¿Qué... me está pasando? (Free De La Hoya Y Tú)

Capitulo 24.

En otro lado...

—¿Por qué me está evadiendo tanto?— se preguntó a sí mismo Joshua viendo desde su ventana el cielo— ¿Qué no mencioné que quería conocerlo?

—Parece que alguien está obsesionado.

—¡¿Qué?! ¡No! —Joshua se volteó a ver a la persona que le había hablado.

—Cómo no.

—¿Qué te pasa, hermana? No puedes entrar a mi habitación así.

—Me pregunto qué pensarán tus fanáticos —dijo su hermana. Rubia y de ojos celestes— La gran estrella de Hollywood también tiene a su ídolo.

Volteó a ver los pósters que Joshua tenía en una parte de la habitación de Free de la Hoya— Mira este lugar, no hay manera en que puedas negarlo. Tienes los pósters oficiales de Free de la Hoya por todas tus paredes... Y no sólo de él —dirigió su mirada hacia otro punto de la habitación que estaba lleno de pósters de la chica pelinegra.

—¡Oye, las cosas no son así! —Joshua se colocó delante de los pósters para poder taparlos— ¡No puedes decirle a nadie sobre esto! Los respeto como compañeros bladers, y a ella, es muy hermosa —puso una cara soñadora— Desde que puedo recordar él ha sido él mejor blader del mundo y ella le sigue.

—Claro, lo que tú digas, amiguito —su hermana palmeó su hombro— Digamos que es eso.

—Deja de tratarme como a un pequeñito —pidió Joshua.

—No me importa que seas una gran estrella —sonrió su hermana— Jamás dejaré de tratarte como a mi hermano bebé ¿Podrías culparme?

—Ay, qué mal.

—Te alegrará escuchar que ya descubrí dónde está —anunció su hermana.

—¿Qué? ¿Cómo lo-?

—Conoce a la detective, Karina Burns. Detective privado.

(…)

Free se encontraba mirando a un tigre fijamente en el zoológico.

—¿Qué estás haciendo por allá, Free? —se preguntó Joshua.

—Oye, ¿Hay que verlo todo el día mientras él piensa? —preguntó Karina.

—No lo apresures, Karina, créeme se supone que nos volvamos amigos —explicó Joshua— Esta escena ya estaba en el libreto. El destino con un poco de intervención.

—¿Cómo una película?

—Si, vamos a tener que trabajar un poco para hacer que la magia suceda— respondió Joshua— Queremos que las cosas se vean naturales.

Ambos estaban detrás de un árbol espiando a Free.

Detrás de ellos se movieron unos arbustos, y de allí salió Trent que estaba filmando.

Mientras tanto con Free, el tigre lo miraba desafiante y Free con tu típica cara de aburrimiento.

Pero por su cabeza pasaba otra cosa: estaba recordando la última batalla que había tenido con la ojiverde.

Frunció el ceño y sus ojos negros tomaron un color amarillo oscuro. El tigre seguía desafiandolo, pero la penetrante mirada del rubio ganó y el tigre dio media vuelta y se fue.

Free no se movió, otro recuerdo pasó por su cabeza: el beso que se habían dado ambos jóvenes antes de que el rubio partiera.

Se sonrojó un poco y tocó sus labios con dos de sus dedos y sonrió de lado al recordar ese beso y la voz de la chica cuando se le declaró. Sólo que su voz ahora era algo distorsionada, ya faltaba poco para que olvidase como se escuchaba.