, por lo que temía lo afectada que podría estar su amiga. Y la idea que ella fuese akumatizada, le carcomía la consciencia.

-No puedo creer que piensen eso de Marinette –dijo al fin el rubio, sin saber que Lila, muy tranquilamente, ingresaba de vuelta al salón -. Ella siempre les ha ayudado sin pedir nada a cambio, ¿Y ustedes piensan que Marinette dañaría a alguien por celos?

-Pero así fue Adrien –le contestó Lila a sus espaldas, con una voz tan lastimera, que dio pena a sus compañeros, a excepción del modelo, que le veía con el ceño fruncido-, sé que cuesta creerlo, pero Marinette me trató horrible, y sólo porque les compartí mi sorpresa a nuestros queridos amigos, me esforcé tanto para convencer a Jagged y a Clara para este evento... - Lila comenzó a sollozar, siendo consolada tanto por Alya como por Rose.

-Adrien, está vez Marinette se pasó de la mano con Lila –sentenció severa la bloguera, pero Adrien frunció aún más el ceño, colocándose en una posición rígida, que a Nino le recordó a Gabriel Agreste.

-Lila –el muchacho le llamó con una voz tan fría que todos dieron un respingo-, debo suponer que este asunto de la "sorpresa" es tan verdad como tú "amistad" con Ladybug – a esta palabras, la chica guardó silencio, ella jamás espero que Adrien sacara ese tema delante de otros, ya que hasta ahora, solo era algo que "discutían" en privado.

-¿Pero qué cosas dices Adrien? –ahora Alya se dirigía molesta al rubio, con las manos en las caderas - ¿Acaso Marinette te inventó algo de Lila y su amistad con Ladybug? –a esta escena, Lila iba aprovechar de hacer una distracción, pero Adrien fue más rápido en sus palabras.

-No fue Marinette, sino...

-¡No! No es cierto –le interrumpió a tiempo la chica, muy nerviosa de que una de sus mentiras saliera a la luz, y por el mismísimo Adrien.

-¿Podrías dejar de mentir? Por favor Lila – el chico rubio se acercó a ella con aire autoritario-, ambos sabemos que ese día... –pero Lila ahogó un grito, rechinó los dientes, con la cara roja y "sollozando", empujó a Adrien. No alcanzó a botarlo, pero sí el joven trastabilló un poco, y cuando ella dio media vuelta, se encontró cara a cara con una anonadada Maestra Bustier.

-Señorita Rossi, ¿Se puede saber por qué esa actitud con su compañero?

-¡Ayúdeme maestra! -se ocultó detrás de la mujer, con una expresión horrorizada, como si fuera a punto de ser atacada por un supervillano – Adrien me ha estado diciendo cosas horribles –dijo con voz lastimera, aumentando la lástima en ella de parte de sus compañeros, cosa que molestó aún más al modelo.

-Te he tenido paciencia Lila –comenzó a decir serio el chico, que impresionó a todos, incluso a la maestra-, he tratado de hacerte ver de tus errores y mentiras de la mejor forma posible, pero no voy a permitir que lastimes a Marinette, A MI AMIGA, MARINETTE–el rubio remarcó sus palabras, apretando sus puños-, ella es una chica maravillosa, mi mejor amiga, y sí se convierte en Akuma por tu culpa, yo mismo voy a entregarte a ella para que al menos se le haga justicia – y luego de su amenaza, el chico salió corriendo del salón, sin escuchar los llamados de la maestra, logrando dejar el colegio antes que cerrara, para ir en dirección a la casa de los Dupain-Cheng.

-Miauch, pude sentir el miedo de la mitómana por tus palabras, no cabe duda que eres digno hijo de tu padre –le comentó sorprendido Plagg, pero Adrien no tenía cabeza para sus palabras, sólo quería llegar con Marinette, quería que no fuera demasiado tarde.