Charlamos toda la cena, a eso de las 2:00 de la madrugada nos volvimos al hotel a ver unas pelis y tomar un café, ya que era rutina de nosotras para terminar una noche tranquila.

Mientras esperaba a Sol que venga del baño me puse a ver las historias de Instagram para matar el tiempo. 

Historia de @AixaGrover hace 33 min.

Historia de @crocraxker hace  15 minutos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Historia de @crocraxker hace 15 minutos.

Y ahí fue donde el corazón se me paro, el cuerpo no me reaccionaba, no podía respirar, o eso sentía yo, sentía un vacío en mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Y ahí fue donde el corazón se me paro, el cuerpo no me reaccionaba, no podía respirar, o eso sentía yo, sentía un vacío en mí.

Sentía decepción.

Enojo.

Ganas de llorar.

Quería gritar, en mi mente solo estaba esa puta foto, y con las típicas preguntas:

¿Hice algo malo?

¿No era lo suficientemente buena para él?

¿Nunca me amo como siempre decía?

Tantas preguntas y ninguna respuesta.

- Gordita decime que no entraste a ins... - paro de hablar cuando vio mis lagrimas correr por mi rostro.

Necesitaba paz, y acá, no la tenía.

No si la tuviese.

No se si han sentido todo esto, sentir la decepción, el rechazo hacia una persona que le has entregado todo, absolutamente todo, porque el consigo se llevo todo de mí, mi cuerpo, mi alma...

El amor que tenía.

- Solra, me voy. – le dije parándome de un zaque y secando mis lágrimas.

- ¿Pero a dónde? Aixa son las 2:30 de la madrugada, espera acá, que seguro hay una explicación. – dijo para calmarme.

- ¿Explicación? Me metió los cuernos y según vos ¿Hay una explicación para eso? El chabón se cago en mí, ¿¡Tengo que estar atrás del culo de el para que no me meta los cuernos!? – ya estaba histérica.

- Bueno amiga, cálmate, por favor. – rogó. – Vamos que te ayudo con tus cosas...

Solra me ayudo a guardar mis cosas lo más rápido posible, no quería verlo, no quería escuchar sus absurdos lamentos... o si quiera sentir su presencia.

Siempre dije que hay dos tipos de amigas. Las que aparecen con un juez cuando has matado a alguien, y la que lleva la pala para enterrarlo.

Solra intentaba ser las dos, pero al final ganaba la amiga corrupta.

- ¿A dónde te llevo? – pregunto agarrando las llaves del auto de Tomas.

- Al aeropuerto... - dije en susurro.

Tardamos un buen rato en llegar, con el tráfico, y Sol que intentaba hacerme sentir mejor. Pero yo solo quería llegar a casa y hundirme en mis frazadas y simplemente... llorar.

Dicen que llorando se te limpia el alma...

Se te limpia, pero no olvidas, entonces que sentido le vemos a eso.

Me despedí de Sol, y fui directo a pedir el boleto del próximo vuelo con destino a Buenos Aires.

Dentro de 40 minutos.

Eso me dio tiempo de llamar a mi padre.

- ¿Pa? – pregunte con un hilo de voz.

- Hija, es muy tare para que andes llamando. ¿No estarás drogada? ¿no?

Ojalá.

- No pa, tranquilo. Estoy yendo a buenos aires, ¿podrías ir a buscarme?

- Si mija, ¿pero que paso? ¿Tomas te hizo algo?

- No papa, solo hazme el favor de ir a búscame al aeropuerto, ahí hablamos. – dije finalizando la llamada.

A pesar de que mis viejos se la pasaban de viaje, yo sabía que podría contar con ellos siempre. Esta vez mas que nada, los necesitaba. 

Pasaban los minutos y a mí se me hacían tan eternos, recibí un par de llamadas de Homer, pero de Tomas, ninguna.

Seguramente se estaba cogiendo a la pibita de la foto, con ese pensamiento las lagrimas no tardaron en salir de mis ojos. Un par de chicos se acercaron a pedirme fotos, pero por suerte me sale disimular muy bien.

Después de una hora dentro de un avión, llegue al aeropuerto de Ezeiza, con mi padre apoyado contra el auto, con su pijama y pantuflas.

Todo un pendejo.

Al verlo solo pude correr hacia él, y abrazarlo.

- Vamos a casa que tu madre esta preparando los mates así nos cuentas que paso niña. – dijo sonriéndome.

De Ezeiza a mi casa creo que fueron unos 30 minutos, o tal vez más, yo solo miraba por la ventana viendo como el sol amagaba a salir.

- ¡Mi bebe! – salió mi madre de casa para recibirme. – Pero mira esa carita, ven vamos a tomar unos mates...

Cuando ya estábamos los tres sentados, ellos no sabían como empezar, tal vez por miedo a que yo colapsara.

Así que empecé a relatar todo lo que paso, desde que me levanté hasta que vi la mierda de foto, que obvio les mostré. Mis padres también estaban decepcionados, lo querían como al hijo varón que nunca tuvieron, mas mi padre que siempre lo anhelo. Pero salí yo.

- Bueno hija, no se puede cambiar a las personas. – me dijo mi padre cuando termine de contar lo sucedido.

- ¿Y si no se pueden cambiar que se puede hacer?

- Amarlas.

Esos eran los dichos que solamente mi padre entendía, que yo sola tenia que encontrar su significado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Esos eran los dichos que solamente mi padre entendía, que yo sola tenia que encontrar su significado. Guardando el dolor que sentía por dentro, entendiendo que el amor puede llegar ser tan traicionero.

Reina C.R.OWhere stories live. Discover now