Dispara | Teen Wolf #3|

Capitulo XIII: ¿Tanto sufrir para nada?

-Sabes que...cuando te disparan, en realidad mueres no por el disparo, ¿sino porque te atragantas con tu propia sangre? No importa lo mucho que intentes detenerlo, siempre es igual, tu instinto es tan fuerte que no te deja morir de otra manera que no sea hasta luchar unos instantes más -conto Lydia- Hasta que sientes como si tu cabeza explotara, como si estuvieran todos tus nervios en carne viva...Pero entonces, cuando finalmente lo haces, es cuando te deja de doler, no tienes más miedo...sientes paz.

Había pasado ya una semana desde la muerte de Jackson, recordaba exactamente como la policía había llegado al claro, llevándose el cuerpo de Girad.

Apenas recordaba como Parrish la había llevado lejos del cuerpo de Jackson, como la había envuelto en una manta, y le había dicho que todo estaría bien.

No lo estaría. No de nuevo. Nunca más.

Queria creer que así seria, pero tampoco quería engañarse con cuentos de hadas, porque a diferencia de estos, los malos si ganaban. Gerard lo hizo...gano.

- ¿Estas diciendo que esperas que Jackson haya tenido paz en sus últimos momentos? -pregunto Marin, su madre la había obligado a ir con ella, luego del "trauma" que había sufrido.

Era irónico, su padre había vuelto a casa, ambos, habían hablado con ella, era la primera conversación que habían tenido desde...la muerte de Jasón. Y no sabia como debía de sentirse al respecto de ello.

-Supongo que si -se limito a responder, mientras se hundía de hombros, en una aparente indiferencia.

Marin asintió

- ¿Y como te sientes respecto a Allison? -le pregunto, sabía que lo haría. Recordó a su antigua amiga, quien había perdido a su tía y ahora a su abuelo. Quien había decidido traicionarlos a ellos, peor luego a su familia para salvarlos.

Ella y Scott habían tenido la charla...

Flashback

Allison miro a Scott, ambos sentados en la cama de este, ella le había ido a visitar. Había decidido permanecer un tiempo lejos, a pesar de que este la había llamado.

Ahora, estaban uno junto al otro, y esta se encontraba sin palabras.

-Todavía te amo -dijo Scott

-Y yo también lo hago -le dijo Allison

Apretó los labios

-Lo siento... -comenzó esta

-No tienes porque sentirlo -dijo este

-Lo hago...tengo que decirlo por lo que hice -le dijo esta- por todo. Especialmente por lo que tengo que hacer ahora.

Scott asintió, acariciando su mejilla

-Este bien

-No, no lo esta -negó Allison

Scott asintió

-Lo esta

-Scott -dijo Allison desesperada- estoy tratando de decirte, que no podemos estar juntos de nuevo... nunca más.

Este asintió

-Lo se, y esta bien -este asintió nuevamente

Ella negó, conmocionada

- ¿Cómo estará bien?

-Porque se que volveremos a estar juntos... -este sonrió- desde que te vi, supe que estariamos destinados a estar el uno con el otro.

Allison frunció el ceño

-No existe el destino

-No existen los hombres lobo -ambos rieron

Lydia volvió al presente, y miro a la Señora Marin, quien aun esperaba la respuesta, mirándola serenamente. Algún día tendría que preguntarle el porque su parecido con Deaton, si tenían alguna clase de relación. Quizás únicamente fueran imaginaciones suyas, pero tenia ese aspecto de...sabiduria brillando en su mirada, más alla del hecho de que era una psicóloga.

-Ella nos ha estado engañando desde que comenzó el año -confeso- Que su tía haya muerto por culpa de Peter no le daba derecho a intentar matarnos a todos. Así que discúlpame si no siento la necesidad de perdonarla aun, puede que su abuelo haya influido en ella, y entiendo que el perdiera a su hija...y eso fue lo que la llevo a esto, pero Gerard estaba en el tren de los psicópatas hace tiempo.

Marin asintió, Lydia noto el hecho de que no tomaba notas, mentalmente se dijo que le preguntaría el porque más adelante.

- ¿Salió algo bueno de esto? -le pregunto entonces Marin Morrell. Lydia hizo una mueca.

-Supongo...Stiles y Malia, comenzaron una relación, y aun no se como debo sentirme al respecto...el se merece ser feliz... -hizo una pausa, apretando los labios- y Scott con Allison están en alguna clase de paro...pero...todavía siento como si hubiera algo mal entre el grupo. No se...es...igual a la tensión que hablábamos...lo sentimos con Allison...

Marin asintió

- ¿Has hablado con ella desde esa noche?

Lydia negó, mirando hacia sus uñas, y jugueteando con el anillo que tenia en el dedo anular.

-No, en realidad no... -confeso- pero bueno, ya que mi novio esta muerto por mi culpa...quien sabe ¿verdad?

Marin frunció el ceño

- ¿Te refieres a Jackson?

-Claro que hablo de Jackson -dijo Lydia, respirando profundamente volvió a acomodarse en su lugar, y tomo el collar de la llave que colgaba en su cuello- ¿No toma notas?

Marin negó

-Lo hago al final de la sesión...Lydia -hizo que esta la mirara- se honesta conmigo, ¿Estas bien?

Lydia asintió

-Estoy bien -"bien", ¿por que eso sonaba como a una mentira?- Si, aparte de no poder dormir, el nerviosismo, el miedo constante y abrumador, la aplastante sensación de que algo malo esta por suceder...

Marin asintió

-Se le llama "hiper-vigilancia", la persistente sensación de estar bajo amenaza -le contó Marin

-No es un sentimiento, es como si tuviera un ataque de pánico y no pudiera respirar -intento explicarle como ir aquí se sentía

Marin asintió

- ¿Al igual que como cuando te atragantas con tu sangre? -Lydia casi bufo por la analogía- Así que... ¿y si aguantas? ¿Y si soportar un poco más?

-No lo haces...es un reflejo -le explico Lydia

-Pero si lo intentas, firmemente -insistió Marin- incluso cuando la patada del reflejo lleguen... ¿No hay más tiempo? ¿Más tiempo para conseguir ayuda?

Lydia negó, confundida ante la incoherencias de las palabras de la consejera.

-Más tiempo para tener un dolor agonizante ¿Has olvidado lo de sentir la piel en carne viva? ¿Lo del dolor desgargante?

Marin asintió, aunque no parecía de acuerdo, es más, parecía como si supiera que ella iba a decir exactamente eso.

-Si se trata de una cuestión de supervivencia -pregunto Marin- ¿Un poco de dolor no vale la pena?

Lydia se quedo un momento en silencio, mirando hacia abajo, sin fijar su vista en nada. Apreto un momento sus ojos, recordando todo lo sucedido, todo el dolor, toda la perdida.

- ¿Y si solo se pone peor? ¿Y si la agonía es ahora y el futuro es un infierno?-pregunto, más para ella que para Marin.

Alzo la vista para chocarse con los ojos de esta, calma y tranquilidad abundaban en sus achocolatados ojos, pero fue la certeza lo que le inspiro confianza. Y lo que hizo que creyera en cada una de sus siguientes palabras.

-Solo puedo decirte la frase de Winston Churchill: Si atraviesas un infierno, sigue adelante