Capítulo 20

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-¿Qué es esto? – Bankotsu miro curioso el cartón blanco en sus manos. Ha pedido de Kagome había ido a visitarla urgentemente.

-Mamá junto con Izayoi están organizando un pequeño festejo por la venida de tus sobrinos – con una sonrisa le dijo Kagome sentada en su cama con un libro entre sus muslos.

-Mis sobrinos... - susurro con incredulidad – Pero... dice dos personas

-Para Kikyo y tú tonto – reprocho.

-¿Estás segura? Inuyasha la última vez no se lo tomo bien...

-No me importa lo que él piense, ustedes son mis invitados y los quiero presente – su amigo moreno le arqueo una ceja burlona.

-¿Estás bien?

-Estoy bien al saber que mis bebés lo están.

-Perdona por todo lo que estás pasando. Nunca quise que esto ocurriera, solo... fue algo imprevisto y...

-Lo imprevisto siempre es lo mejor. Lo sé, me lo dijiste cuando tratabas de convencerme de salir juntos en aquellos tiempos.

-Sí y de no ser porque tu seguías colada por Inuyasha habría funcionado – exclamo con molestia fingida recordando.

-¿Te arrepientes de algo?

-No, no me arrepiento de nada.

°°°

-¿Cariño? – Kagome llamo a Haru viendo con su ceño fruncido el cuaderno de la escuela de él en sus manos.

-Sí má – Haru troto hacía ella.

-¿Esto... qué es? – le enseño una nota escrita a mano con tinta roja por su maestra.

-La señorita lo escribió, me dijo que la leyeras con papá – hablo con timidez moviendo unos de sus pies con la mirada hacia abajo.

-Gracias hijo – lo tranquilizo acariciándole sus cabellos azabache – Sigue jugando con tío Sota – Haru al escucharla troto escaleras arriba con rapidez.

Suspiro leyendo la nota una vez más:

"Señores padres o tutor: el niño Haru está comportándose de una manera desinteresada en el horario de clases y resulta preocupante para nosotros los profesionales. Por favor asistir mañana en el horario de entrada a hablar con el docente, muchas gracias."

Miro el reloj de pared, Inuyasha ya debería de estar llegando. ¿Haru teniendo un comportamiento extraño? Pero sí él en casa se comportaba como siempre, no mostraba nada anormal, seguía siendo el niño inteligente, amable, adorable y atento que siempre, pero... ¿Por qué la maestra escribía lo contrario?

-Amor, llegue – Inuyasha le anuncio a sus espaldas entrando y cerrando la puerta tras de él.

-Hola... - Inuyasha le saludo con un beso en la mejilla.

-¿Cómo están? – pregunto como siempre por ella y por los futuros mini Taisho's.

-Bien. Hoy estuvieron muy tranquilos, no me hicieron sufrir – le sonrió cuando sintió la mano grande de su peli plata sobre su vientre cubierto por una fina tela – Mira Inuyasha.

-¿Qué cosa? – tomo el cuaderno en sus manos, primero se deshizo de su saco de marca colgándolo en la entrada y después leyó para fruncir su ceño – Se equivocaron de niño.

-Es lo mismo que pienso – entendió Kagome lo que su Inuyasha quiso decir – Aun así, para asegurarnos de que es una equivocación vamos mañana – Inuyasha asintió.

Nueva Oportunidad (ADA#3)Where stories live. Discover now