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Soojin se volteó sobre su costado y estudió a la chica acostada a su lado en la cama. Todavía estaba oscuro afuera, la luz de la luna creciente se filtraba débilmente a través de las persianas de plástico. Observó la forma en que el pecho de Shuhua se expandía, arriba y abajo, mientras respiraba.
Llevaba su camisa verde oscura favorita, y Soojin no pudo evitar sonreír por lo linda que se veía. Podría haber tenido veintisiete años, pero no había cambiado ni un poco desde el día en que se conocieron, hacía más de diez años. Bueno, excepto por el cabello. Se había hecho un poco más largo.
Ver dormir a Shuhua era una rareza con toda honestidad, la chica parecía tener una cantidad infinita de energía que apenas podía mantener. Pero, de alguna manera, lo hicieron funcionar. Eran el contraste la una de la otra.
Soojin agarró su libro de la mesita de noche cercana y lo abrió donde lo había dejado. En este momento de su vida, estas eran las únicas horas en las que tenía tiempo para sí misma. Ser madre de un par de niñas, que habían heredado todos los rasgos deseables (e indeseables) de Shuhua, era un trabajo de tiempo completo con horas extras no pagadas.
Pero después de leer un par de párrafos, descubrió que su mirada se desviaba hacia su compañera de sueño. Soojin cambió el libro por su teléfono y tomó una foto. Otra joya para los recuerdos.
Soojin se incorporó y estiró el cuello mientras se inclinaba sobre el marco de Shuhua, tratando de echar un vistazo a su rostro. Ella se alejó de la taiwanesa porque, seamos sinceras, ella siempre iba a ser la cuchara más grande.
Muy lentamente...
ーSoojin-ah, sé que me estás viendo dormir.
Soojin contuvo el aliento por la sorpresa, antes de exhalar profundamente y dejarse caer sobre el colchón. ーPuaj.
La cabeza de Shuhua se asomó lentamente por debajo de las sábanas, su cabello estaba erizado en varios lugares. ーTengo frío.
ーTienes una mantaー. Soojin dijo rotundamente. ー Tenemos una manta.
Shuhua se acercó más pero no respondió.
ー¿Qué quieres?ー
ーAcurrúcate conmigo.
Soojin miró a los ojos oscuros de la mujer que amaba, antes de finalmente ceder.
ーVen aquí.
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