Capitulo 2: Viaje De Última Hora

Bắt đầu từ đầu
                                    

- Sam, ¿qué haces aquí? – dije tomándolo del brazo y conduciéndolo detrás de un árbol.

- Auch, eso dolió – dijo cuando lo solté. Me dio una media sonrisa y una mirada de consuelo – Bueno, no iba a mantenerme al margen hoy Kat, supuse que no haría daño venir a ver como estabas.

- Sam – comencé, pero no pude decir nada más. Lo cierto es que verlo me hacía sentir, aunque fuera sólo un poco mejor – Gracias – concluí.

Nos quedamos en silencio un momento sólo mirándonos el uno al otro hasta que él decidió hablar primero.

- Y entonces ¿qué va a pasar ahora?

- Bueno, aún no lo tengo muy claro. Mi tía Carolina vino para el funeral y es el único familiar que me queda.

- Y ella no vive aquí – dijo concluyendo.

- No, ella no vive aquí – dije suspirando.

Sam pasó sus manos por su cabello y soltó un suspiro.

- Así que te vas – dijo con seriedad.

- Aún no lo sé. Bueno, es lo más probable, pero no he hablado con mi tía sobre eso todavía.

- Y si es así, supongo que no hay nada que yo pueda hacer

- Temo que no – dije con tristeza en la voz.

- ¿Y exactamente eso en dónde nos deja a nosotros dos?

- No lo sé Sam, es decir, tú tienes tu vida aquí, tu empleo, tu familia. Yo ya no tengo nada que me ate a este lugar.

- Podría pedir un cambio de plaza a donde vayas tú – dijo él entusiasmado.

- Jamás te pediría que hicieras eso.

- No dije que lo hicieras.

Una sombra recorrió mi rostro y la comisura de mis labios se torció en una mueca.

-Sam...

-Son 2 años Kat – me interrumpió – No puedo dejar que después de dos años te vayas, así como así. Sé que nuestra relación no es ideal y que hay mucho de ella que arreglar aún, pero, yo te quiero, y eso lo sabes bien.

Las palabras de Sam se enterraban como dagas en mi corazón. Claro que sabía que él me quería, y yo lo quería a él, no me importaba lo que pasaba en el mundo exterior cuando estaba con él, no me importaba lo que pasaría después, lo único que me importaba era lo que teníamos en ese preciso momento.

Agaché la cabeza y no supe qué decir. Sam puso su dedo en mi barbilla y me hizo mirarlo con suavidad. Sus ojos color chocolate me miraban con ternura y cariño. Puse mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mí. Me quedé ahí un momento, con mi cabeza en su pecho sintiendo su calor y escuchando los suaves latidos de su corazón. Él era alto, al menos 10 centímetros más que yo. Su piel era suave como el terciopelo y sus brazos me daban una seguridad que no había sentido antes.

Tomé su rostro entre mis manos y acerqué mis labios lentamente hacia los suyos hasta que ambos se fundieron en un suave y dulce beso. Sus labios se deslizaban cariñosamente con los míos, el beso era tierno pero apasionado. Quise quedarme así, en sus brazos, todo el tiempo que me fuera posible. Posé mis manos sobre su cabello lacio y negro como la noche, jugué con un mechón que caía sobre su oreja y después deslicé mis manos por su espalda que era ancha y bien contorneada.

Le di un último, corto y delicado beso y me separé de él.

Su mano derecha se posó sobre mi mejilla izquierda y la acarició suavemente. Cerré los ojos un momento saboreando el precioso toque de su mano sobre mi piel.

Nada Es Para SiempreNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ